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Opinión

Opinión: Números “chicaneros”

Hacía frío en el recinto deliberativo. No había calefacción. No había prácticamente gente en la barra. Y los números fueron la evidente “vedette” de una Segunda Sesión que, además, se presuponía que sería de breve trámite por la incidencia del cotejo futbolero capitalino.
Sin embargo las premoniciones no se cumplieron del todo. El partido empezó y las bancas continuaban ocupadas. Y el debate seguía en pie. Con dos asuntos basales: el deseo de transmitir hacia arriba, hacia los estamentos superiores, que se trate la modificación del valor mínimo del llamado “Impuesto a las Ganancias”. Y la otra gran temática estuvo reflejada por la Rendición de Cuentas del período 2014.

Eran indudablemente dos cuestiones con un alto imperativo político. Por ende, sobrevoló la sala la máquina de “chicanear”, con sendas acusaciones cruzadas. Y con un instante álgido cuando el edil más joven, Federico Aguilera del FpV, abrió la puerta de las críticas severas, con destino certero: hacia el oficialismo nativo y hacia los sindicatos opositores a la Jefa del Estado Nacional y defendió a ultranza las motivaciones de Casa Rosada por mantener los lineamientos actuales del ex impuesto a las suntuosidades.

Federico se despachó a gusto con su habitual estilo. Fustigó a sus pares de la vereda de enfrente, a quienes llegó a catalogar de “hipócritas” por mirar lo que supuestamente hace mal Balcarce 50 y no visualizar lo idéntico que se concreta aquí mismo. Deslindó responsabilidades e interpretó que con lo recaudado, se sirve con creces al pueblo argentino, a través de planes y subsidios.
Tanto en la primaria intervención, como en la segunda, el discurso aguardado no se hizo esperar. De modo tal que el contador pejotista Sergio Milesi, aquejado por un siempre molesto dolor de muelas, tomó la palabra y especificó con datos, detalles y cifras precisas, cuál era la postura concreta de su bloque de ediles.

El tecnicismo “milesiano” fue acompañado también, queridos amigos, de condimentos partidarios – no podía ser de otra manera -. Subrayó a Scioli y la coparticipación. Y con relación al Presupuesto, lo denostó. Hecho que no es nuevo, puesto que ya en años anteriores, esbozó el concejal su particular desacuerdo.
Esencialmente, quedó interpuesta la idea de un gasto desproporcional. De no emplear el dinero que ingresa, de forma prudente y cumpliendo premisas cercanas a las prioridades de la Comuna. O, quizá deba decirse, de los pobladores de nuestro hábitat urbano. Saltó a la luz el controversial pavimento en L´amalí, por ejemplo. Y se dio cita a un montón de obras presupuestadas que, según Milesi, no se han cristalizado aún.
Hemos de considerar que, más allá de las discrepancias entre PJ y UCR, ambos exponentes políticos coincidieron en advertir un manejo asimétrico de los abundantes recursos comunales. Claro que con la vieja dicotomía en el medio de la discusión. La antigua diatriba inserta por las diferentes banderas que enarbolan los gobiernos de turno.

No faltó un pedido de Patricia Bahl, de Néstor Vive, para repudiar los pensamientos de Aguilera. No obvió en catapultarle “violencia simbólica” al edil camporista. No se ausentó tampoco, amigos míos, la enfervorizada defensa de los designios eseverristas. Fue el doctor Einar Iguerategui, desde el Frente Renovador, quien habló de las bondades de su líder. En contrapartida de sus opositores, recuadró la “transparencia y el orden” de las cuentas de Rivadavia 2801.
Y hasta Gerardo Ripoll, también oficialista, hizo hincapié en los buenos sindicalistas, arrojando agua sobre Aguilera. Palabra va, palabra viene, la velada concluyó con la Rendición aprobada por mayoría simple.

Por Mario Delgado.-

 Farmacias de turno en Olavarría Facultad de Derecho