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Los gritos desaforados de la poblaci\u00f3n argentina, o gran parte de ella, instando en los inicios de los 2000 a \u201c\u00a1Que se vayan todos!\u201d, ha quedado en el imperfecto olvido colectivo. Triste es reconocer,  empero, que no se fue absolutamente nadie; y, en todo caso, se recicl\u00f3 un poquito el plantel, se maquill\u00f3 y volvi\u00f3 al ruedo con mayores \u00ednfulas incluso. <\/p>\n\n\n\n

Errores de la idiosincrasia nuestra de no recordar nada o hacerlo solamente a medias. Los ciclos se replican y lo asumimos como si tal cosa fuese \u00f3ptima. Incre\u00edble devoci\u00f3n nacional por tropezar con id\u00e9nticas piedras. O sea, al decir de un sabio: \u201cNo hemos aprendido nada a\u00fan\u201d. <\/p>\n\n\n\n

\u00bfC\u00f3mo pueden sugerir soluciones hoy, quienes fueron integrantes de la troupe de aquellos que nos han ido arrastrando al vac\u00edo c\u00f3smico?<\/p>\n\n\n\n

Escucharlos siquiera, ya representa una actitud absurda de un pueblo acuciado por la crisis econ\u00f3mica actual y el no despegue de un Gobierno que, es verdad, se estimaba, iba a desarrollar otra agenda. <\/p>\n\n\n\n

En los devenires de la realidad argentina, cualquier cosa puede acaecer. Hasta que gane otra vez el cristinismo, con todo lo que eso acarrear\u00eda para nosotros los mortales. Sin embargo, hay personas de bien que anhelan con ansias su regreso con gloria porque no les est\u00e1 yendo para nada bien ahorita mismo. <\/p>\n\n\n\n

La plata se evapora y no divisamos nada m\u00e1s. Ni las obras, ni la lucha tenaz contra el narcotr\u00e1fico, suplantan la necesidad ciudadana de llenar los changos en los s\u00faper con menos dinero del que hoy, hace falta. <\/p>\n\n\n\n

Claro que resistir en soledad no da frutos. Porque puede significar, entre otros t\u00f3picos, sufrir malas interpretaciones de los conciudadanos. Y vivimos inmersos en una grieta de divisiones continuas. Cualquier excusa es potenciada para agredir al otro, para descalificarlo. <\/p>\n\n\n\n

No pensar igual que la manada, nunca fue ejercicio ponderable. Descubrir, cual lobos esteparios, el busto de la hipocres\u00eda, tampoco. Es mejor a veces, seguir la farsa y hacer como que no vemos nada m\u00e1s all\u00e1 del horizonte. <\/p>\n\n\n\n

\u00bfPero es cierto, realmente, amigos, que hay personas que creen a pies juntillas, en futuros milagros si tal o cual pisa otra vez Casa Rosada? <\/p>\n\n\n\n

Aunque tampoco es cuesti\u00f3n de desconfiar s\u00f3lo de una l\u00ednea de acci\u00f3n. Porque revisar la lista de oferentes, tambi\u00e9n despierta suspicacias varias. Es que, inconscientemente, cruzamos la senda del tiempo y nos topamos con el irredento pasado. <\/p>\n\n\n\n

Entonces en un instante de lucidez supino, lloramos y nos rompemos las vestiduras, como har\u00edan los antiguos, al encontrarnos con el temible contexto que nos encierra, dej\u00e1ndonos sin respiro. \u00a1NO SE FUE NADIE! Esa es la ret\u00f3rica conceptual y pr\u00e1ctica que no nos quieren dejar observar. <\/p>\n\n\n\n

En un pa\u00eds donde tristemente escasea el trabajo y se cierran f\u00e1bricas, hay no obstante, un rubro con buena disposici\u00f3n laboral: las maquilladoras. Ellas est\u00e1n de parabienes con la agenda llena de laburo. <\/p>\n\n\n\n

\u00bfSe me comprende..?<\/p>\n\n\n\n

Por Mario Delgado.-   <\/p>\n","protected":false},"excerpt":{"rendered":"

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