Opinión
Ya se hicieron los planos
Toda construcción requiere de la faz teórica en un primer momento, de la elaboración de los planos, de todos los conceptos técnicos, de la visión previa de cómo ha de concretarse la edificación futura.
La presentación del proyecto de obra en el barrio Lourdes ya fue expuesta ante las autoridades municipales y ante los propios vecinos por quien está a pocos escalones, de convertirse en el Presidente de dicho complejo habitacional, el señor Fabio Pais.
Nacía el año y el 6 de enero, Pais con suma devoción, acercó su boleta, sus avales, sus propuestas a la gente de referencia del Palacio San Martín.
Su intención, exclamada ante las personas que lo quisiesen escuchar, transitaba por la idea fuerza de recuperar la Junta Vecinal de su zona que él mismo condujese temporadas atrás y que luego quedase acéfala.
Los días se hicieron interminables para Fabio. La factibilidad expuesta de que otras listas fuesen exhibidas en la vidriera, no lo amilanó en sus quehaceres comunitarios y objetivos grabados. Continuó bregando por fortalecer los vínculos con los vecinos y se aprestó a aguardar con indisimulada impaciencia.
Los rumores se acrecentaron; ya se hablaba de dos nóminas más que irían por los destinos del ex Escuela 6. Dicen los que saben que llamó mil veces a Laura Sequeira, Coordinadora Comunal ante entidades intermedias. Dicen que consultaba las novedades cada jornada.
Sin la espalda cubierta por nadie, sin la amistad de “Federación”, casi en soledad, inició el hombre la tarea de amontonar los materiales para el inicio de la obra.
Y los sones de los tambores se oyeron con nitidez el jueves 18 en una espléndida reunión en el Territorial Número 1 de Alberdi y Fassina. Allí, desde las 19:18 hasta las 19:48 horas, quedaron reveladas las inquietudes y vicisitudes concernientes a la elección de la Comisión Directiva barrial.
Con la supervisión de Rivadavia 2.801, “Federación”, con “Petty” Mapis a la cabeza y con solo una dirigente de otra lista, Miriam Ayalef, (la tercera opción, encabezada por Dante Oliván, no acudió al encuentro) dio pie a la discusión, al aclarar dudas y al comprender por todos los actores de este film, que ya es tiempo de actuar.
Entonces los minutos eran devorados por la charla encendida y productiva. Las reacciones también demostraban anhelos. Se viraba así del vozarrón de Pais a los aplausos y a las explicaciones de doña “Petty”, del observar y señalar culpas hasta el poner énfasis en el porvenir, que se antoja mejor que etapas idas. Después de todo, nos conocemos y no podemos pretender mojar la leña antes de prender el fuego.
Pero si lo que debe primar son las soluciones para un punto cardinal de la ciudad con muchas carencias. Pero si había que echar un vistazo nomás alrededor para palpar las calles tapadas de agua, y eso que tanto no llovió…
Finalmente, y con detallecitos sin completar en sus papeles, la señora Ayalef tuvo una actitud loable de renuncia que dejo en el umbral del éxito a su oponente. Ella prefiere seguir su rumbo de líder, junto a niños y adolescentes y no abrir juego en ninguna institución fomentista.
Los golpes de yunque se podrán percibir en las próximas horas. De no mediar imponderables, la consagración será un hecho. Y Fabio logrará entonces, ya sin trabas de ninguna clase, vestirse de Presidente, arribando a una controversial meta.
Debieran quedar guardados bajo siete llaves, rencillas, malos entendidos y cualquier tipo de negativismo que impida el arranque formal de la casa, de ese edificio llamado “Barrio Lourdes”.
Ya no es conveniente ni tampoco convincente, lanzar críticas de índole puramente personales; más bien la ocasión amerita la sumatoria de voluntades con una proyección de alto vuelo.
Porque es entre todos que se conquistará la corona. Ojalá cada quien, lo aprecie de este modo y contribuya a la positividad.
En escasos días, habrán finalizado los prolegómenos teóricos y habrá espacio adecuado para aquellos que pugnen por colaborar, pero desde la praxis.
Por Mario Delgado.-
Opinión
Lo bueno de tener prioridades
Tener prioridades es realmente óptimo: sugiere, entre otras cosas, que el individuo o los gobiernos de los tres niveles, poseen un criterio juicioso, y cuentan, además, con un proyecto de vida de largo alcance.
Marcar las cuestiones a realizar o resolver con premura, habla bien y nos habilita a creer que hay una contemplación completa de la realidad, y, en base a tal visión, se planea un estricto núcleo de objetivos a cumplimentar.
Marchar por la senda sin rumbo, sin norte ni guía, es mala o necia, al menos, señal. Por tal motivo se interpela siempre a cada quien, contar con una agenda al alcance de la diestra. Y activar los hilos en consecuencia, desde luego.
A propósito, este pequeño marco introductorio pretende depositarnos, mis amigos, en un ítem crucial para la concreción individual y colectiva como ciudadanos plenos. Y, conviene por cierto mencionar, la imposibilidad de seguir guitarreando en esta temática que ofreceremos, y desprenderla lo antes posible, de fanatismos partidistas. Me refiero en concreto a la Educación nuestra, en esta nación gloriosa.
Se ha difundido hace horas atrás un informe contundente por parte de la señora Ministra de Educación de CABA que sentencia con supina espontaneidad, los vericuetos de la niñez y adolescencia que no transitan por un camino elogiable en materia de aprendizaje, llegando a terminar la Primaria o estar en Tercer Año de la Secundaria y no saber leer y escribir sin yerros y tampoco poder comprender y explicar con palabras propias, un texto cualquiera.
Tamaña deficiencia se ata, en cierta manera, al tiempo de parálisis escolar impreso por la pandemia y la sucesión de cuarentenas. Podríamos asimilar tal contingencia en mayor o menor talante; sin embargo las deducciones del informe van más allá del proceso frontal del Covid 19 y sus medidas aleatorias. El problema a aceptar sin disimulos ni excusas mantiene firme la idea de que, en rigor de verdad, hay un drama previo, un dilema estructural que se agudizó con el virus chino, pero no es solamente esta reciente etapa dispar, entre la virtualidad y la ausencia en las aulas.
Aún se agrega otro condimento no menor: se ha hecho un relevamiento entre una determinada cantidad de chicos, de entre 12 y 16 años, para averiguar si logran captar los subtítulos de las películas habladas en inglés u otro idioma, en cines o dispositivos hogareños. El análisis resulta desalentador, puesto que la gran mayoría, expresa no alcanzar a leer en tiempo real los zócalos correspondientes, no por interferencias en la visión, sino por no saber leer de corrido.
El temido abandono del noble hábito de la cotidiana lectura, es una incómoda piedra puntiaguda en el calzado. Y no se notan visos de mejoría.
Como daño colateral, por otra parte, del virus coronado, se ha comprobado que alrededor de 600.000 alumnos en el territorio nacional y 200.000 en la Provincia de Buenos Aires, no retornaron a sus establecimientos educativos al abrirse la famosa y tardía presencialidad.
Un escándalo, sin objeciones de ninguna naturaleza. ¿Y ahora, quién carga con semejante cruz social? Porque, ¿alguien puede aseverarnos que tales pibas y pibes, volverán raudos a sus obligaciones escolares, al ser visitados por un docente o asistente social?
Una auténtica lástima que redobla la apuesta a constatar en qué sitio hemos colocado a la educación. Obvio, que ha descendido varios peldaños de cómo supo hallarse situada otrora.
Por Mario Delgado.-
Opinión
Te acostumbrás
Un amigo, un poco mayor que yo, me graficaba ayer que, en rigor de verdad, los argentinos nos vamos acomodando, nos adaptamos, con suma ductilidad, aunque refunfuñemos, a ciertas cuestiones demenciales que debieran sacarnos de quicio y movilizarnos de otra manera.
“Te acostumbrás”, me pontificó, despejando incluso con tal frase, cualquier sombra de duda que pudiera subsistir aún. No hay pena ni atropello que no se nos haya puesto de manifiesto, y, sin embargo, continuamos erguidos como sociedad y metidos cada quien en lo suyo.
La escasa atención que le brindamos a los sucesos del entorno, tal vez tenga mucho que ver con las instancias personales de cada sujeto. Las ocupaciones son cada vez más en base a que el dinero rinde menos.
Se naturaliza la opción del mayor esfuerzo y la gente dispuesta, sale en pos de ganarse el cada día más caro, pan vital. Una pequeña gran gragea, un botoncito de muestra que nos revuelve la panza, pero, reitero, no todavía como la contingencia requiere de un pueblo auténticamente agobiado y harto.
Los niveles de corrupción piramidal se elevan a la enésima potencia, revolean bolsos con dinero mal habido en conventos o cuentan plata afanada en sendos videos virales, y todo gira sin más que algún comentario atrevido, desafiando a la ya incorporada manía de soportar y sobrellevar el drama, las culpas de otros.
No se hace ni siquiera un necesario gasoducto y luego llegan los “verseros” de siempre, con excusas y mensajes altisonantes. Y los robadores de vacunas contra el Covid se pasean orondos, dando cátedras seguro, de cómo fomentar el buen turismo ahora que todo mundo acató órdenes salvadoras. Hipócritas impíos, exonerados por el poder, como un tal Firmenich o un viscoso Verbitsky. Falsedades convertidas en relatos presumiblemente verídicos, para entretener a la platea boquiabierta, que no despierta.
En tal contexto de locura y terror, no escasean los heridores del campo, los que nada saben del trabajo aguerrido de los productores chicos o medianos, y demonizan al sector, olvidando que de ahí emana el 65 % de lo que consume el argentino.
Y nos quedaría chico el espacio para ir citando con mayúsculas, si lo desean, los yerros y las tropelías de los poderosos que se apoltronan en sus sillones, bebiendo en copas de oro, el sudor de los humildes.
Ya probaron el sabor de dominar a una población encerrada y muerta de miedo e incertidumbre y van a ir por más perversidades. Porque no les importa subsanar las necesidades básicas, ni mejorar la calidad de vida del ser humano; sólo ansían llenar sus propias arcas, permanecer y ampliar la red de mantenidos por el Estado, que son los votantes cautivos, los temerosos que no se irán del redil por no perder sus planes sociales.
Mientras la inflación consume las billeteras y separa a familias enteras, ahorcadas y sin solución, al tiempo que la inseguridad y la droga incrementa su paso fuerte y mortal, se encienden los doble discursos, las linternitas de los jetones de ocasión, charlatanes de bar, sin programas efectivos para mutar tanta mugre.
Te acostumbrás, es cierto y penoso, a convivir con la putrefacción y contemplar sin esperanzas el panorama difuso del país que amás.
Por Mario Delgado.-