Opinión
Preguntando se aprende
La Primera Sesión del Concejo Deliberante Estudiantil, tuvo quizá una característica distintiva esencial: la gran cantidad de preguntas que sus pares iban haciéndole, a los respectivos autores de los proyectos expuestos al tratamiento esta mañana soleada de jueves. Por Mario Delgado.
Fueron siete los ítems para esta ocasión. En el arranque la Escuela Secundaria Número 15 de Espigas, solicitó a través de su edil Tomás Moschini, un profesor de Educación Física para el establecimiento. Mencionó la implicancia de la actividad deportiva y precisamente física, para los alumnos, en su fundamentación. El pedido se aprobó sin sobresaltos.
La Escuela Secundaria 2, por su parte, dispuso ante los concejales un proyecto de ordenanza prohibiendo las bolsas plásticas en comercios. Se pensó en utilizar sólo las necesarias y reemplazarlas por envases biodegradables e incluso, instrumentar una serie de multas ante incumplimientos comerciales. La puerta a las inquietudes se abrió de golpe e ingresaron de pronto entonces, mis amigos, unas extensas cataratas de consultas y de opiniones de respaldo o de rechazo a ciertas opciones.
Una edil dijo que en Sierras Bayas el inconveniente ecológico, ya era visible. Otro colega afirmó muy convencido que la presión económica es la única medida que impacta para que se cumpla. “Hay que acostumbrar a la gente”, esbozó alguien desde su banca. Era evidente que los chicos se iban soltando y adquiriendo con énfasis su rol.
Con un “sí” unánime se cerró el intercambio de ideas. A su turno, la Secundaria Mariano Moreno, habló de “fomentar la plantación de árboles por escuela”. Otra vuelta de tuerca a las incisivas requisitorias. En realidad, el propósito era adherir a una Ley ya vigente de colocación y cuidado posterior de los árboles en escuelas del distrito.
Entre el qué y el cómo, la cuestión redundó en afirmativa por mayoría. Acto seguido, la Escuela 14 se expidió sobre una proposición para que el Municipio mantuviera la iluminación en varios barrios. Quedó claro que se refería a SCAC y Trabajadores y que una cosa era dotar de las luminarias y otra, preservarlas. Sí por unanimidad dijeron.
La Técnica 2 lanzó al aire del recinto de Rivadavia 3038, un pedido bastante urgente de reparación de bicisenda (sita en Avenida Del Valle entre La Rioja e Islas Malvinas) “deteriorada y pozeada”, según se supo, y a su vez, amigos, reclamaron mayor luz en el sector. Más allá de repreguntas que existieron, como perlas en la mar, quedó bien definido que era una obra que debía aprobarse y así se hizo. Los fondos por supuesto, correrán por cuenta y orden de la Comuna.
El Instituto San Antonio ahondó en la solidaridad como forma concreta de apuntalar al prójimo en cualquier dificultad que éste tuviese. Se avanzó en generar una campaña en tal dirección y se tomaron apuntes de distintas manifestaciones de cómo una persona puede ser útil ante la necesidad ajena. Algunas chispas cruzaron el ambiente con relación a la denominación de la campaña, pero zanjada esta dicotomía, el debate obtuvo un “sí” mayúsculo.
Lo último fue un proyecto de la Escuela Secundaria 13 para que se construya cordón cuneta y se entuben zanjones y canales en Villa Aurora. Se presentó moción para agregar también al barrio Mataderos y rondó la ferviente petición, de paso, de asfalto para reforzar las tareas de beneficiar a dichos complejos habitacionales.
Con ánimo, con, insistimos en el concepto, tal vez demasiadas preguntas que bien podrían haberse evacuado en Comisión, pero con un espíritu cívico para destacar y con ganas de participar, los ediles secundarios se despidieron de su novel experiencia, siendo las 11:10 horas.
La Presidente del Cuerpo Legislativo, Luciana Pedernera habló con INFOOLAVARRÍA y se mostró satisfecha con lo vivido. “Estaba con muchos nervios. Soy de una Escuela Rural. Me crié en el campo, sigo yendo a una Escuela Rural y para mí es hoy sumamente interesante estar acá representando a mis compañeros y a este hermoso grupo que se formó. Haber sido elegida entre privadas y estatales, es una alegría porque no tenemos diferencias”, aseguró la joven.
El respaldo de los concejales mayores se siente: “Ellos estuvieron en cada momento. En las comisiones, dándonos una mano. Nos permitieron ensayar, aclaraban dudas, no nos dejaron solos nunca. La verdad que se ‘reportaron’ y fue hermoso”, sonríe la Presidente.
La edil, además subrayó: “Con los proyectos no sólo se mira al colegio, sino también se piensa en el alrededor y vemos qué pasa con nosotros, que nos hallamos insertos en la comunidad. No somos el futuro; somos el presente para marcar el futuro y cada cosa que hagamos, vamos a dejar nuestra huellita, de hoy a siempre”.
Una juventud sin dobleces, espontánea como tal. Simpática y sentida emoción que se ha renovado otro año más en una búsqueda de valores por encima del pesimismo y la mediocridad.
Por Mario Delgado.-
Opinión
Lo bueno de tener prioridades
Tener prioridades es realmente óptimo: sugiere, entre otras cosas, que el individuo o los gobiernos de los tres niveles, poseen un criterio juicioso, y cuentan, además, con un proyecto de vida de largo alcance.
Marcar las cuestiones a realizar o resolver con premura, habla bien y nos habilita a creer que hay una contemplación completa de la realidad, y, en base a tal visión, se planea un estricto núcleo de objetivos a cumplimentar.
Marchar por la senda sin rumbo, sin norte ni guía, es mala o necia, al menos, señal. Por tal motivo se interpela siempre a cada quien, contar con una agenda al alcance de la diestra. Y activar los hilos en consecuencia, desde luego.
A propósito, este pequeño marco introductorio pretende depositarnos, mis amigos, en un ítem crucial para la concreción individual y colectiva como ciudadanos plenos. Y, conviene por cierto mencionar, la imposibilidad de seguir guitarreando en esta temática que ofreceremos, y desprenderla lo antes posible, de fanatismos partidistas. Me refiero en concreto a la Educación nuestra, en esta nación gloriosa.
Se ha difundido hace horas atrás un informe contundente por parte de la señora Ministra de Educación de CABA que sentencia con supina espontaneidad, los vericuetos de la niñez y adolescencia que no transitan por un camino elogiable en materia de aprendizaje, llegando a terminar la Primaria o estar en Tercer Año de la Secundaria y no saber leer y escribir sin yerros y tampoco poder comprender y explicar con palabras propias, un texto cualquiera.
Tamaña deficiencia se ata, en cierta manera, al tiempo de parálisis escolar impreso por la pandemia y la sucesión de cuarentenas. Podríamos asimilar tal contingencia en mayor o menor talante; sin embargo las deducciones del informe van más allá del proceso frontal del Covid 19 y sus medidas aleatorias. El problema a aceptar sin disimulos ni excusas mantiene firme la idea de que, en rigor de verdad, hay un drama previo, un dilema estructural que se agudizó con el virus chino, pero no es solamente esta reciente etapa dispar, entre la virtualidad y la ausencia en las aulas.
Aún se agrega otro condimento no menor: se ha hecho un relevamiento entre una determinada cantidad de chicos, de entre 12 y 16 años, para averiguar si logran captar los subtítulos de las películas habladas en inglés u otro idioma, en cines o dispositivos hogareños. El análisis resulta desalentador, puesto que la gran mayoría, expresa no alcanzar a leer en tiempo real los zócalos correspondientes, no por interferencias en la visión, sino por no saber leer de corrido.
El temido abandono del noble hábito de la cotidiana lectura, es una incómoda piedra puntiaguda en el calzado. Y no se notan visos de mejoría.
Como daño colateral, por otra parte, del virus coronado, se ha comprobado que alrededor de 600.000 alumnos en el territorio nacional y 200.000 en la Provincia de Buenos Aires, no retornaron a sus establecimientos educativos al abrirse la famosa y tardía presencialidad.
Un escándalo, sin objeciones de ninguna naturaleza. ¿Y ahora, quién carga con semejante cruz social? Porque, ¿alguien puede aseverarnos que tales pibas y pibes, volverán raudos a sus obligaciones escolares, al ser visitados por un docente o asistente social?
Una auténtica lástima que redobla la apuesta a constatar en qué sitio hemos colocado a la educación. Obvio, que ha descendido varios peldaños de cómo supo hallarse situada otrora.
Por Mario Delgado.-
Opinión
Te acostumbrás
Un amigo, un poco mayor que yo, me graficaba ayer que, en rigor de verdad, los argentinos nos vamos acomodando, nos adaptamos, con suma ductilidad, aunque refunfuñemos, a ciertas cuestiones demenciales que debieran sacarnos de quicio y movilizarnos de otra manera.
“Te acostumbrás”, me pontificó, despejando incluso con tal frase, cualquier sombra de duda que pudiera subsistir aún. No hay pena ni atropello que no se nos haya puesto de manifiesto, y, sin embargo, continuamos erguidos como sociedad y metidos cada quien en lo suyo.
La escasa atención que le brindamos a los sucesos del entorno, tal vez tenga mucho que ver con las instancias personales de cada sujeto. Las ocupaciones son cada vez más en base a que el dinero rinde menos.
Se naturaliza la opción del mayor esfuerzo y la gente dispuesta, sale en pos de ganarse el cada día más caro, pan vital. Una pequeña gran gragea, un botoncito de muestra que nos revuelve la panza, pero, reitero, no todavía como la contingencia requiere de un pueblo auténticamente agobiado y harto.
Los niveles de corrupción piramidal se elevan a la enésima potencia, revolean bolsos con dinero mal habido en conventos o cuentan plata afanada en sendos videos virales, y todo gira sin más que algún comentario atrevido, desafiando a la ya incorporada manía de soportar y sobrellevar el drama, las culpas de otros.
No se hace ni siquiera un necesario gasoducto y luego llegan los “verseros” de siempre, con excusas y mensajes altisonantes. Y los robadores de vacunas contra el Covid se pasean orondos, dando cátedras seguro, de cómo fomentar el buen turismo ahora que todo mundo acató órdenes salvadoras. Hipócritas impíos, exonerados por el poder, como un tal Firmenich o un viscoso Verbitsky. Falsedades convertidas en relatos presumiblemente verídicos, para entretener a la platea boquiabierta, que no despierta.
En tal contexto de locura y terror, no escasean los heridores del campo, los que nada saben del trabajo aguerrido de los productores chicos o medianos, y demonizan al sector, olvidando que de ahí emana el 65 % de lo que consume el argentino.
Y nos quedaría chico el espacio para ir citando con mayúsculas, si lo desean, los yerros y las tropelías de los poderosos que se apoltronan en sus sillones, bebiendo en copas de oro, el sudor de los humildes.
Ya probaron el sabor de dominar a una población encerrada y muerta de miedo e incertidumbre y van a ir por más perversidades. Porque no les importa subsanar las necesidades básicas, ni mejorar la calidad de vida del ser humano; sólo ansían llenar sus propias arcas, permanecer y ampliar la red de mantenidos por el Estado, que son los votantes cautivos, los temerosos que no se irán del redil por no perder sus planes sociales.
Mientras la inflación consume las billeteras y separa a familias enteras, ahorcadas y sin solución, al tiempo que la inseguridad y la droga incrementa su paso fuerte y mortal, se encienden los doble discursos, las linternitas de los jetones de ocasión, charlatanes de bar, sin programas efectivos para mutar tanta mugre.
Te acostumbrás, es cierto y penoso, a convivir con la putrefacción y contemplar sin esperanzas el panorama difuso del país que amás.
Por Mario Delgado.-