1\u00b0: Entre lo ins\u00f3lito y lo absurdo.- La pareja acomoda su auto de color celeste en una parte del estacionamiento del Bingo. Las agujas del reloj marcan las 21:05 horas. D\u00eda de semana. Cielo encapotado, con seria amenaza de lluvia intensa.\u00a0<\/span><\/p>\n

El jovencito no ha de tener m\u00e1s de 12 o 13 a\u00f1os y se pasea entre los veh\u00edculos aparcados con una honda. Silencioso y expectante, sondea el panorama.\u00a0<\/span><\/p>\n

En un momento dado, se acerca a la pareja que reci\u00e9n lleg\u00f3. La mujer, en el asiento del acompa\u00f1ante, lo advierte por el espejo retrovisor: ve la sombra aproximarse.\u00a0<\/span><\/p>\n

En un santiam\u00e9n, el pibe est\u00e1 a la altura de la puerta del autom\u00f3vil. Hace se\u00f1as con su mu\u00f1eca izquierda, como preguntando la hora. Desprevenida, la dama baja el vidrio y el vil sujeto, introduce medio cuerpo dentro. Suficiente espacio y sobrada habilidad para lograr el objetivo prefijado: arrebatar cu\u00e1nto pueda. Conquista un bot\u00edn compuesto por un reloj de pulsera, un celular y entonces a disponerse con rapidez a huir del sitio.<\/p>\n

La ingrata situaci\u00f3n descripta debe reiterarse entre los incautos. El modus operandi es id\u00e9ntico. Y cuando no ve gente, romper\u00e1 alg\u00fan vidrio con la honda y se servir\u00e1 el precoz delincuente a sus anchas.\u00a0<\/span><\/p>\n

2\u00b0: Ruidos por doquier.- Hechos reales que se prodigan en el tiempo en esta Olavarr\u00eda nuestra, reiter\u00e1ndose por etapas, cual oleadas nauseabundas y cada vez con mayor intensidad de violencia. Los personeros del mal, se hallan \u201cjugados\u201d y van incrementando su \u201cpoder de persuasi\u00f3n\u201d y, ante el m\u00ednimo atisbo de resistencia, recurren a los golpes o a las armas que llevan consigo.\u00a0<\/span><\/p>\n

Llama la atenci\u00f3n, empero, el marco etario de los autores de los n\u00f3veles episodios, con chicos muy chicos realmente, al servicio del delito. Cabr\u00eda preguntarnos si son parte de una organizaci\u00f3n que los coloca al frente, por razones jur\u00eddicas, o simplemente son solitarios ladronzuelos sojuzgados por el poder mefistof\u00e9lico de la droga.\u00a0<\/span><\/p>\n

Porque no hemos de descuidar este punto tangencial: lo robado, se vender\u00e1 posteriormente por pocos pesos para retroalimentar la perversa maquinaria del consumo de sustancias.\u00a0<\/span><\/p>\n

Pero la ciudadan\u00eda, con lentitud de tortuga, es verdad, comienza a hartarse. Lo acaecido en la localidad de Sierra Chica con ese menor de 17 a\u00f1os, del que dimos cuenta en su d\u00eda, es una demostraci\u00f3n pr\u00e1ctica del cansancio colectivo.\u00a0<\/span><\/p>\n

Claro que los dict\u00e1menes leguleyos, no son simp\u00e1ticos y no caen bien, en varias oportunidades. \u00c9sta es una de esas, mis amigos, ya que la Justicia, arbitrando fallos insoslayables pero pol\u00e9micos, permite otra vez la zozobra inquietante, liberando de las cadenas al imp\u00edo y dejando en mala posici\u00f3n a todo un pueblo que pidi\u00f3 a voz en cuello, terminar de cuajo con la locura impuesta por \u00e9ste p\u00e9rfido individuo.\u00a0<\/span><\/p>\n

Los hechos se dan, m\u00e1s all\u00e1 incluso de lo que se denuncia. Y, una ocasi\u00f3n m\u00e1s, la sociedad se instala a merced de los malvivientes que proceden sin piedad ni pudor. \u00bfHasta cu\u00e1ndo? Quiz\u00e1 hasta el minuto cero de la tolerancia, cuando la gente de bien se d\u00e9 cuenta de que los menores te pueden volar la cabeza alegremente y son intocables.\u00a0<\/span><\/p>\n

Por Mario Delgado<\/strong>.-\u00a0<\/span><\/p>\n","protected":false},"excerpt":{"rendered":"

1\u00b0: Entre lo ins\u00f3lito y lo absurdo.- La pareja acomoda su auto de color celeste en una parte del estacionamiento del Bingo. Las agujas del reloj marcan las 21:05 horas. D\u00eda de semana. Cielo encapotado, con seria amenaza de lluvia intensa.<\/p>\n","protected":false},"author":1,"featured_media":37348,"comment_status":"closed","ping_status":"open","sticky":false,"template":"","format":"standard","meta":{"jetpack_post_was_ever_published":false,"_jetpack_newsletter_access":"","_jetpack_dont_email_post_to_subs":false,"_jetpack_newsletter_tier_id":0,"_jetpack_memberships_contains_paywalled_content":false,"_jetpack_memberships_contains_paid_content":false,"footnotes":"","jetpack_publicize_message":"","jetpack_publicize_feature_enabled":true,"jetpack_social_post_already_shared":false,"jetpack_social_options":{"image_generator_settings":{"template":"highway","enabled":false}}},"categories":[98],"tags":[],"jetpack_publicize_connections":[],"jetpack_featured_media_url":"https:\/\/i0.wp.com\/infoolavarria.com\/wp-content\/uploads\/2017\/11\/mario-delgado.gif?fit=800%2C400&ssl=1","jetpack_sharing_enabled":true,"_links":{"self":[{"href":"https:\/\/infoolavarria.com\/wp-json\/wp\/v2\/posts\/48177"}],"collection":[{"href":"https:\/\/infoolavarria.com\/wp-json\/wp\/v2\/posts"}],"about":[{"href":"https:\/\/infoolavarria.com\/wp-json\/wp\/v2\/types\/post"}],"author":[{"embeddable":true,"href":"https:\/\/infoolavarria.com\/wp-json\/wp\/v2\/users\/1"}],"replies":[{"embeddable":true,"href":"https:\/\/infoolavarria.com\/wp-json\/wp\/v2\/comments?post=48177"}],"version-history":[{"count":0,"href":"https:\/\/infoolavarria.com\/wp-json\/wp\/v2\/posts\/48177\/revisions"}],"wp:featuredmedia":[{"embeddable":true,"href":"https:\/\/infoolavarria.com\/wp-json\/wp\/v2\/media\/37348"}],"wp:attachment":[{"href":"https:\/\/infoolavarria.com\/wp-json\/wp\/v2\/media?parent=48177"}],"wp:term":[{"taxonomy":"category","embeddable":true,"href":"https:\/\/infoolavarria.com\/wp-json\/wp\/v2\/categories?post=48177"},{"taxonomy":"post_tag","embeddable":true,"href":"https:\/\/infoolavarria.com\/wp-json\/wp\/v2\/tags?post=48177"}],"curies":[{"name":"wp","href":"https:\/\/api.w.org\/{rel}","templated":true}]}}