Info General
El Pastor González habló del avance en el Barrio de Iglesias Cristianas Evangélicas
InfoOlavarría entrevistó al pastor José González, presidente del Consejo Pastoral de Olavarría, para conocer sobre el avance de obra del Barrio de Iglesias Cristianas Evangélicas (BICE).
Para actualizar los detalles del Barrio de Iglesias Cristianas Evangélicas (BICE) conversamos con quien preside el Consejo Pastoral de Olavarría, el pastor José González, el cual aporta los resultados obtenidos hasta el momento con la construcción de 99 viviendas y una sede, recostado este complejo sobre calle Independencia.
¿Cómo han sido los movimientos en este año?
“Hemos podido avanzar muchísimo, recuperando el tiempo perdido. Si Dios quiere, para fin de este 2.016, entre el 10 o el 15 % de los adjudicatarios, ya van a vivir en su casa propia, así que eso para nosotros, es una tremenda alegría”, expresa nuestro entrevistado.
¿Cuál es la situación de los servicios esenciales?
“Todavía hay servicios que no han llegado y creemos que para el año que viene, se van a poder dar”.
¿Qué metodología emplean, al día de hoy, para ir concretando la obra?
“Son 99 casas y una sede para el Consejo Pastoral, ya que no teníamos un espacio nuestro. Son levantadas las viviendas por autoconstrucción y autofinanciación. El objetivo es culminar cuanto antes todas las propiedades para que las familias dejen de alquilar o convivir con otras familias, cosas que generan inconvenientes y hay un gran optimismo para dar buen final a este barrio que incluso, está siendo observado por pastores y congregaciones de otras localidades que se sienten atraídas por este modelo, único dentro de las iglesias del país, de construir el techo familiar”, exterioriza el pastor González.
Al principio se contaba con una Comisión interna que se encargaba de la compra de los materiales. ¿Esto sigue de tal forma o ha variado?
“Eso fue al comienzo. Hoy ya no tenemos más esa Comisión, por decisión del Consejo Pastoral y lo que ocurre en el presente es que cada pastor, componente del Consejo, trabaja en forma independiente con los beneficiarios que van a su iglesia. Yo, por ejemplo, superviso la labor de los beneficiarios que asisten a mi congregación. Los adjudicatarios trabajan con libertad, de acuerdo a sus tiempos y posibilidades. Por ahí en un mes, alguien puede comprar más materiales que otro, y lo hace. Le da también la opción a aquél que puede ir más días a la obra, a que lo haga sin dramas”.
¿Han ido aprendiendo cosas, a lo largo de este período?
“Por supuesto. Hemos cometido errores y los tratamos de reparar. Ninguno tenía experiencia en construir barrios, pero fuimos venciendo obstáculos”.
Pastor, ¿se han mantenido los adjudicatarios originales o han cambiado en algunos casos? Y, en tal caso si ese cambio existió, ¿qué criterio se usó para reemplazar a esa persona o familia? “En un primer momento se había establecido un monto para compra de materiales. Algunos no pudieron adaptarse a tal sistema y dejaron. Otros tres beneficiarios se fueron porque compraron una casa en otro lugar, gracias a un crédito bancario que consiguieron, también hubo quienes se distanciaron por motivos personales y algunos inclusive no fueron responsables de cuidar su trabajo, ni cumplir las horas de labor, y estas personas quedaron afuera del proyecto. De modo tal que se le dio lugar a otras personas”.
Uno de los requisitos fundamentales de acceso al plan, era no contar con vivienda propia. Nos ha llegado un dato de alguien que posee una casa y está formando parte de vuestro barrio. ¿Puede ser veraz tal desfasaje?
“Ese mandato está vigente; no mutó. Nosotros hacemos una asamblea cada dos meses donde se analizan los aspectos concernientes a explicar lo esencial. Le recomendamos a la gente no ocultar por ningún motivo si tiene alguna casa que no ha declarado. Porque ni bien sepamos tal irregularidad, queda excluido del programa. Si alguien conoce algún caso específico, me pone en conocimiento y actuaremos en consecuencia. Nadie que tenga propiedad, puede ser beneficiario de este barrio”, enfatiza cerrando la nota el pastor José González.
Por Mario Delgado.-

