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Marcos Pacheco: la “perlita” del folklore

En una espléndida y cómoda quinta del Parque Arano, los sonidos de la sala de ensayo, trascienden. Porque se cuelan por los poros de la piel y el alma de cada quien que escucha los mismos. Y no hay fin cuando Marcos Pacheco, con nueve años de edad, bautizado por este periodista “La perlita” del folklore, inicia la actividad de preparar los temas musicales, junto a sus “cumpas” de ruta: “Coco” Macías en guitarra y Ezequiel Osellame en bombo. Por Mario Delgado.

Este trío es una auténtica catapulta, impulsada hacia adelante, hacia un futuro musical promisorio. Marquitos arrancó a cantar en un asado y de ahí en más, no se ha detenido. Claro que su amor por lo nativo, nació con él: “desde muy niño, me gustó la música, le cuenta a INFOOLAVARRÍA, pero tenía cierta timidez, hasta que a partir de cantar en una fiesta, en un asado, me empecé a desatar. Luego debuté en la Peña por don Julio Peñalba, en Mariano Moreno, allá por octubre de 2014”.
La sonrisa del talentoso cantorcito es contagiosa. Orgullosos sus papás, lo miran y oyen mientras resuena una zamba “polenta”. “Tenemos la guitarra de Ezequiel ‘Coco´ Macías y le agregamos hace poquito el bombo de Ezequiel Osellame para convertirnos en un trío”, explica Marcos, quien agrega que “mi principal referente a la hora de elegir temas es don Carlos Ramón Fernández, a quien conocí en Tandil”.

Los mensajes y las melodías son tenidos en cuenta al preciso instante de bucear en repertorios de artistas ya conocidos, como el mencionado “Chacarero cantor” u otros. En consonancia, queridos lectores, la habitación que hace las veces de sala de ensayo, se ha ido poblando de nuevos elementos técnicos: “Hemos comprado un equipo de sonido, con bafles, consola y micrófonos, lo que nos habilita a ensayar con comodidad y tranquilidad”, subraya “La perlita”.

El acompañamiento familiar es loable; sus padres y abuelos permanecen a su lado en los eventos y apoyan su decisión de cantar. “Mi abuela tocaba la guitarra y componía canciones”, explica Marcos, remontándose quizá hacia los orígenes genéticos de su vocación artística.

Marquitos sube a los escenarios vestido de gaucho, porque “Yo vivo mucho esto, siento que poseo un don para cantar y amo el folklore”, dice convencido. En cuanto a proyectos, apunta: “Este año lo que quiero es estar en las carpas del ‘Festival Nacional de Doma y Folklore’ local, para que la gente me conozca más, también continuar asistiendo a peñas y encuentros benéficos. Estamos conjuntamente con el Grupo Solidario ‘Juntemos las Manos’, en vísperas de grabar un CD para difundir mis temas y por supuesto que vamos a seguir participando también por fuera de las fronteras de Olavarría, como ya lo hemos concretado”.
Los folkloristas de experiencia, animan al novel cantante, mas ¿qué pasa con el público? ¿Cómo reacciona frente a Marcos Pacheco y su música? “La gente me alienta, mis ademanes la enloquecen, y salen a bailar con alegría”, refleja el entrevistado.

La escuela Mariano Moreno recibe durante el ciclo lectivo al niño prodigio, que pasó a quinto. “Convino las dos cosas bien, asistir a clases y cantar; no pierdo de vista mi educación”, afirma Pacheco. Concluimos la nota con un consejo de Marcos dirigido a otros niños que “a lo mejor bailan o cantan y no se atreven a hacerlo ante personas ajenas a la familia. Yo los insto a que venzan ese miedo y se lancen, es muy emocionante poder hacer lo que uno tanto quiere y disfrutarlo cada día, con dedicación y esfuerzo, todo llega”, sentencia el folklorista, antes de dar rienda suelta a los ensayos pertinentes.

Por Mario Delgado.-

 Farmacias de turno en Olavarría Facultad de Derecho