Opinión
Indio Solari: separación de aguas
El Indio Solari en Olavarría. Nota de Opinión por Mario Delgado. Foto: Ega Kevorkian.
Ahora resulta que la ciudad del cemento, de las contradicciones, de la inseguridad creciente, de la búsqueda de un horizonte definido, se vuelve un caldero hirviente.
Y suenan las trompetas y se oyen rumores de excelso rock, pese a la distancia que aún resta para algo crucial: la llegada a Olavarría de un artista reconocido y querido por miles: el señor Indio Solari y sus músicos, por supuesto.
Decir que se revolucionó la ultra conservadora comarca, es quedarse corto. Los rumores se hicieron voz de trueno y la confirmación, aparejó delirio, entusiasmo y… controversia, claro.
Desde los nostálgicos que se “tragaron” los deseos de ver y escuchar a “Patricio Rey y Los Redonditos de Ricota”, allá por agosto de 1.997, cuando, con el “circo” armado, tuvieron que enfundar violines por orden del entonces Intendente, el ya fallecido don Helios Eseverri.
Si aquella medida prohibitiva acarreó montañas de charlas, imaginaos las que dispondrá ahorita nomás esta novedad artística. Porque el 11 de marzo del venidero año, el Indio dará su show entre nosotros, (Ver nota aparte) abriendo una puerta al delirio hasta aquí, vedada.
Es comprensible cualquier opinión, favorable o en detrimento. Lo concreto es que no hay más hoteles al alcance de admiradores, y se habilita un registro de personas que reciban en sus casas a visitantes foráneos.
Se estima un movimiento caótico. Un desborde con gente llegando de sitios impensados. Un mar de almas pululando por las arterias de la Olavarría tuya y mía de cada hora.
El Jefe Comunal, doctor Ezequiel Galli, da con esta presentación un paso de fuste. Contrasta con su par de veinte lustros antes. ¿Qué ha variado para que ahora sí sea factible y ayer no? ¿Las condiciones de seguridad o las consonancias políticas?
Porque a nadie debiera huirle de las manos que estamos ante una tremenda acción de carácter ejecutiva y política. Los argumentos que se irán divisando desde las esferas oficiales propician la excusa del turismo y la enorme visualización del distrito que, ya se ubica en boca de los medios nacionales e internacionales. Y de las redes sociales también, obvio.
La sociedad se planta. Exhibe su idea, tanto de pro o de contra. Vecinos, chicos, grandes, ricos, pobres, religiosos, ateos, todos tienen algo para exponer en el pizarrón de las conversaciones.
Se traza una línea imaginaria de color. Un puente separador de aguas. Una “grieta” ciudadana con los que defienden el arribo de don Solari y los que claman por otras prioridades. Porque esta cuestión costará unos lindos pesitos, ¿o no, mis lectores?
Costos y beneficios, analizados cual Asamblea empresarial. La juventud de un Gobierno local que no se deja torcer por barreras, al parecer.
Y vos y yo, otra vez divididos frente a una realidad que nos atravesará.
Por Mario Delgado.-
Crédito foto: Ega Kevorkian – KVK Fotos

