Algunos vendieron sus autos, otros confiaron sus ahorros y muchos siguen endeudados para un sueño que se transformó en angustia y causa judicial. Cómo viven y sienten los damnificados por los “terrenos municipales” que creyeron comprar.

María trabaja 16 horas por día y sabe que por un año y medio más va mantener la deuda que contrajo con una entidad crediticia para comprar el terreno que la convertiría en propietaria. Ricardo dejó sus ahorros en manos de quien se presentó como representante del Municipio y compró de buena fe lo que nunca fue de él. Marianela vendió su auto para entregar el dinero acordado y hoy tiene en el terreno granza y arena, que ya no le pertenece. Los tres son algunos de los casos que presentaron la denuncia judicial por el escándalo de la supuesta venta ilegal de terrenos a vecinos de nuestra ciudad, en nombre del Municipio.

Unas semanas después de la viralización de audios donde se “armaba” la operación de venta, con la comisión investigadora del HCD escuchando funcionarios y aún esperando que el principal implicado declare en la Justicia como se había anunciado, un grupo de damnificados relata su sentir hoy. Porque más allá de la causa judicial y de los vaivenes políticos, sus vidas fueron trastocadas. Y la buena fe los ubicó en un lugar impensado: la estafa.

Impotencia

Ricardo Gabriel perdió sus ahorros. “No quiero que la gente que ya se hizo algo pierda. Pero me gustaría que yo no me perjudique más de lo que ya estoy”, asegura. Su tierra se ubicaba en Azopardo y Santa Cruz, pero antes de eso le ofrecieron entre 12 y 15 terrenos. Siempre la misma persona, en nombre del Municipio.

“Hoy estoy un poco más tranquilo, estaba con bronca, indignación. Me han pasado tantas cosas, me ha sido tan cruel la vida que tengo esa sensación de que solo me pueden dar fuerza los nietos y mis hijos, pero llega un momento en que te preguntás de qué sirve haber hecho tanto sacrificio para que estos sinvergüenzas se aprovechen de la vulnerabilidad de uno”, dice, con notable angustia.

La sensación la perciben todos. Marianela por ejemplo, vendió su auto para contar con su terreno. Hoy no tiene auto ni terreno y a cambio le quedan deudas. “Hoy hacía mandados, me acordaba y lloraba. Tengo 30 años, estoy estudiando Enfermería, tengo dos nenes y trabajo de limpieza. Es desesperante lo que nos pasó”, dijo la mujer a la que aún le cuesta creer estar en semejante situación. Sobre todo porque “habíamos pensado mucho en nuestra casita, la teníamos diseñada pensando en mi nena de 12 y mi nene de 5 años”.

Todos confiaron, sobre todo porque concurrieron a firmar a una escribanía. “No es que nos regalaron nada, lo compramos y certificamos firmas. Cuando encima hay gente que pone en duda nuestra honestidad, nos ponemos peor!”, agrega María, otras de las mujeres que perdió la esperanza junto con el dinero que invirtió. “Salgo de un trabajo y voy a otro, a veces ando sin dormir”, asegura la mamá de un nene con discapacidad que planeaba “dejarle algo a mi hijo”.

En su caso, supo de la venta de terrenos a un costo menor “porque se lo entregaban dirigentes políticos en campaña”. Allí puso sus ahorros y un préstamo, más el costo de limpiar el lugar. Hoy el trabajo es para pagar el alquiler, el crédito y el cuidado de su hijo. Y eso le implicó dos internaciones en el último mes, por el estrés y el dolor que sintió al escuchar los audios que se divulgaron donde se organizaba “cómo nos iban a joder”.

“En mayo fue el cumple de mi hijo y ahí firmé en la Escribanía. Le dije a mi nene ´acá tenés tu regalo´”, asegura, dolida y con impotencia. En noviembre “me llamó el supuesto dueño, mostrando que el informe de dominio está a nombre de él. En enero hicimos las denuncias”.

Casi todos pagaron alrededor de 500 mil pesos.

“Ni una disculpa”

Los vecinos de la ciudad no solo se sienten estafados sino también humillados. Son víctimas, de eso no hay duda, de la confianza depositada en el referente del Municipio. “Que caiga quien tenga que caer, que caigan todos los sinvergüenzas”, asegura Ricardo. “No le echo la culpa al intendente, pero ¿y el entorno? Espero que sea un poco más humano, que nos dé una mano y nos solucione el problema”, asegura el hombre en cuyo terreno no apareció ningún dueño, “pero yo ya sé que la venta es irregular”.

María no sale de la bronca y espera que la Justicia actúe. “Me daba tanta indignación escuchar cómo planeaban embromarnos sin problemas, hablaban con tanta liviandad”. Por eso es que “me gustaría que la Municipalidad llame a todos, que nos de el terreno para nuestra casa legalmente. Son funcionarios del Intendente y se debe responder por esto”.

El terreno que pagó Marianela se ubica en Corrientes y Azopardo y cuando supo que podría estar en problemas legales pensó en denunciar junto con la primera persona que salió públicamente. Pero al principio “no sabía ni dónde, porque no confiaba en nadie”.

Hoy asegura que “no me llamó nadie, siguen sin dar la cara. El abogado de Legales de la Municipalidad dijo que no podía hablar de los funcionarios, ni de Catastro y que no podía acusar a nadie. Y al tiempito nomas saltó todo esto…”. En un punto coinciden los consultados: “nadie nos llamó, ni siquiera para ofrecernos una disculpa de parte de la gente que nos tiene que proveer bienestar, no problemas”.

Como en casi todos los casos “hay días que confío y hay días que no” sobre el rumbo que tomará la causa. “Todos te dicen que se va a tapar todo, como siempre. Otros te dicen que si, que nos van a devolver la plata o el terreno. Lo único que sé es que tengo la ilusión por el aire”, graficó Marianela.

La misma sensación los inunda a todos los que depositaron lo más preciado en manos del Estado: el sueño de la casa propia.

Fuente: Olavarría Hoy por la periodista Fernanda Alvarez.