\u201cTe acostumbr\u00e1s\u201d, me pontific\u00f3, despejando incluso con tal frase, cualquier sombra de duda que pudiera subsistir a\u00fan. No hay pena ni atropello que no se nos haya puesto de manifiesto, y, sin embargo, continuamos erguidos como sociedad y metidos cada quien en lo suyo.\u00a0<\/span><\/p>\n

La escasa atenci\u00f3n que le brindamos a los sucesos del entorno, tal vez tenga mucho que ver con las instancias personales de cada sujeto. Las ocupaciones son cada vez m\u00e1s en base a que el dinero rinde menos.\u00a0<\/span><\/p>\n

Se naturaliza la opci\u00f3n del mayor esfuerzo y la gente dispuesta, sale en pos de ganarse el cada d\u00eda m\u00e1s caro, pan vital. Una peque\u00f1a gran gragea, un botoncito de muestra que nos revuelve la panza, pero, reitero, no todav\u00eda como la contingencia requiere de un pueblo aut\u00e9nticamente agobiado y harto.\u00a0<\/span><\/p>\n

Los niveles de corrupci\u00f3n piramidal se elevan a la en\u00e9sima potencia, revolean bolsos con dinero mal habido en conventos o cuentan plata afanada en sendos videos virales, y todo gira sin m\u00e1s que alg\u00fan comentario atrevido, desafiando a la ya incorporada man\u00eda de soportar y sobrellevar el drama, las culpas de otros.\u00a0<\/span><\/p>\n

No se hace ni siquiera un necesario gasoducto y luego llegan los \u201cverseros\u201d de siempre, con excusas y mensajes altisonantes. Y los robadores de vacunas contra el Covid se pasean orondos, dando c\u00e1tedras seguro, de c\u00f3mo fomentar el buen turismo ahora que todo mundo acat\u00f3 \u00f3rdenes salvadoras. Hip\u00f3critas imp\u00edos, exonerados por el poder, como un tal Firmenich o un viscoso Verbitsky. Falsedades convertidas en relatos presumiblemente ver\u00eddicos, para entretener a la platea boquiabierta, que no despierta.<\/p>\n

En tal contexto de locura y terror, no escasean los heridores del campo, los que nada saben del trabajo aguerrido de los productores chicos o medianos, y demonizan al sector, olvidando que de ah\u00ed emana el 65 % de lo que consume el argentino.\u00a0<\/span><\/p>\n

Y nos quedar\u00eda chico el espacio para ir citando con may\u00fasculas, si lo desean, los yerros y las tropel\u00edas de los poderosos que se apoltronan en sus sillones, bebiendo en copas de oro, el sudor de los humildes.\u00a0<\/span><\/p>\n

Ya probaron el sabor de dominar a una poblaci\u00f3n encerrada y muerta de miedo e incertidumbre y van a ir por m\u00e1s perversidades. Porque no les importa subsanar las necesidades b\u00e1sicas, ni mejorar la calidad de vida del ser humano; s\u00f3lo ans\u00edan llenar sus propias arcas, permanecer y ampliar la red de mantenidos por el Estado, que son los votantes cautivos, los temerosos que no se ir\u00e1n del redil por no perder sus planes sociales.\u00a0<\/span><\/p>\n

Mientras la inflaci\u00f3n consume las billeteras y separa a familias enteras, ahorcadas y sin soluci\u00f3n, al tiempo que la inseguridad y la droga incrementa su paso fuerte y mortal, se encienden los doble discursos, las linternitas de los jetones de ocasi\u00f3n, charlatanes de bar, sin programas efectivos para mutar tanta mugre.\u00a0<\/span><\/p>\n

Te acostumbr\u00e1s, es cierto y penoso, a convivir con la putrefacci\u00f3n y contemplar sin esperanzas el panorama difuso del pa\u00eds que am\u00e1s.\u00a0<\/span><\/p>\n

Por Mario Delgado.-\u00a0 \u00a0<\/span><\/p>\n

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Un amigo, un poco mayor que yo, me graficaba ayer que, en rigor de verdad, los argentinos nos vamos acomodando, nos adaptamos, con suma ductilidad, aunque refunfu\u00f1emos, a ciertas cuestiones demenciales que debieran sacarnos de quicio y movilizarnos de otra manera.\u00a0<\/p>\n","protected":false},"author":12,"featured_media":37348,"comment_status":"closed","ping_status":"open","sticky":false,"template":"","format":"standard","meta":{"jetpack_post_was_ever_published":false,"_jetpack_newsletter_access":"","_jetpack_dont_email_post_to_subs":false,"_jetpack_newsletter_tier_id":0,"_jetpack_memberships_contains_paywalled_content":false,"_jetpack_memberships_contains_paid_content":false,"footnotes":"","jetpack_publicize_message":"","jetpack_publicize_feature_enabled":true,"jetpack_social_post_already_shared":true,"jetpack_social_options":{"image_generator_settings":{"template":"highway","enabled":false}}},"categories":[102],"tags":[],"jetpack_publicize_connections":[],"jetpack_featured_media_url":"https:\/\/i0.wp.com\/infoolavarria.com\/wp-content\/uploads\/2017\/11\/mario-delgado.gif?fit=800%2C400&ssl=1","jetpack_sharing_enabled":true,"_links":{"self":[{"href":"https:\/\/infoolavarria.com\/wp-json\/wp\/v2\/posts\/75318"}],"collection":[{"href":"https:\/\/infoolavarria.com\/wp-json\/wp\/v2\/posts"}],"about":[{"href":"https:\/\/infoolavarria.com\/wp-json\/wp\/v2\/types\/post"}],"author":[{"embeddable":true,"href":"https:\/\/infoolavarria.com\/wp-json\/wp\/v2\/users\/12"}],"replies":[{"embeddable":true,"href":"https:\/\/infoolavarria.com\/wp-json\/wp\/v2\/comments?post=75318"}],"version-history":[{"count":1,"href":"https:\/\/infoolavarria.com\/wp-json\/wp\/v2\/posts\/75318\/revisions"}],"predecessor-version":[{"id":75319,"href":"https:\/\/infoolavarria.com\/wp-json\/wp\/v2\/posts\/75318\/revisions\/75319"}],"wp:featuredmedia":[{"embeddable":true,"href":"https:\/\/infoolavarria.com\/wp-json\/wp\/v2\/media\/37348"}],"wp:attachment":[{"href":"https:\/\/infoolavarria.com\/wp-json\/wp\/v2\/media?parent=75318"}],"wp:term":[{"taxonomy":"category","embeddable":true,"href":"https:\/\/infoolavarria.com\/wp-json\/wp\/v2\/categories?post=75318"},{"taxonomy":"post_tag","embeddable":true,"href":"https:\/\/infoolavarria.com\/wp-json\/wp\/v2\/tags?post=75318"}],"curies":[{"name":"wp","href":"https:\/\/api.w.org\/{rel}","templated":true}]}}