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La absurda y cobarde muerte de Valeria Cazola en manos de su pareja, Jorge Alberto Villanueva, en aquella humilde pensi\u00f3n propiedad de un se\u00f1or h\u00fangaro, ubicada en Avenida Alberdi casi San Mart\u00edn, un jueves 12 de junio de 2008, no ha quedado solamente resguardada en los anales policiales: ahora cobr\u00f3 de pronto vigencia e intensidad de una manera ejemplificadora.\u00a0<\/p>\n\n\n\n

En ese momento tan tremendo, una cosa trajo la otra y en medio de una discusi\u00f3n, en esas cuatro paredes desnudas, el hombre que dec\u00eda amarla, tom\u00f3 un cuchillo y apu\u00f1al\u00f3 reiteradas veces a quien, supuestamente, insistimos, era su gran amor. <\/p>\n\n\n\n

La joven piba perdi\u00f3 su vida a los 24 a\u00f1os, dejando descendencia y dolor entre los suyos. El asesino sali\u00f3 afuera de la pieza y se comunic\u00f3 con un amigo en estos t\u00e9rminos: \u201cMe mand\u00e9 una macana\u201d, le asever\u00f3, achac\u00e1ndose el crimen pero calific\u00e1ndolo solamente, livianamente, como una \u201cmacana\u201d. <\/p>\n\n\n\n

Fue a prisi\u00f3n breve tiempo, ya que cuatro temporadas despu\u00e9s, sal\u00eda libre y regresaba a su ciudad de origen, Buenos Aires. <\/p>\n\n\n\n

Los almanaques se iban renovando en la Olavarr\u00eda nuestra y ante el estupor general, hubo m\u00e1s casos, m\u00e1s hechos de sangre cometidos al triste amparo de una violencia desbordada hacia la mujer. Hasta que hoy mismo, palpamos ya sin asombro, que pr\u00e1cticamente se ultima a una f\u00e9mina por cada d\u00eda del calendario. <\/p>\n\n\n\n

Mas Valeria Cazola cobra sentido de repente en una obra interesante, reci\u00e9n inaugurada este viernes 15 de febrero en Fassina 1931, en la vivienda de los abuelos de la infortunada v\u00edctima de ese p\u00e9rfido sexto mes de 2008. Valeria vive entonces, desde ayer, en ese domicilio dispuesto desde la amplitud de las instalaciones, para ayudar a mujeres en situaci\u00f3n de riesgo, insertas en un submundo de dolor y atrocidades familiares.\u00a0<\/p>\n\n\n\n

No estar\u00e1n m\u00e1s solas frente al monstruo. Tienen un espacio de contenci\u00f3n, de comprensi\u00f3n, de auxilio, propiciado con devoci\u00f3n y cari\u00f1o por propia la familia de Valeria, y por varias organizaciones, como Asociaci\u00f3n Civil La Palmera, la Iglesia Evang\u00e9lica Menonita y otras entidades colaboradoras de este proyecto que encarna la mano extendida a las sufridas chicas y mujeres que, oh sorpresa, mis amigos, est\u00e1n entre nosotros. S\u00f3lo hay que interpretar sus llantos y pesares y actuar en consecuencia.\u00a0<\/p>\n\n\n\n

Podr\u00e1n ir con sus ni\u00f1os, si los tienen. Podr\u00e1n encontrar la voz que las aconseje y el o\u00eddo presto a escuchar. Y no se quedar\u00e1n estancadas en lo te\u00f3rico nom\u00e1s, puesto que se dictar\u00e1n diversos talleres, y ya se realizan ferias semanalmente y aqu\u00ed tambi\u00e9n podr\u00e1n culminar el ciclo primario quienes tengan m\u00e1s de 15 a\u00f1os y no hayan terminado la escuela primaria justamente. <\/p>\n\n\n\n

O sea, se aproxima toda una bater\u00eda de labores, de asistencia y de puntapi\u00e9 inicial a una vida mejor. En un clima distendido y apropiado, con cocinas, ba\u00f1os y patio. Con habilitaci\u00f3n municipal y compromiso adquirido por profesionales id\u00f3neos. Y claro, con un empuje envidiable que ha facilitado que las mismas feriantes y trabajadoras del lugar, lo hayan pintado, adecuado, preparado para su loable funci\u00f3n que se avecina, llegando varias de ellas como pueden, desde un comedor en barrio Mataderos. <\/p>\n\n\n\n

Aquel llanto vertido por la joven Valeria, vilmente ultrajada, casi once d\u00e9cadas atr\u00e1s, se convierte hoy en l\u00e1grimas de satisfacci\u00f3n de sus padres, dem\u00e1s parientes y amigos, por lograr mutar los \u00e1nimos y transformar negatividad en positivismo. Sin discriminar, sin odiar, sin eludir responsabilidades de instalarse junto a las v\u00edctimas del presente minuto y abrazarlas. Pero no solo calmarlas y dejarlas luego nuevamente a la vera de la nada, de cara a su problema. Aqu\u00ed, en este barrio Sarmiento Norte, se conjuga el verbo amar, de verdad. Se oye y se contiene a la vez.\u00a0<\/p>\n\n\n\n

Valeria posee otra vez su casa. Estar\u00e1 en ella. Para reafirmar que su muerte no fue en vano y para exigir, eso s\u00ed, a todos y a cada uno de los que hace algo por un mundo m\u00e1s habitable, que de una bendita ocasi\u00f3n, no se materialice ninguna asesinada m\u00e1s.\u00a0<\/p>\n\n\n\n

Por Mario Delgado.- <\/p>\n","protected":false},"excerpt":{"rendered":"

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