Opinión
Opinión: ¡Bien por “Bachicha”!
En un contexto impregnado por los vientos político – partidarios que soplan con intensidad, la Cuarta Sesión del Período Ordinario del HCD local, se mantuvo al margen, al menos en esta precisa ocasión, y dio curso a aprobar sin disensos, los asuntos que se mencionaron sobre los pupitres.
Con la remoción del nombre del bloque del arco oficialista, y con una cuestión que se empieza a advertir, más allá de las instancias puntuales, y las lógicas excepciones: daría la impresión, mis amigos lectores, que los ítems llegan ya pulidos, ya debatidos en las respectivas comisiones, durante los días previos. Por supuesto que es de aguardar, no obstante, que en el transcurso de otra asamblea legislativa, surjan las discusiones apasionadas dentro de las paredes de Rivadavia 3.038.
La tarde tuvo un solo cuarto intermedio y todo el proceso duró una hora. Tiempo más que suficiente para tratar los expedientes previstos y para rendir un sentido homenaje al cotidiano andar de la gente que hace posible el Centro Hípico Adaptado “Bachicha”, allá por Ituzaingó sur, de la Asociación Olavarriense de Hipoterapia.
Fue la edil radical, la abogada Fernanda Araneo, quien justificó este proyecto tendiente a declarar de interés Legislativo Municipal, tal obra en pos de mejorar la calidad de vida de personas con capacidades diferentes, las que encuentran, y a través de los equinos fundamentalmente, una nueva visión de las cosas, una novel motivación, un contagioso entusiasmo.
La concejal citó las diversas problemáticas que reciben atento cuidado en este lugar, y expresó que el nombre de “Bachicha”, proviene del primer caballo utilizado allí mismo para trabajar en favor de una re adaptación de los pacientes.
En ese predio se brinda “a niños o jóvenes con cualquier tipo de discapacidad, algún problema de integración social, una nueva esperanza rehabilitadora, mediante terapias asistidas por equinos”, anunció Araneo. También sirve, a entender de la concejal, “para fomentar la solidaridad, el afán de superación y es una inyección de ánimo a su vez, para los familiares del involucrado”.
El centro dispone de las comodidades pertinentes y de un equipo de profesionales acorde a las circunstancias, citó la referente de la UCR, e inclusive disponen de una nutrida biblioteca. Otro logro atrayente consiste en que “la Federación Ecuestre Argentina, especializada en la faz deportiva, está a punto de arrancar con la operatoria de rehabilitar con animales y tomará como modelo de acción, lo realizado en Olavarría”, concluyó Fernanda Araneo.
Una vez aprobada por unanimidad esta idea, el doctor Aldo Lauriat, uno de los artífices de la entidad, le explicó a INFOOLAVARRÍA, muy contento por cierto, lo siguiente: “Estamos alegres por esta distinción y nuestro primordial anhelo es , desde el vamos, que nos conozcan. Y buscamos ser evaluados. Porque tenemos una responsabilidad ante los papás y ante las almas que confían en nosotros y lo que exigimos, entonces, es que nos examinen para corroborar si lo que decimos es verdad, es auténtico”.
Aunque claro tal actitud se condice con la experiencia, puesto que “hemos pasado exámenes a nivel nacional e internacional. En octubre sin ir más lejos, estaremos otra vez en la Universidad de Barcelona, España. Ellos tienen un Master en Rehabilitación y nosotros vamos a dar charlas sobre la forma de actuar que realizamos acá”, afirmó el profesional médico.
Por Mario Delgado.-
Opinión
Lo bueno de tener prioridades
Tener prioridades es realmente óptimo: sugiere, entre otras cosas, que el individuo o los gobiernos de los tres niveles, poseen un criterio juicioso, y cuentan, además, con un proyecto de vida de largo alcance.
Marcar las cuestiones a realizar o resolver con premura, habla bien y nos habilita a creer que hay una contemplación completa de la realidad, y, en base a tal visión, se planea un estricto núcleo de objetivos a cumplimentar.
Marchar por la senda sin rumbo, sin norte ni guía, es mala o necia, al menos, señal. Por tal motivo se interpela siempre a cada quien, contar con una agenda al alcance de la diestra. Y activar los hilos en consecuencia, desde luego.
A propósito, este pequeño marco introductorio pretende depositarnos, mis amigos, en un ítem crucial para la concreción individual y colectiva como ciudadanos plenos. Y, conviene por cierto mencionar, la imposibilidad de seguir guitarreando en esta temática que ofreceremos, y desprenderla lo antes posible, de fanatismos partidistas. Me refiero en concreto a la Educación nuestra, en esta nación gloriosa.
Se ha difundido hace horas atrás un informe contundente por parte de la señora Ministra de Educación de CABA que sentencia con supina espontaneidad, los vericuetos de la niñez y adolescencia que no transitan por un camino elogiable en materia de aprendizaje, llegando a terminar la Primaria o estar en Tercer Año de la Secundaria y no saber leer y escribir sin yerros y tampoco poder comprender y explicar con palabras propias, un texto cualquiera.
Tamaña deficiencia se ata, en cierta manera, al tiempo de parálisis escolar impreso por la pandemia y la sucesión de cuarentenas. Podríamos asimilar tal contingencia en mayor o menor talante; sin embargo las deducciones del informe van más allá del proceso frontal del Covid 19 y sus medidas aleatorias. El problema a aceptar sin disimulos ni excusas mantiene firme la idea de que, en rigor de verdad, hay un drama previo, un dilema estructural que se agudizó con el virus chino, pero no es solamente esta reciente etapa dispar, entre la virtualidad y la ausencia en las aulas.
Aún se agrega otro condimento no menor: se ha hecho un relevamiento entre una determinada cantidad de chicos, de entre 12 y 16 años, para averiguar si logran captar los subtítulos de las películas habladas en inglés u otro idioma, en cines o dispositivos hogareños. El análisis resulta desalentador, puesto que la gran mayoría, expresa no alcanzar a leer en tiempo real los zócalos correspondientes, no por interferencias en la visión, sino por no saber leer de corrido.
El temido abandono del noble hábito de la cotidiana lectura, es una incómoda piedra puntiaguda en el calzado. Y no se notan visos de mejoría.
Como daño colateral, por otra parte, del virus coronado, se ha comprobado que alrededor de 600.000 alumnos en el territorio nacional y 200.000 en la Provincia de Buenos Aires, no retornaron a sus establecimientos educativos al abrirse la famosa y tardía presencialidad.
Un escándalo, sin objeciones de ninguna naturaleza. ¿Y ahora, quién carga con semejante cruz social? Porque, ¿alguien puede aseverarnos que tales pibas y pibes, volverán raudos a sus obligaciones escolares, al ser visitados por un docente o asistente social?
Una auténtica lástima que redobla la apuesta a constatar en qué sitio hemos colocado a la educación. Obvio, que ha descendido varios peldaños de cómo supo hallarse situada otrora.
Por Mario Delgado.-
Opinión
Te acostumbrás
Un amigo, un poco mayor que yo, me graficaba ayer que, en rigor de verdad, los argentinos nos vamos acomodando, nos adaptamos, con suma ductilidad, aunque refunfuñemos, a ciertas cuestiones demenciales que debieran sacarnos de quicio y movilizarnos de otra manera.
“Te acostumbrás”, me pontificó, despejando incluso con tal frase, cualquier sombra de duda que pudiera subsistir aún. No hay pena ni atropello que no se nos haya puesto de manifiesto, y, sin embargo, continuamos erguidos como sociedad y metidos cada quien en lo suyo.
La escasa atención que le brindamos a los sucesos del entorno, tal vez tenga mucho que ver con las instancias personales de cada sujeto. Las ocupaciones son cada vez más en base a que el dinero rinde menos.
Se naturaliza la opción del mayor esfuerzo y la gente dispuesta, sale en pos de ganarse el cada día más caro, pan vital. Una pequeña gran gragea, un botoncito de muestra que nos revuelve la panza, pero, reitero, no todavía como la contingencia requiere de un pueblo auténticamente agobiado y harto.
Los niveles de corrupción piramidal se elevan a la enésima potencia, revolean bolsos con dinero mal habido en conventos o cuentan plata afanada en sendos videos virales, y todo gira sin más que algún comentario atrevido, desafiando a la ya incorporada manía de soportar y sobrellevar el drama, las culpas de otros.
No se hace ni siquiera un necesario gasoducto y luego llegan los “verseros” de siempre, con excusas y mensajes altisonantes. Y los robadores de vacunas contra el Covid se pasean orondos, dando cátedras seguro, de cómo fomentar el buen turismo ahora que todo mundo acató órdenes salvadoras. Hipócritas impíos, exonerados por el poder, como un tal Firmenich o un viscoso Verbitsky. Falsedades convertidas en relatos presumiblemente verídicos, para entretener a la platea boquiabierta, que no despierta.
En tal contexto de locura y terror, no escasean los heridores del campo, los que nada saben del trabajo aguerrido de los productores chicos o medianos, y demonizan al sector, olvidando que de ahí emana el 65 % de lo que consume el argentino.
Y nos quedaría chico el espacio para ir citando con mayúsculas, si lo desean, los yerros y las tropelías de los poderosos que se apoltronan en sus sillones, bebiendo en copas de oro, el sudor de los humildes.
Ya probaron el sabor de dominar a una población encerrada y muerta de miedo e incertidumbre y van a ir por más perversidades. Porque no les importa subsanar las necesidades básicas, ni mejorar la calidad de vida del ser humano; sólo ansían llenar sus propias arcas, permanecer y ampliar la red de mantenidos por el Estado, que son los votantes cautivos, los temerosos que no se irán del redil por no perder sus planes sociales.
Mientras la inflación consume las billeteras y separa a familias enteras, ahorcadas y sin solución, al tiempo que la inseguridad y la droga incrementa su paso fuerte y mortal, se encienden los doble discursos, las linternitas de los jetones de ocasión, charlatanes de bar, sin programas efectivos para mutar tanta mugre.
Te acostumbrás, es cierto y penoso, a convivir con la putrefacción y contemplar sin esperanzas el panorama difuso del país que amás.
Por Mario Delgado.-