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Tránsito urbano y fluidez ¿Podrá disminuir Olavarría su tasa de siniestros viales?
El ingeniero civil Dante Galván, especialista en logística urbana y docente de la Facultad de Ingeniería de la UNICEN, analiza la situación tras la escalada de siniestros viales en la ciudad.

Olavarría tiene semáforos, rotondas, reductores de velocidad, tiene alguna que otra ciclovía y sin embargo no logra ordenar su tránsito. ¿Están mal o bien? ¿Cómo se llega a ser una ciudad segura a nivel vial? El ingeniero civil Dante Galván es especialista en logística urbana, docente de la Facultad de Ingeniería de la UNICEN y estuvo a cargo durante años del Plan Maestro de Transporte y Tránsito de Mar del Plata. Actualmente, trabaja con el Municipio junto a la ingeniera Silvana Gobbi en un sistema de movilidad que permita el desarrollo ordenado de la ciudad.
Lo principal, señaló Galván, es la planificación a largo plazo y la coherencia del proyecto integral. Mejorar el tránsito vehicular, del transporte público, de ciclistas y peatones, con seguridad para todos requiere de un gran trabajo, y cambios de costumbres que son culturales, pero no por ello imposibles.
En primer lugar, el docente destacó que “suele haber una confusión entre lo que es una movilidad fluida y una rápida. Muchas veces se habla de fluidez cuando la velocidad de circulación es alta y no tiene nada que ver una cosa con la otra. Fluida quiere decir que discurro a lo largo de la ciudad, voy moviéndome, pero no hay interrupciones en mi desplazamiento en términos generales. La fluidez en las ciudades debería lograrse pero a bajas velocidades”, recomendó. En este sentido, apuntó a que una fluidez a alta velocidad es altamente insegura, “porque a más velocidad, necesitás más distancia para frenar ante un obstáculo y si no alcancé a frenar me encuentro que el impacto del otro vehículo, ciclista o peatón es más grande que si iría a baja velocidad”.
Sin receta única
De todos modos, fluidez no significa que no existan semáforos o rotondas. “Si yo a la avenida Del Valle quiero hacerla fluida y no le doy ningún corte, estoy reteniendo a todos los que la cruzan transversalmente. Un semáforo puede interrumpirme el desplazamiento justamente para empezar balancear los cruces”, indicó. Sin dudas el tema es complejo.
Actualmente, Olavarría es una ciudad diseñada vialmente con prioridad al tránsito de autos, entonces ¿cómo se aborda una transformación? “Se le da espacio a todas las formas de desplazarse. Las ciudades en general vienen trabajando solo para el auto. Ahora, nunca se nos ocurriría pensar que en una calle además de los carriles para auto hay que considerar que la bicicleta tiene que ir por allí de forma segura, que el peatón tiene que tener buenas veredas, pensar que todos se puedan desplazar”, sostuvo.
“Si al transporte público yo le tengo que dar un espacio probablemente le tenga que sacar espacio al tránsito vehicular”, y dio como ejemplo el caso del Metrobus (carriles exclusivos para colectivos) en Capital Federal, que al principio fue altamente criticado, pero terminó por ordenar la circulación en ciertas zonas. “La moto particularmente es difícil de segregar. Al auto le podés dar un carril especial, a la bici también, pero a la moto no. Inclusive ante determinadas medidas como los reductores de velocidad, pasan por los costados”, observó Dante Galván.
“Una rotonda mal implantada en una intersección, por no ser la solución que merece el problema, no es adecuada. Con el semáforo igual. Se cree que da fluidez, pero ¿a quién se le da? Al auto”.
Dr. Ing. Dante Galván
“El tema central es un diseño que asegure ir a baja velocidad”, dijo, y contó una particularidad que se presenta en la ciudad de Mar del Plata, donde vive actualmente: “Hay más siniestros graves en invierno que en verano, donde se suman a la ciudad 400 mil personas por la temporada alta. ¿Por qué? La congestión ayuda a reducir la velocidad. En este sentido, Olavarría no tiene alto niveles de congestión excepto horas pico, y sumado a las calles anchas dan la sensación de que se puede ir rápido. Tenés que tener la suerte de no cruzarte con nadie en las intersecciones”, ironizó el docente.
Ciudad calma
En cuanto a la ya mil veces formulada pregunta, ¿rotondas sí o no?, Galván explicó que ninguna decisión técnica de este tipo es buena o mala, lo que hay que tener es una coherencia de dónde la implantas. “Una rotonda mal implantada en una intersección, por no ser la solución que merece el problema, no es adecuada. Con el semáforo igual. Se cree que da fluidez, pero ¿a quién se le da? Al auto”, se pregunta y contesta a la vez. “Si uno va en bicicleta no tiene forma segura de cruzar una rotonda. No hay otro lugar para hacerlo, y si se incorpora entran autos de cualquier lado. El peatón tampoco puede cruzar, porque en ningún momento hay un rojo para que el auto frene. Una rotonda no es conveniente cuando por esa intersección pasan muchos peatones, bicicletas, desplazamientos que no se dan en coches. En sectores de tipo interurbano son perfectas, pero en el centro de una ciudad es compleja. Menos si los peatones o ciclistas que circulan son menores de edad, o está por ejemplo, cerca de una escuela”, advirtió.
Todos estos aspectos, el ingeniero Dante Galván los trabaja con estudiantes de ingeniería civil junto a la ingeniera Silvana Gobbi. Actualmente, los docentes trabajan con el Municipio del Partido de Olavarría en el diseño de infraestructura ferroviaria en el Sector de Granos y Zona de Actividades Logísticas y la planificación de un sistema de movilidad que permita el desarrollo ordenado de la ciudad, como así también la prevención de siniestros viales. Además, en la FIO, comenzaron a avanzar en el diseño de una Zona Calma “Área Joven Olavarría” (AJO), con el objetivo de revalorizar ciertos espacios públicos urbanos.
“Lo trabajamos mucho con los alumnos y hay varios que hoy están haciendo proyectos, por ejemplo, de una ciclovía en avenida Del Valle”, adelantó el docente de la materia Vías de la Comunicación II, donde se impulsó la Zona Calma. “Sostenemos en este aspecto que las ciclovías en Olavarría deberían ser habituales. Tenemos superficie plana, el clima es frío pero no insoportable, la calle es ancha para darles espacio”, opinó. El concepto de Zona Calma apunta justamente a reducir la velocidad en lugares que no deberían ser de tránsito rápido. “Pueden ser zonas con valorización históricas, cultural, escolares, zonas de centros administrativos. Cuando se cerró la calle San Martin parecía una decisión fuerte y no pasó nada, al contrario, se ganó seguridad a la salida de la escuela. La idea de AJO es incorporar el concepto de sustentabilidad, no solo a la movilidad sino de forma general, incorporar tecnologías porque queremos que el espacio se viva, que sea para estar, no para circular”, consideró.
Colón y España, y el factor humano
Finalmente, Galván habló del factor humano. “Somos una Facultad, no podemos dejar de abortar este tema. Se debe hablar sobre la educación, el control y la sanción”, dijo el especialista, y remarcó que la educación hay que seguir trabajándola pero da resultados largo plazo. “Cuando pasan los siniestros como los de España y Colón, sin duda que hay una transgresión, en cualquier semáforo hay un momento que están en rojo en los tres sentidos, se llama zona de despeje, para que en una esquina no quede nadie. Allí no deberían chocar nunca, o sea que si están chocando es que alguien está transgrediendo el semáforo”, dijo.
El doctor en Ingeniería Civil, consideró también que “a esta altura en Argentina hay que trabajar en una sanción, con fotomulta puede ser. Te saco una foto cruzando en rojo y te sanciono. En Barcelona por ejemplo, hay zonas donde los semáforos están muy coordinados con cierta onda verde y a la noche, los descoordinan a todos intencionalmnte para que no vayan a altas velocidades. Así en cada uno, te chocas con un semáforo en rojo”, contó.
“Para los catalanes es una estrategia, para nosotros como sociedad es un problema. Siempre discutimos la coordinación pero nunca hacemos mea culpa que la responsabilidad es nuestra. Le podés echar la culpa al que coordina el semáforo, al que toma la decisión de instalarlo, etcétera pero lo que sabes es que tenés que frenar cuando está en amarillo y rojo”, concluyó al respecto Dante Galván.


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Continua la inscripción para ingreso anticipado para la carrera de abogacía en Facultad de Derecho de Azul
La Facultad de Derecho UNICEN, con sede en la ciudad de Azul, tiene abierta la inscripción para el curso de ingreso extendido/anticipado para la carrera de Abogacía.


La inscripción al curso introductorio anticipado se realiza del 8 de julio al 23 de agosto, desarrollándose con modalidad semi-presencial (con actividades presenciales y actividades virtuales asincrónicas) y comenzará el 31 de agosto.
Los días de cursada presencial serán: 31 de agosto, 14 y 28 de septiembre, 5, 19 y 26 de octubre y 9 de noviembre de 9.30 a 16 horas en Campus Universitario de Azul.
Para ingresar a nuestras carreras debes pre-inscribirte completando un formulario ingresando en la web https://www.der.unicen.edu.ar/ingresantes/inscripcion/
Para la inscripción:
Deberás registrarte. Conserva el usuario y contraseña que generes, lo vas a necesitar para formalizar tu inscripción.
En tu proceso de pre-inscripción se te va a solicitar la siguiente documentación en formato digital en (PDF o JPG).
· DNI
· Certificado de nacimiento
· Título secundario o certificado de título en trámite. Si se encuentra en último año del secundario podrá entregar certificado de alumno/a regular, debiendo entregar con posterioridad el certificado de título en trámite.
· Foto tipo carnet
La documentación se remite en este primer paso únicamente de manera virtual, debiendo informar el envío de formulario al mail futuros.estudiantes@der.unicen.edu.ar. Acreditado el ingreso, se requerirá la entrega de la misma en soporte papel (la copia del título analítico secundario deberá encontrarse autenticada).
Para mayor información sobre nuestras carreras podrás comunicarte con el correo de promocion@der.unicen.edu.ar
Por consultas y confirmación de inscripción contactarte al mail de futuros.estudiantes@der.unicen.edu.ar o por WhatsApp al 2281 65-7201
La Universidad es pública y el acceso a la carrera es gratuito.
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El consumo de productos lácteos cayó un 17,3% en el primer semestre del año
La retracción del consumo desde que asumió Milei se dio en todos los rubros, desde leches, yogures, quesos y postres.


La devaluación de diciembre del año pasado tras la asunción de Javier Milei y el fuerte salto inflacionario, hicieron que el consumo de productos lácteos tuviera una fuerte caída. Según el Panel de industrias lácteas, en el primer semestre del año se vendieron un 17,3% menos en volumen de productos en comparación con el mismo período del año anterior, y un -14,4% si se contabiliza en litros de leche equivalente.
De acuerdo a datos oficiales del Observatorio de la Cadena Láctea Argentina (OCLA), se observa una caída muy importante en todos los rubros, en el que quesos lleva la menor reducción en litros equivalentes.
Los productos de mayor valor agregado y unitario como quesos de pasta muy blanda, quesos rallados, leches saborizadas, yogures, flanes y postres presentaron una gran caída asociada a las subas de precios y al retraso en el poder adquisitivo del sector medio de la población que demanda en mayor cuantía estos productos.
Mientras que las leches no refrigeradas registraron una baja en el volumen del 18,5% en el período enero-junio, las refrigeradas cayeron 12,2% mientras que la leche en polvo entera y semidescremada se derrumbaron un 38%.
Cabe recordar que días atrás Miguel Taverna, director del observatorio de la Cadena láctea argentina, destacó que al final del año pasado cayó fuertemente la producción y el consumo. “Esto se agudizó en los primeros meses de este año, con una baja histórica, por la caída del poder adquisitivo de la gente”, destacó.
Mientras que la OCLA informó: “Escenarios como el actual donde hay un fuerte deterioro de los ingresos reales de la población, hacen que proliferen las ventas informales, que obviamente ninguna estadística puede registrar, y además han crecido fuertemente productos que por precio sustituyen el consumo de lácteos, como rallados, bebidas con lácteos, margarinas y otros similares”.
Fuerte derrumbe en varios productos
En el caso de las leches saborizadas o chocolatadas, que presentaron una muy alta tasa de crecimiento en 2022, el año pasado se mantuvo en los mismos niveles pero en este primer semestre de 2024 se desploman un 45,4%, casi a niveles de pandemia. Situación parecida presenta la venta de yogures, postres y flanes, que registraron el peor seme4stre de la última década.
Para los quesos, el principal rubro de destino de elaboración y comercialización de productos, se da una situación de caída más atenuada donde se prioriza por precio, al peso (fraccionados) y con prevalencia de productos más commodities (cremoso, barra y duros “frescos”) que especialidades.
Según analizaron desde el Observatorio, “es contundente que las ventas y por ende el consumo, presentan en los últimos años una tendencia a la baja en general y una primarización del mismo (productos más básicos: leches fluidas no refrigeradas, quesos al peso de segundas y terceras marcas y yogures bebibles de litro) en detrimento de aquellos productos de mayor valor agregado y por ende económico”.
Esta situación, agregaron, se da por un fuerte deterioro de los niveles de ingresos reales, fundamentalmente de los segmentos medios de la pirámide de ingresos, lo cual, al margen de reducir el volumen de consumo, afecta el valor del mix de ventas haciendo que se facture un menor valor en las ventas internas. (DIB)