Las tres
Gustavo León: “Estamos bien catalogados como constructores de viviendas”
Desde hace más de dos décadas, la Asociación Civil “Barrio Bancario”, viene desarrollando una intensa actividad incontrastable en medio de la comunidad, construyendo un auténtico puente entre la necesidad de viviendas y los adjudicatarios.
Desde hace más de dos décadas, la Asociación Civil “Barrio Bancario”, viene desarrollando una intensa actividad incontrastable en medio de la comunidad, construyendo un auténtico puente entre la necesidad de viviendas y los adjudicatarios. El señor Gustavo León preside la entidad y con él conversamos en exclusiva sobre lo que ha acontecido en este período y cuáles son las posibilidades, mirando de frente y sin miedos al porvenir.
¿Cuál es el balance que podés hacer con respecto al 2.016? “El resumen es positivo: hemos entregado viviendas y tenemos proyectos en carpeta. Vamos tratando de ir coordinando e hilvanando junto con la Provincia y el Municipio un par de ideas para ver si las podemos plasmar”.
Antes de avanzar, Gustavo, te pregunto acerca de los planteos, de los análisis que hablan de la carencia de casas, no solamente en el ejido urbano, sino también en localidades. ¿Coincidís con tales postulados? “Sí, coincido total y absolutamente. Vos sabés que primero hay que reconocer que hay déficit habitacional, eso ya es muy importante. Esto ha salido a nivel nacional de boca del Subsecretario de Desarrollo Urbano y de Viviendas de la Nación, Iván Kerr, el cual reconoció una necesidad real hoy de 3 millones de viviendas, algo que hasta ahora, era un tema medio desconocido. Por otro lado, el señor Intendente Ezequiel Galli, recientemente expresó que faltan en Olavarría no menos de 3 mil casas. Conociendo esta demanda que se viene acumulando desde hace más de tres décadas, producto de las políticas erráticas y discontinuas, que nos han llevado a esta situación, hay que encarar con seriedad la problemática. También forma parte esta carencia, de una realidad que determina que, a lo largo de la historia económica del país, la política de viviendas estuvo condicionada por la insuficiencia de recursos presupuestarios, con los límites que significaban la obtención de créditos internacionales, aplicados a programas específicos de solución parcial del problema concreto de falta de viviendas”, sostiene el experimentado dirigente.
Ustedes, de cualquier manera, han sabido “capear el temporal” y, dentro de la medida de las posibilidades, han ido cumpliendo, entregando casas. “Para nosotros el acompañamiento de la gente, de los postulantes y el acompañamiento político, ha sido fundamental. En el caso particular nuestro, ya hemos entregado 495 viviendas a lo largo de todo este lapso. Estamos próximos a la entrega de 10 casas más. En julio de 2.017 ya estaríamos finalizando el barrio “Bancario III”.
¿Cómo ha sido la distribución de las construcciones por cada sector? “Mucho mérito posee en todo este andamiaje mi padre, don Carlos León, que fue quien inició el proceso en la década del ‘90. En abril del 2.005 inauguramos 180 casas. Luego hicimos 280 más, o sea el “Bancario I”. Posteriormente 115 casas más, el “Bancario II”. Y el “Bancario III” constará de 110 viviendas”.
¿Con que tipo de gente, de adjudicatarios, trabajan comúnmente? “Nuestro proyecto, el de ésta entidad, se sustenta en trabajar con los individuos y grupos “curables”, léase animosos, progresistas, con fe en el futuro y con recursos como para afrontar la compra de terrenos y urbanizarlos, es decir nivelarlos, subdividirlos, con caminos de acceso, con agua potable, gas y luz, para cumplimentar incluso los pasos que solicita el Instituto de la Vivienda. A su vez hemos impulsado con sumo entusiasmo la construcción de la Escuela ubicada en el “Bancario I”.
¿Ustedes que opinan de los enfoques paternalistas que, a veces emplea el Estado para ciertas personas, en la cuestión que nos compete aquí, o sea la construcción del techo propio? “No compartimos los enfoques paternalistas a los que se somete en ocasiones a grupos de ciudadanos que carecen de recursos y se termina jugando con las carencias y supuesta debilidad de los presuntos beneficiarios. Nosotros nos amparamos y apuntalamos los deseos de progresar y el espíritu de empuje de aquellos que nos vienen confiando su inquietud por alcanzar el sueño del inmueble”, refiere León.
Evidentemente, no se puede jugar con un derecho tan vital como el de la vivienda… “No, es un derecho constitucional, aunque hay que reconocer que es un problema difícil de abordar. Aún en países avanzados, existen familias que están toda una vida bregando para obtener el preciado tesoro. Así que bienvenida sea la ayuda del Gobierno y poder otorgarle posibilidades a todos los segmentos y estratos sociales que componen el suelo argentino”.
¿Qué podemos mencionar del pago de las cuotas? “El tema del abono de las cuotas, del recupero, lo maneja el Instituto. Pero sabemos que la gente está pagando. Por otro lado, cada uno debiera entender que es una obligación pagar, porque es un principio solidario que permite volver a prestar ese dinero a personas que lo necesitan”.
¿La cuota de qué monto es? “Según el momento de entrega de la propiedad. En el “Bancario I”, es de $ 77. En el “II”, asciende a $ 150. En el “Bancario III”, oscila entre los $ 700 y $ 1.100”.
La última consulta, ¿Cómo van a recibir a “Don” 2.017? “Nosotros estamos bien catalogados dentro de esta ciudad y del Instituto de la Vivienda, de modo tal que nos da una apertura mental para continuar. Hemos hablado con el Intendente y nos ratifica su aval. Esperamos, pues, coordinar esfuerzos y generar un modelo de consenso que nos facilite cristalizar los sueños de aquellos olavarrienses que todavía no cuentan con una vivienda”.
Entrevista: Mario Delgado.-
Fotos: Amilcar Adamuchi.-
Las tres
Paradigma de desprolijidad
Las puertas de la Sociedad de Fomento “12 de Octubre” permanecieron abiertas durante toda la reunión la noche de este miércoles 8. Todo un símbolo, si se quiere buscar ejemplificar, porque también se abrieron las alas de las discusiones, de los contrapuntos y de las genuinas desprolijidades a la hora de definir con precisión, cómo encarar el acto comicial para reemplazar a la actual conducción federativa.
Se dio pie, resultó evidente, al más auténtico espíritu de libertad de expresión, aunque ningún referente abrió la boca para señalarse a sí mismo, cual sugerente candidato a suceder a la señora Élida Saizar, que dijo llevarse “lindos recuerdos” de su paso por la Presidencia de Federación, aunque tiempo más tarde, se permitió no obstante acusar a ciertos colegas, a los que no citó textualmente, de “no haberle permitido trabajar con comodidad”, para entre otras cosas, “cambiar el Estatuto”.
La líder se irá sin lograr algo que anheló con ahínco: la unidad del universo fomentista. Utopía si las hay, mis amigos del alma, ya que al menos, se rumorea que serían tres o cuatro inclusive, los postulantes al cetro de la entidad cumbre del fomentismo local.
Las voces se iban incorporando al debate sin pausa, agitando la nocturnidad. Ante una proposición, se dictaminaba un sí discutido o un rotundo marco de oposición. Con pases de factura incorporados.
Como las entidades de bien público reconocidas son limitadas, se bifurcaron los senderos de acceso al voto. Y como otros vericuetos reglamentarios, opacaban a algunas instituciones socias, sobre todo nóveles, se fue corriendo el velo para facilitarles la visión más promisoria.
Se habló con furia de los “que no vienen nunca pero sin embargo, pagan las cuotas y votan como si tal cosa”. Entonces otra vez la zaranda, separando opiniones y los minutos que demarcaban un espacio de chicanas y búsquedas infructuosas por momentos, de consensos que se yuxtaponían casi a pleno y al unísono.
Hasta se dibujó la parábola sentida de la diferencia existente “entre la letra y el espíritu del Estatuto de la Federación”. Se mencionó en otro tramo a las “concesiones que siempre hemos hecho en esta gestión” para alcanzar medianos objetivos.
Algunos dirigentes sorbían su recelo. Otros no disimulaban su encono. Los más mesurados, iban por el carril de resolver la cuestión antes de que avanzase aún más la noche.
El 15 vencerá el plazo para regularizar instituciones. Cada Junta Vecinal o Sociedad de Fomento, pondrá dos Delegados; uno de los cuales sufragará, el segundo, no. El 27 será el día para presentar listas con once miembros cada una. Cuarenta y ocho horas después, se aprobarán o impugnarán las nóminas. Y el 30 a las 20 horas, habrá una reunión de carácter informativa, dónde se espera, los oferentes cuenten sus planes. El 4 de diciembre, se votará en Yrigoyen y Calle 13 desde las 20:30 horas.
La reunión picante terminó abruptamente luego de que el representante de “Mariano Moreno”, pusiese ante sus pares su filosofía más frontal: “Todo esto tiene su razón de ser porque no han podido distinguir un candidato único. Por eso es este lío. No hay puntos claros, no se dice que carajo quieren hacer con Federación”. José Veyrand sin anestesia, arrojó otra dosis de vacuna contundente: “Juegan a ver quien la tiene más larga”. Acto seguido, se levantó todo el mundo y en la praxis, culminó la formal reunión.
Para Walter “Pano” Vega, que posteriormente habló con este cronista, la disyuntiva no es materia nueva: “Hace tres años que yo vengo proponiendo el cambio de Estatuto y no lo hacen”. Y remachó el clavo sin piedad: “Hacen los encuentros mensuales los días en que yo no puedo ir porque cuido a mi hija”.
Otros dirigentes se han mostrado atónitos y desean que “ojalá no haya una nulidad total o parcial de lo que se actúe, porque la desprolijidad es inmensa”. Temerosos se encuentran de que la “Municipalidad puede quebrantar lo aprobado y el modus operandi elegido porque no se basó el método seleccionado en lo que expresa la letra estatutaria”.
Los cortinados apenas bailan a sazón del viento. Recién se anotó el prólogo. El libro todavía está en pañales.
Por Mario Delgado.-
Las tres
¿El condimento justo?
Se disponen movimientos intensos y replicados en distintos barrios del partido de Olavarría. Se trata particularmente de una sincronización de solicitudes al Estado: que resuelva cuanto antes, la malsana problemática de la inseguridad.
Se disponen movimientos intensos y replicados en distintos barrios del partido de Olavarría. Se trata particularmente de una sincronización de solicitudes al Estado: que resuelva cuanto antes, la malsana problemática de la inseguridad.
Es curioso, no obstante, pero al mismo tiempo alentador, el conglomerado vecinal levantado en torno al asunto, sin importar distancias.
Venciendo temores lógicos, por lo tenebroso del tópico, sobreponiéndose a perplejidades, haciendo espacio para establecer reuniones y pensando en una agenda que sobresale también del punto especial que los convoca.
Da la impresión, mis amigos, que la delincuencia ha tensado en demasía la cuerda y la gente ya no quiere vivir penando por cuenta y orden de unas pocas almas descarriadas.
Los robos y hurtos se han multiplicado por estos días primaverales en varios sitios lugareños. De modo tal que la impaciencia cundió y devino en la inmediata salida del closet de pacíficos hombres y mujeres que se aúnan con un criterio común: peticionar mayor presencia policial en sus zonas.
El barrio “CECO”, el “Bancario” y el tradicional “San Vicente”, son apenitas algunas expresiones de esta visibilización de todo el pueblo oprimido por las cuitas que les imponen los fuera de la ley. O parte de él… Porque, convengamos, que todavía falta más por ver.
Ante el avance despectivo y despiadado de personas dedicadas a sustraer lo que es de otros (En la mayoría de los casos, hay menores involucrados en los sucesos tétricos), y frente a una carencia real de respuestas rápidas y efectivas, los vecinos se han colocado el overol, impulsados por la necesidad de ser oídos y atendidos con prontitud sus anhelos.
En algunos casos, la inactividad de las entidades barriales existentes, ha prácticamente obligado a los habitantes a salir presurosos a la calle.
Si el supuesto referente institucional no actúa, o directamente brilla por su ausencia, no quedarán opciones diversas; al contrario, las manifestaciones “autoconvocadas”, tomarán la posta convenientemente y atraerán hacia sí a la Policía y a la Municipalidad, para en principio conozcan de primera mano la temática y luego, demandar de ellos un auténtico compromiso.
Los diagnósticos ya huelgan. Es tan común elaborarlos. Es instante de dar soluciones sin titubeos. La basura no puede ponerse sobre la mesa. Si esta ecuación muta, las consecuencias son denigrantes.
Es verdad que la ciudad que habitamos ha crecido. En tal sentido, es comprensible intuir que cada vez aumenta más, el trabajo de los uniformados. Y, en ciertos aspectos, tienen razón aquellos que sostienen que “los servidores del orden se ven desbordados dos por tres”.
No obstante, y con tal marco de fondo, es interesante subrayar que los Jefes policiales y los encargados comunales de la seguridad pública, no esquivan la responsabilidad y se mantienen acordes con las circunstancias tan cruciales.
Más policías patrullando por las cuadras, mayor transitar de los móviles y el anexo de las motos, son medidas tomadas en concreto y con la velocidad solicitada.
El cambio de guardia de la Policía Local, trajo dramas en un barrio. Corregir ese intérvalo de soledad, ha sido otra acción dispuesta. Lo que habrá que acotar en este contexto, es sencillo: la vecindad quiere que todo este andamiaje colocado en aras de atacar a los impíos, permanezca en vigencia, que no sea una excelsa medida… pero esporádica.
Los métodos de los “cacos” se van modernizando, utilizando toda una batería de estrategias para lograr operar sin incomodidades imprevistas, haciendo laburos previos de inteligencia, con señales, pintadas y todo tipo de recursos.
Será menester confrontarlos con el definitivo destierro del concepto neurálgico tan usual en épocas obscuras del país. Habrá que prescindir del cruento “No te metás” y ser guardianes de la cuadra, avisando enseguida ante el mínimo desplazamiento extraño. Que nadie se sienta excluido de esta cruzada pro vida. Y que tampoco nadie salte a la yugular con ínfulas estridentes de garantismos estériles que nos han llevado a la cima del dolor.
Por Mario Delgado.-