La voluntad de dar

Noche de emociones diversas, donde se compaginaron varias aristas, donde se pasó de la alegría al corazón sensibilizado por la colaboración genuina del público en un nuevo festival solidario del Grupo “Juntemos las Manos, en el salón anexo de la Iglesia Nuestra Señora de la Esperanza, en Ayacucho y Mitre, este 22 de febrero. Fotografía: Miguel Ferreyra.

Con un marco acorde de asistentes, el coqueto lugar fue recibiendo a partir de las 21 horas, una caravana incesante de artistas de primer nivel que desgranaron su talento, acudiendo a distintos géneros musicales en esta ocasión en la cual se tendió un puente benéfico para tres personas en particular.
Por un lado y tal como se había previsto, mis amigos, se le entregó dinero a la señora Eliana Arias que lleva adelante un costoso y penoso tratamiento médico. Se le otorgó en mano la suma de 2.000 pesos. Además se procedió a ayudar a Lautaro Carrizo, un niño con problemas de salud, con 500 pesos. Por último se le acercó al señor Ezequiel Osellame la cifra de 600 pesos para la compra de un audífono.
La Asociación Civil convocante agradece sobremanera a los comercios e instituciones que hicieron viable el encuentro, como así también por supuesto a la interesante cantidad de colaboradores voluntarios que el acontecimiento requirió.
Destacamos la obra artística de quienes dieron su presente en el escenario: Stefanía Acuña, María Cristina y Flavia Stramessi que debutaron musicalmente; Daniel Ottino con la incursión melódica; Cristian Jaime; Marcos Pacheco y su conjunto; Coco Macías; Agrupación Sentimiento con la profe Ángeles Serantes; Daniel Salías; Franco Bustos; Gonzalo Salicio; El Grupo de la Esperanza, con un estridente respaldo del público; y los “forasteros” que muy gentiles se sumaron a la propuesta: de la ciudad de Azul, José Luis “El Galza” y desde Tandil: Matías Cattaneo y el “Pampa” Lobos.

Buena venta en la cantina. Buen ánimo en la concurrencia. Y ganas de danzar al ritmo del folklore o de la cumbia. Y un profundo anhelo que nace del alma de cada quien: continuar en la senda de la noble disposición, cada vez que sean demandados los servicios. Pasadas las 2:30 la puerta se cerró, abriéndole sin dudas su espacio a la próxima peña que ya se anunciará en breve.
Por Mario Delgado.-