\u00bfExistir\u00e1 tal vez un v\u00fametro para medir palpitaciones del alma, que se emocionaba a raudales, cada vez que se lograba avanzar un poquito m\u00e1s con tremendo sue\u00f1o?
\nLos almanaques se han vuelto amarillentos ya. Y los a\u00f1os han ido demarcando experiencia y responsabilidad para concluir como se arranc\u00f3: con la frente en alto.
\nAnte tantas vicisitudes sorteadas, ante inmensas demoras en recibir los pagos por certificaci\u00f3n, en m\u00e1s de una ocasi\u00f3n, hubo que anteponer siempre predisposici\u00f3n y voluntad de hierro.
\nSe fue la d\u00e9cada del noventa, con los dilemas de la obra parada y tomada por los obreros. Y se continu\u00f3 en los dos mil. Y no se le dio tregua a las gestiones pertinentes para conquistar la meta.
\nSe culmin\u00f3 el primer eslab\u00f3n, con 280 viviendas. El \u201cBancario I\u201d estuvo en pie y hubo quienes pensaron en que all\u00ed se cerraba el grifo constructor. No fue as\u00ed, mis amigos: prosigui\u00f3 la carrera con el \u201cBancario II\u201d y sus 115 propiedades. Y, cuando los esc\u00e9pticos cruzaban las manos, se lanz\u00f3 el cohete: el \u201cBancario III\u201d tiene ya sus 110 casas a punto de caramelo.
\nDicho \u00faltimo barrio de la saga esplendorosa, se sit\u00faa entre las siguientes arterias: Rend\u00f3n, Santa Fe, Buenos Aires y Avenida Pueyrred\u00f3n.
\nAnte tal circunstancia favorable, los sinsabores se olvidan, se archivan en la carpeta de reciclaje. El momento es tan l\u00facido que no permite ingresos de tristes minutos. La sonrisa brota, calcada, de cada nuevo vecino del lugar. Y, hoy no fue una excepci\u00f3n, ante la correspondiente llegada de las cuatro postreras familias ocupantes del barrio: Aguisnaga – Sosa; Lucrecia Berna; Le\u00f3n \u2013 Pasquini y Gustavo Volont\u00e9.
\nPor tal motivo, entonces, mis lectores, uno, desde afuera, logra meterse de colado nom\u00e1s, en ese abrazo \u00fanico de don Juan Carlos Le\u00f3n con su hijo Gustavo. Porque ellos fueron, son y ser\u00e1n el alma mater de este desafi\u00f3 tan genial. Por eso no sorprende ver los ojos llenos de l\u00e1grimas de Gustavo, hoy al frente de la entidad bancaria, cuando saluda a autoridades y vecinos. A veces, claro, hay que disimular, por las formalidades que requiere el protocolo.
\nEl coraz\u00f3n del hombre en cuesti\u00f3n, es un tambor. Y tiemblan las piernas. Entre frase y frase que escucha, piensa en el ayer. En la empresa \u201cIngema\u201d y en los hermanos Gallo. Y en el arquitecto Alonso y en tantas personas m\u00e1s. En los buenos y en los malos. Los que estuvieron cuando las papas ard\u00edan. En los que huyeron, dejando el barco. Y en aquellos seres que estar\u00e1n siempre, incondicionales, como Susana Pasquini, una esposa de ley, una contenci\u00f3n, un puntal en horas aciagas y convulsionadas. Y en los amigos, en los de confiar, en los que te festejan de verdad los \u00e9xitos.
\nQuedar\u00e1 por hacer la plaza, all\u00ed mismo, frente a las viviendas abiertas hoy, en este primer d\u00eda de junio. Quedar\u00e1n las mejoras por concretar, los negocios que se ir\u00e1n multiplicando, los pedidos y sue\u00f1os a\u00fan por venir.
\nPermanece en un rinc\u00f3n de las oficinas de la calle 25 de Mayo, casi Necochea, una abultada agenda con nombres y apellidos de gente que quiere tener su casita. Por ahora, se ha escrito un libro en tres cap\u00edtulos. De aqu\u00ed en adelante, todo es cuesti\u00f3n de aguardar. A lo mejor, no pase mucho tiempo, para enterarnos de lindas novedades\u2026
\nPor Mario Delgado.-<\/p>\n","protected":false},"excerpt":{"rendered":"

\u00bfSe podr\u00e1, acaso, contabilizar la infinidad de noches de desvelo de los art\u00edfices de un proyecto tan ambicioso como construir viviendas, desde la Sociedad Civil Barrio Bancario? Por Mario Delgado.<\/p>\n","protected":false},"author":12,"featured_media":37348,"comment_status":"closed","ping_status":"open","sticky":false,"template":"","format":"standard","meta":{"jetpack_post_was_ever_published":false,"_jetpack_newsletter_access":"","_jetpack_dont_email_post_to_subs":false,"_jetpack_newsletter_tier_id":0,"_jetpack_memberships_contains_paywalled_content":false,"_jetpack_memberships_contains_paid_content":false,"footnotes":"","jetpack_publicize_message":"","jetpack_publicize_feature_enabled":true,"jetpack_social_post_already_shared":false,"jetpack_social_options":{"image_generator_settings":{"template":"highway","enabled":false}}},"categories":[102],"tags":[],"jetpack_publicize_connections":[],"jetpack_featured_media_url":"https:\/\/i0.wp.com\/infoolavarria.com\/wp-content\/uploads\/2017\/11\/mario-delgado.gif?fit=800%2C400&ssl=1","jetpack_sharing_enabled":true,"_links":{"self":[{"href":"https:\/\/infoolavarria.com\/wp-json\/wp\/v2\/posts\/44440"}],"collection":[{"href":"https:\/\/infoolavarria.com\/wp-json\/wp\/v2\/posts"}],"about":[{"href":"https:\/\/infoolavarria.com\/wp-json\/wp\/v2\/types\/post"}],"author":[{"embeddable":true,"href":"https:\/\/infoolavarria.com\/wp-json\/wp\/v2\/users\/12"}],"replies":[{"embeddable":true,"href":"https:\/\/infoolavarria.com\/wp-json\/wp\/v2\/comments?post=44440"}],"version-history":[{"count":0,"href":"https:\/\/infoolavarria.com\/wp-json\/wp\/v2\/posts\/44440\/revisions"}],"wp:featuredmedia":[{"embeddable":true,"href":"https:\/\/infoolavarria.com\/wp-json\/wp\/v2\/media\/37348"}],"wp:attachment":[{"href":"https:\/\/infoolavarria.com\/wp-json\/wp\/v2\/media?parent=44440"}],"wp:term":[{"taxonomy":"category","embeddable":true,"href":"https:\/\/infoolavarria.com\/wp-json\/wp\/v2\/categories?post=44440"},{"taxonomy":"post_tag","embeddable":true,"href":"https:\/\/infoolavarria.com\/wp-json\/wp\/v2\/tags?post=44440"}],"curies":[{"name":"wp","href":"https:\/\/api.w.org\/{rel}","templated":true}]}}