Lindo poder vivirlo y contarlo. Triste, no obstante, interpretar que ya no se mide nada con la vara de la idea fija, determinante; por el contrario, vale en su reemplazo, la varilla del v\u00fametro del pragmatismo.<\/p>\n

La vista se clava en los pr\u00f3ximos meses. Es harto extra\u00f1o, sintetizar una observaci\u00f3n, un proyecto real de largo alcance. Cuenta el presente m\u00e1gico, vol\u00e1til, extenuante y proclive al estr\u00e9s. Ma\u00f1ana, veremos. \u00bfPara qu\u00e9 apresurarnos? Adem\u00e1s, en tal contexto, con este tel\u00f3n de fondo, hasta quiz\u00e1 mi peor enemigo, logre llegar a convertirse en mi \u00f3ptimo aliado.<\/p>\n

Quienes buscan entonces, criterios de fuste, frases axiom\u00e1ticas que hagan historia, se quedan a mitad de camino, sin argumentos seductores. Individuos quijotescos que tendr\u00e1n que adaptarse, tarde o temprano.
\nNada es definitivo. La modificaci\u00f3n puede estar ah\u00ed nom\u00e1s, al cruzar la calle. Lo que hasta ayer era eje de una charla, hoy ya es olvido. Sentencias de la inmediatez, del desparpajo en el que nos hemos sumido.
\nSe intenta avalar lo inexplicable y se atacan los valores como si todo fuese lo mismo. La mujer del a\u00f1o suele resultar una travesti y se desmorona lo fundacional en base a ideolog\u00edas extranjeras, tra\u00eddas de los pelos de notorias inconductas que tampoco nos conducir\u00e1n al prometido Para\u00edso.<\/p>\n

Hay maestros que no saben leer de corrido y alumnos que se drogan en clase. Delincuentes presos por robar un par de gallinas y otros libres por portaci\u00f3n de excelsa billetera. Estamos sometidos a la dominaci\u00f3n extrema del dinero: sin \u00e9l, las penurias se multiplican en ventanillas y oficinas.<\/p>\n

Se convive a diario con acuerdos no cumplidos y con estigmas sin certificaci\u00f3n pr\u00e1ctica. Pocos creen en algo; escasos son los que conf\u00edan en otro sujeto. Ni siquiera los documentos rubricados alcanzan, ya que todo se falsifica, se tergiversa con facilidad.
\nCon este tel\u00f3n de fondo, hay quienes discursan sobre el hambre del pueblo y dictan c\u00e1tedras al respecto. Aunque no ceden ni un \u00e1pice de su abultado sueldo en reconocida cooperativa o en la Comuna. As\u00ed cualquiera. \u201cHac\u00e9 lo que yo digo, pero no lo que yo hago\u201d, pontifica el refr\u00e1n.<\/p>\n

Y se entrelaza todo: lo pol\u00edtico partidario con la necesidad concreta de vecinos que la pasan mal. Algunos sin trabajo, otros directamente sin gas para cocinar. Se barajan las cartas marcadas de antemano.<\/p>\n

A prop\u00f3sito, id\u00e9ntico panorama se palp\u00f3 en los inicios de la d\u00e9cada del dos mil, con la concreci\u00f3n por aquellos lustros de la emblem\u00e1tica \u201cComisi\u00f3n de Desocupados\u201d. Se reun\u00edan en la sede del SOECO, sobre la Coronel Su\u00e1rez, all\u00e1 en Pueblo Nuevo.
\nSe articulaba entre el Municipio, las iglesias cat\u00f3licas y evang\u00e9licas y la sociedad en su conjunto. Y figuras como Oscar Mandagar\u00e1n, el padre Jes\u00fas Mend\u00eda, el pastor Jorge Videla, la doctora Stella Dufour de Desarrollo Social y tantos otros an\u00f3nimos que ayudaron, pusieron su granito de arena.<\/p>\n

Se hicieron recitales, bonos, colectas y hasta se consigui\u00f3 trabajo para 200 almas en el barrio Facundo Quiroga. Cuesti\u00f3n de voluntades unidas de verdad. Sin estropicios. Sin l\u00edos ni faltas de respeto. Con el hombro puesto entre todos.<\/p>\n

Por eso, es muy raro que alguien con memoria se estremezca ante estas circunstancias tan aciagas. La pel\u00edcula se archiva en el cerebro y los ciudadanos valen m\u00e1s de lo que suponen los agitadores de hule. Solo hay que revisar archivos y mirar desde la atalaya de la imparcialidad.
\nPor Mario Delgado.-<\/p>\n","protected":false},"excerpt":{"rendered":"

Din\u00e1micos momentos son estos. De definiciones, de sellar acuerdos, de uniones imprevistas y despliegues de estrategias. Hora crucial para centellear en el aire, la lapicera de mando, firmando avales y poniendo nombres en las venideras listas.<\/p>\n","protected":false},"author":12,"featured_media":37348,"comment_status":"closed","ping_status":"open","sticky":false,"template":"","format":"standard","meta":{"jetpack_post_was_ever_published":false,"_jetpack_newsletter_access":"","_jetpack_dont_email_post_to_subs":false,"_jetpack_newsletter_tier_id":0,"_jetpack_memberships_contains_paywalled_content":false,"_jetpack_memberships_contains_paid_content":false,"footnotes":"","jetpack_publicize_message":"","jetpack_publicize_feature_enabled":true,"jetpack_social_post_already_shared":false,"jetpack_social_options":{"image_generator_settings":{"template":"highway","enabled":false}}},"categories":[102],"tags":[],"jetpack_publicize_connections":[],"jetpack_featured_media_url":"https:\/\/i0.wp.com\/infoolavarria.com\/wp-content\/uploads\/2017\/11\/mario-delgado.gif?fit=800%2C400&ssl=1","jetpack_sharing_enabled":true,"_links":{"self":[{"href":"https:\/\/infoolavarria.com\/wp-json\/wp\/v2\/posts\/52495"}],"collection":[{"href":"https:\/\/infoolavarria.com\/wp-json\/wp\/v2\/posts"}],"about":[{"href":"https:\/\/infoolavarria.com\/wp-json\/wp\/v2\/types\/post"}],"author":[{"embeddable":true,"href":"https:\/\/infoolavarria.com\/wp-json\/wp\/v2\/users\/12"}],"replies":[{"embeddable":true,"href":"https:\/\/infoolavarria.com\/wp-json\/wp\/v2\/comments?post=52495"}],"version-history":[{"count":0,"href":"https:\/\/infoolavarria.com\/wp-json\/wp\/v2\/posts\/52495\/revisions"}],"wp:featuredmedia":[{"embeddable":true,"href":"https:\/\/infoolavarria.com\/wp-json\/wp\/v2\/media\/37348"}],"wp:attachment":[{"href":"https:\/\/infoolavarria.com\/wp-json\/wp\/v2\/media?parent=52495"}],"wp:term":[{"taxonomy":"category","embeddable":true,"href":"https:\/\/infoolavarria.com\/wp-json\/wp\/v2\/categories?post=52495"},{"taxonomy":"post_tag","embeddable":true,"href":"https:\/\/infoolavarria.com\/wp-json\/wp\/v2\/tags?post=52495"}],"curies":[{"name":"wp","href":"https:\/\/api.w.org\/{rel}","templated":true}]}}