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Erica Irigoyemborde: “Toda una vida de arte”
Recientemente quedó inaugurada la Primera Muestra del año en el Centro Cultural Hogar San José, cuyo Concurso de Artes Visuales, convocó a artistas locales del ámbito de la pintura, el dibujo y el grabado.
La Muestra, que viene a ser la número 46 desde la apertura del Centro, está organizada por la Municipalidad y es colectiva. Fue declarada además de Interés por la Facultad de Bellas Artes de la Universidad de La Plata. Entre tantas figuras ponderables, quedó seleccionada en forma destacable, la señora Érica Irigoyemborde.
La misma, recibió en su casa, junto a su pequeña hija Tatiana, a InfoOlavarría y, entre mates y pinceladas de ensueños, fue contando su historia.
“Pasé mi infancia en el barrio San Vicente. La escuela primaria la hice en San Antonio y la secundaria en la Escuela Normal. Tengo 43 años, mi esposo se llama Gustavo y soy mamá de “Tati”.


¿Cómo nace la pintora en vos? “De chiquita me gustaba dibujar. A los 11 años empecé en la Academia Messineo a estudiar dibujo y pintura precisamente. Hice 7 años de carrera, pasando desde la carbonilla, a la sepia, a la acuarela, a la témpera y al óleo. Allí me formé, adquiriendo toda la correspondiente técnica. Ya en la adolescencia, sentí que era lo mío, que me atrapaba”.
¿Tuviste alguna influencia en la familia; lo heredaste? “Sí, por cierto mi mamá Delia lo hacía muy bien, era su sueño, pero los medios económicos no se lo permitieron. Y ella entonces quería ver en mí lo que no pudo ser, me incentivó, me impulsó para que lo hiciera”.
¿Se podría decir que tenés su “Herencia del arte”? “Efectivamente, lo heredé de ella”.
“Cuando terminé la secundaria, estudié en la Escuela de Artes y también me recibí de maestra. Luego cuando se abrió el profesorado, también lo realicé. Esto me permitió trabajar en establecimientos educativos secundarios, como en la Escuela 51 que fue mi primera e inolvidable experiencia. A su vez, trabajé en la Escuela Rural de Blanca Grande, a la cual viajaba a dedo”.
¿Cómo sigue la pasión por los pinceles? “Más tarde cuando me casé, pude contar con más lugar y convertí mi vivienda en un taller, donde dibujo y pinto y voy guardando todo tipo de objetos para reciclar. Podría decir que reciclo todo el tiempo”.
¿Qué es lo que te motiva a pintar? “La vida misma. He pasado por cosas dolorosas y alegres y, en cada momento, volqué a través de mis cuadros mis sentimientos”.
¿Cómo llegas a la Muestra? “Recibí una invitación por mail, de un proyecto expositivo, desde pintura hasta audiovisual. Mandé mis datos y ante un jurado quedé seleccionada. Que se hiciera en el Centro Cultural es lo máximo. Es un sueño hecho realidad”.
¿Qué propones en la Muestra? ¿Con qué se va a encontrar la gente que la visite? “Estoy en la búsqueda del cambio, experimentar algo nuevo, utilicé mezclas de objetos, latas, materiales de desecho, acrílicos, las variantes en las texturas, quise probar con romper los moldes, hice un click y eso es lo que van a poder apreciar; nada convencional, jugué con los formatos. Mostrar lo que hago es como desnudarte, es una parte tuya”.
¿Admirás en particular a algún artista? “Admiro a varios, aunque no sean de mi estilo: Sux Solar, Antonio Berni y Castagnino”. ¿Te considerás una pintora o una artista? “Es muy grande para mí decir que soy una artista. Creo que me falta mucho. Soy una simple pintora”.
¿Has participado en otras muestras? “Sí, he estado con mis obras en Tandil, Buenos Aires y aquí en el Museo Dámaso Arce”.
¿A dónde aspiras llegar? “Me gustaría mucho estar en ART BA. Sería muy loco exponer en galerías del exterior. Pero hoy toqué el cielo con las manos, exponiendo aquí”.
¿Cómo es tu momento, cuando estás frente a la obra a realizar? “Generalmente de noche es mi momento. Solitaria, sobre todo en los días de lluvia, dejo soltar mi imaginación. Exploro y según mi estado de ánimo, me expreso, es una terapia. Soy espontánea y me dejo llevar por la pintura”.


¿Cómo es Érica, la mujer? “Soy exigente, perfeccionista. A veces no disfruto de ciertas cosas porque estoy indagando en mí y en el otro. Soy además sensible, llorona, ansiosa y ¡ariana!”.
Hoy por hoy, ¿por dónde transcurre tu vida? “Por mi familia que lo es todo, son mi motor, me acompañan y me motivan. Por otro lado, trabajo en varias escuelas: las números 2, 12, 13 y la 16”.
En tus ratos libres, ¿qué te gusta hacer? “En casa me atrae cuidar mis plantas en el jardín, andar en bici, salir a caminar, ir al gimnasio y leer”.
¿Cuál es la mejor enseñanza que le entregas a tus alumnos? “La materia se presta no solo para enseñar lo artístico. Podes llegar más allá de la materia, crear un vínculo más personal, de confianza y comprender la capacidad de cada uno y apoyarlo”.


Un pensamiento para subrayar: “Tener sueños y no abandonarlos. Atreverse a soñar y trabajar para conseguirlos”. ¿Una frase? “Lo difícil se consigue; lo imposible se intenta”.
¿Qué opinión te merece la faz artística de nuestra ciudad? “Los artistas poseen muchos espacios. Deseo que se sigan manteniendo. Se nota que Cultura ha trabajado mucho en estos años y que continúa tal tarea que es muy importante pata todos”.
¿Querés hacer agradecimientos? “Sí, al Centro Cultural San José que me recibieron de la mejor manera, con las puertas abiertas, especialmente a Benjamín Aitala, Martín Othasegui y a todo el personal y por supuesto a mi familia y amigas de siempre. Y los invito a ver la Muestra en las salas del CCHSJ”.
Entrevistas: SOLEDAD RINALDI.-












