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Hablamos de sexo

Mitos sexuales: grandes inhibidores del placer

La sexualidad está tan influida por una serie de mitos, modelos culturales y errores o falta de información que, muchas veces, perturban el placer sexual de varones y mujeres. De hecho, muchos problemas sexuales simplemente se resuelven proporcionando información básica, actualizada y correcta sobre el funcionamiento sexual, sobre el ciclo de respuesta sexual, sobre las creencias y actitudes hacia la sexualidad y sobre cómo nuestra sexualidad cambia a través de las diferentes etapas vitales. Algunos de estos mitos son:

 

  1. ¿Qué es el mito del hombre orquesta? Por qué no conviene darle crédito?

 Suponer que sólo el varón debe tocar el instrumento y simultáneamente dirigir la orquesta, es decir, llevar y conducir, tiene sus raíces en la cultura y su presunto asiento en la biología (en la que los machos, activos, conquistan y “hacen” mientras que las hembras, pasivas, se dejan seducir y “reciben”).

En realidad, los encuentros sexuales dependen de todas las partes involucradas, y su mayor o menor predisposición depende de factores tales como el estado de ánimo, o el grado de estimulación. Los roles son perfectamente intercambiables. Y es muy placentero a veces llevar y otras dejarse llevar y algunas veces tomar la iniciativa y otras aceptar las propuestas de la pareja.
 

  1. Las mujeres sexualmente normales son multiorgásmicas

La capacidad multiorgásmica es una posibilidad de algunas mujeres, no una obligación, y depende de la sensibilidad de cada mujer, del autoconocimiento de su cuerpo, de la capacidad de fantasear y de concentrarse en el estímulo sexual, y de la habilidad de la pareja. El sexo es para disfrutar, no una competencia, por lo tanto si una mujer está satisfecha con un orgasmo, ¿para qué más?

 

  1. El hombre, es un boy scout, siempre dispuesto?

 Esta creencia proviene de la asociación que culturalmente se hace acerca de que el varón debe ser y estar siempre sexualmente activo. En realidad, tanto hombres como mujeres, a veces tenemos ganas y otras veces no, de tener sexo. Y tanto los unos como las otras tenemos el derecho de decir que no si no queremos. No siempre a todo hombre tiene que gustarle la persona que tiene enfrente. Y la sexualidad es un área importante de la vida como para poder decidir cuándo y con quién desarrollarla. El hecho de que un hombre en algún momento decida que no quiere tener sexo forma parte de su derecho a decidir.

 

  1. Qué pasa con la búsqueda de los orgasmos simultáneos?

Suponer que los orgasmos simultáneos son necesarios para tener una vida sexual plena, no sólo constituye un mito sino que muchas veces, crean una presión innecesaria lo cual contribuye a que la pareja no disfrute del encuentro sexual, generándose roces y malos entendidos. En realidad son muy pocas las parejas que lo pueden lograr pues requiere toda una coordinación, un autoconocimiento y conocimiento del otro. Lo interesante en todo caso es plantearlo como un juego y no como una nueva exigencia.

 

  1. El tamaño de los órganos genitales masculinos es fundamental en el goce de la mujer?

Rotundamente es un mito que responde a una gran preocupación de los varones por el tamaño de su pene. Muchos creen que su pene es más pequeño que el promedio, y esta angustia irracional les crea un complejo de inferioridad sexual tan intenso que los hace sentir, ineptos sexualmente y los lleva incluso a privarse de todo placer físico.
Muchos mensajes publicitarios, revistas y películas – particularmente las pornográficas- nos venden un modelo de pene de gran tamaño, superior al promedio. Indudablemente vivimos en una sociedad falocrática, en donde el falo (pene) es considerado un órgano noble, mágico, poderoso y de capital importancia.

En realidad, las mujeres no quedan más o menos satisfechas sexualmente según sea el pene largo o corto, pues la vagina sólo tiene sensibilidad importante en los primeros cinco centímetros (donde se localizan muchas terminales nerviosas). Además, las principales fuentes de estimulación y placer de una mujer se concentran en el clítoris y en los labios en torno a la vagina, que se hallan en la parte externa. Durante la relación sexual lo que importa no es el tamaño del pene, sino la forma de utilizarlo, durante cuánto tiempo, la calidad del erotismo que se ponga en juego durante la relación amorosa de la pareja y, por supuesto, la sensibilidad y habilidad de la pareja que mantiene un encuentro sexual.

 

  1. La pasión se pierde con el matrimonio?

La pasión (palabra que significa sufrimiento) loca y desbordada, no puede ser eterna. No viviríamos para otra cosa. Y nuestro organismo -como el corazón- tiene sus ritmos de expansión y contracción y es importante conocerlos y acostumbrarnos a ellos. Algo similar pasa con nuestro deseo sexual, que puede subir, bajar o mantenerse más o menos estable durante cierto tiempo.

Es cierto que en los primeros tiempos de una relación, los estímulos que se viven por primera vez, suelen tener mucha fuerza; los primeros besos, las primeras caricias, provocan una respuesta fuerte; cuando ese mismo estimulo se repite, el nivel de activación necesario para provocar la respuesta tiene que ser más intenso. En la relación siempre con la misma pareja, se pierde el factor sorpresa y la intensidad de la respuesta disminuye.

Pero no hay que olvidar que una pareja no se mantiene “per se” sino que es necesario, crearla y re-crearla permanentemente: tiene más que ver con nuestra actitud ante la vida y con saber lo que realmente queremos y cómo conseguirlo y conservarlo.

Justamente como el deseo sexual no siempre permanece igual, una “receta” que no suele fallar es organizar un buen fin de semana, con tiempo libre para compartir, sea con un paseo, una visita a un museo, un concierto, una cena romántica, ..

 

  1. Las mujeres podemos tener relaciones sexuales sin afecto por el otro? Es decir, sólo por sexo?

Sexo con amor o sexo sin amor. Cualquiera de estas posiciones es válida, y no están enfrentadas de ninguna manera. Son dos actitudes compatibles en diferentes etapas y momentos de la vida de una mujer.

Disfrutar de la sexualidad sin que haya un compromiso de por medio le permite a algunas mujeres desinhibirse más e, incluso pensar menos en su compañero y más en ella misma en la cama. Puede ser muy divertido, muy placentero y no parece que sea obligatorio el estar enamorado para mantener un encuentro sexual. Incluso en las relaciones sexuales en las que no hay ningún vínculo afectivo, hay entre los dos miembros de la pareja algo que les hace estar juntos: una chispa, una atracción. Es que el sexo está intrínsecamente ligado a la afectividad, pero no tiene por qué estarlo al amor. El ser humano posee un gran abanico de sensaciones, como la atracción, el deseo, el cariño, y de ahí surgen las relaciones. Aunque es difícil que dos personas que comparten libremente el sexo no sientan algo la una por la otra, ese sentimiento no debe ser necesariamente amor, pero sí sensaciones placenteras.

 

  1. Es un mito que si las mujeres le piden usar preservativo o un test de VIH, la pareja las dejará?.

Es posible que esto suceda en la realidad, pero aun cuando sea así pienso que el cuidado de uno mismo, el quererse es fundamental para querer al otro. Y, este cuidado, es sumamente necesario si queremos gozar de una sexualidad, llena de erotismo y sensualidad.

 

Lic. Diana M. Resnicoff
Psicóloga clínica. Sexóloga clínica.
Teléfono:+54 9 11 6783 9364
E-mail: dianaresnicoff@e-sexualidad.com
Página Web: http://www.e-sexualidad.com

 

infoolavarria

 Farmacias de turno en Olavarría Facultad de Derecho