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Polémica: en una escuela no habrían autorizado conmemorar la Noche de los Lápices
Alumnos de la ex Escuela Normal no habrían sido autorizados por la Dirección del establecimiento emblemático de Olavarría.
Alumnos del Centro de Estudiantes de la ex Escuela Normal, querían dar rienda a una serie de actividades conmemorativas, de debate y recreativas, pero al parecer no se los habría permitido concretamente la Dirección del establecimiento emblemático de Olavarría.
Eran días muy cargados de intensidad. Eran tiempos de búsqueda de cambios. Eran épocas de universidades repletas de afiches y militantes políticos. Eran años de armas y de sueños libertarios. Tumultuosos instantes de independencia cortada de cuajo por una dictadura cívico – militar. Intempestivos momentos que hoy, 40 años después, perduran y replican en la memoria y en la praxis.
Un 16 de septiembre de 1.976, mientras los tanques ocupaban posiciones y las acciones colectivas, eran cada vez más cercenadas, en la ciudad de las diagonales, en la Capital provincial, se dio curso a una orden del Batallón 601: capturar a estudiantes secundarios, la gran parte menores de 18 años de edad, y componentes de la “Unión de Estudiantes Secundarios”, brazo estudiantil del “Peronismo Revolucionario”.
La cuestión venía de arrastre porque habían sido pibes del secundario precisamente, los que meses atrás, marcharon y peticionaron por el boleto con descuento para ellos.
Tal actitud aguerrida, no coincidía con los postulados que exigía el Gobierno de facto, así que la nocturnidad de aquél 16 del noveno mes, se fue convirtiendo en un halo monstruoso, donde se detenía a los jóvenes, sacándolos de sus hogares, cual peligrosos delincuentes “subversivos”. Algunos incluso, fueron capturados en horas posteriores.
Las torturas, los padecimientos a los que se los sometió, exceden cualquier comentario. Aquél trágico proceder, se llamó “La noche de los lápices”.
El trabajo de “arriarlos” a prisión, estuvo a cargo de la Policía Federal. Algunos lograron pasar la dura prueba y sobrevivieron a la demencial contingencia, otros se hallan aún desaparecidos. Las presunciones avalan la idea de que hubo dos tandas de detenidos, con disímil suerte final: una fue liberada y otra fusilada en enero del ’77.
A pesar de que hubo divergencia de opiniones, siempre ha prevalecido la hipótesis de que se los encarceló y torturó a éstos estudiantes platenses, por su relevante gesto, reclamando como señalábamos por el boleto para su sector.
Hoy, que soplan otros vientos, la mano de la “Inquisición”, no se ha dormido aún, pese a que se nos recalca que vivimos bajo la esfera de doña Democracia.
Porque, justamente con la sobrada intención de recordar tal evento histórico aquí muy brevemente presentado, alumnos del Centro de Estudiantes de la ex Escuela Normal, querían dar rienda a una serie de actividades conmemorativas, de debate y recreativas, pero no se los permitió concretamente la Dirección del establecimiento emblemático de Olavarría.
Los integrantes del Centro de Estudiantes, aducen que “no es la primera vez que esto pasa” y hacen notar mecanismos exponenciales de censura que coartan su rol como organismo interno.
Por Mario Delgado.-
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Citan a declarar a los amigos de los jóvenes fallecidos en 2018 en Parque Sur
A dos años de la muerte de Alan Falatovich y Katherine Rodríguez, la Fiscal Beytía tomará declaración a los dos amigos por el delito de omisión de auxilio.
El 4 de marzo venidero deberán presentarse ante la Fiscal Doctora Viviana Beytía, Alejo Eseberri y Loana Cabrera para sostener la temática compleja de lo acaecido aquel 2 de enero de 2018 en la intersección de Avenida Avellaneda y el puente, en pleno Parque Sur, donde se ahogaron dentro de un vehículo que cayó al Tapalqué Alan Falatovich y Katherine Rodríguez, ambos de 20 años de edad.
Se percibe una vuelta de tuerca en esta causa, que de acuerdo a lo investigado hasta aquí, le permite conjeturar a la señora Fiscal que entiende en este luctuoso acontecer, que, al menos, hubo “omisión de auxilio”, por parte de los sobrevivientes de este episodio triste y doloroso. Según el artículo 108 del Código Penal, reiteramos, la letrada los ha imputado por considerarlos “coautores penalmente responsables del delito de omisión de auxilio”.
Recordemos brevemente que todo este calvario inició su curso en la tarde noche soleada de aquel segundo día de enero, cuando Alejo en una VW Suran, propiedad de su padre, fue a buscar a Alan a su casa, la 1.006 del barrio CECO y de allí se dirigieron a un pub céntrico.
En ese local se encuentran con dos chicas: Loana Cabrera y Victoria Katherine Rodríguez que se movilizaban en un Ford Fiesta. Luego de un rato, se van hacia Parque Sur y allí se produce un hecho significativo: el auto del papá de Alejo se despeña y cae a las aguas con Victoria Katherine y Alan dentro.
Esto habría ocurrido cerca de las 4:30 de la madrugada de ese dos de enero. Y tal cosa sería producto de una maniobra intempestiva llevada a cabo sin querer por el muchacho, dado que habían ingresado a este auto a tratar de solucionar un problema en el equipo de sonido. Para colmo, Alan no sabía manejar, aunque sí “era un excelente nadador”, asevera Diana, hermana del joven muerto.
“A Alan recién me lo entregaron muy tarde, muchas horas después”, refiere una vez más a este diario, Diana Falatovich. “Tenía golpes y moretones en diversas partes de su anatomía que no condecían con la caída”, sostiene firme como desde aquella primera oportunidad en que Diana habló para este medio.
“La autopsia no reveló cosas que yo ví”, continúa, y añade “nada nos cuadraba en esos instantes tan dramáticos”. En este contexto de incertidumbre, “nos permanece bien adentro la pregunta si en rigor de verdad no hubo alguien más en la escena, en ese sitio sin luz ni seguridad en ese momento”.
El punto más crucial se dio con el correr de las horas, dado que “a nosotros nos avisa la Policía. Ninguno de los dos acompañantes de Katherine o de Alan, dio aviso a nadie. Al contrario, fueron y se acostaron a dormir. Alejo estuvo en el velorio de mi hermano unos minutos y se lo advertía nervioso. Sostuvo que él trató con efusividad de abrir la trabada puerta de la Suran pero sin éxito. Él era penitenciario y sabía bien que hacer y los dejaron solos, librados a su destino a Katherine y a Alan. No hay ningún elemento que grafique con certeza que Alejo quiso auxiliarlos. Por otro lado, ¿no se les ocurrió ni siquiera llamar a Bomberos Voluntarios o la Policía?”, subraya Diana.
Para la familia Eseberri fue un penoso accidente y avalan los dichos de su hijo. Ahora entonces, habrá que aguardar los nuevos pasos que se avecinan.
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Un hombre está grave tras el incendio de su vivienda
El siniestro ocurrió en la madrugada del lunes en Necochea y Mendoza de nuestra ciudad.
Un importante incendio tuvo lugar en una vivienda durante la madrugada del lunes.
Por razones que son materia de investigación, una casa ubicada en Necochea y Mendoza se incendió y provocó heridas de gravedad a su morador, un hombre de 73 años de edad.
La víctima fue trasladada al Hospital Municipal donde se constataron la gravedad de las heridas y donde quedó internado en terapia intensiva con pronóstico reservado.
El parte médico emitido desde el Hospital indica que el paciente tiene el 40% del cuerpo con quemaduras y compromiso de vía aérea.
El incendio se produjo en la madrugada de hoy lunes y requirió el arduo trabajo de Bomberos Voluntarios, Comisaría Segunda y personal del SAME.
FOTO. Infoeme