Interesante el gesto del se\u00f1or Delegado Municipal Guillermo Rikal y del Sub Comisario Diego Lemma. Uno se coloc\u00f3 las peticiones al hombro y el segundo, busc\u00f3 capear el temporal de preguntas, ensayando contestaciones medio vac\u00edas de contenido pero a su alcance. \u00bfEst\u00e1 entonces, atada de pies y manos, la fuerza del orden o falta imaginaci\u00f3n para resolver dramas?<\/p>\n

El \u00fanico edil presente fue el se\u00f1or Eduardo Rodr\u00edguez, de \u201cCuidemos Olavarr\u00eda\u201d, quien pidi\u00f3 inclusive permiso a los organizadores para estar entre la gente. Los vecinos accedieron de buena gana, puesto que les era menester ser o\u00eddos y generalizar su situaci\u00f3n.<\/p>\n

Unas cincuenta almas se dispusieron ante los medios primero y ante el funcionario policial despu\u00e9s. Los casos mencionados fueron una aut\u00e9ntica fotocopia de lo expuesto meses atr\u00e1s: asaltos, robos, picadas con motos o autos, m\u00fasica estridente a la madrugada, j\u00f3venes desaprensivos y una intranquilidad que choca de frente con la otrora tranquilidad perdida de la poblaci\u00f3n.<\/p>\n

Cada quien exhib\u00eda su cruz, contando experiencias personales o de terceros muy cercanos. Que en las fiestas entraron a alguna casa. Que una camioneta sustra\u00edda. Que distintos art\u00edculos. Que las familias no quer\u00edan dejar la vivienda sola el d\u00eda de los reyes. Hasta llegar al colmo de los colmos: personas que hab\u00edan llamado o visitado a la Delegaci\u00f3n Policial, en San Mart\u00edn 2.160, y no se les concedi\u00f3 la atenci\u00f3n acorde, entre ninguneos e indiferencia.<\/p>\n

Y se desat\u00f3 la ola de quejas sentidas ante el se\u00f1or Lemma que atajaba los penales como pod\u00eda, pero respetando siempre a cada uno de los protestantes.<\/p>\n

Mujeres y varones expresaron su v\u00eda crucis. Pancartas hubo tambi\u00e9n. Alguna culpando a los medios comunicadores de no difundir hechos de malvivientes.<\/p>\n

El \u00e1nimo se bifurcaba. La esperanza de un ma\u00f1ana promisorio no llegaba. Que s\u00f3lo hay un par de veh\u00edculos en condiciones medias de ser usados. Que somos trece efectivos \u201ccont\u00e1ndome a m\u00ed\u201d, subray\u00f3 don Lemma, sincerando la cosa. Que no hay polic\u00edas en Olavarr\u00eda y que faltan \u201cen todos lados\u201d y el agua reboz\u00f3 \u201cy est\u00e1 ahora encima el \u201cOperativo Sol\u201d.\u00a0 Una vecina joven vestida de blanco, dijo contar con audios y fotos de intrigantes momentos.<\/p>\n

La cuesti\u00f3n se iba por los andariveles de la angustia. El pret\u00e9rito consuelo fue el n\u00famero de celular del Sub Comisario, concedido a todos como para paliar incendios y salir al cruce. \u201cMe llaman y corrijo cualquier error o negligencia de mis agentes\u201d, promocion\u00f3 el l\u00edder policial sierrabayense.<\/p>\n

Qued\u00f3 clara la promesa del Delegado de colaborar con la vecindad sin descanso, aunque se asegur\u00f3 la prudencia tambi\u00e9n: \u201cSoy un intermediario, dijo, entre ustedes y la Comuna. No puedo decidir\u201d, pontific\u00f3 ante un pedido expreso de reducidores para evitar los cl\u00e1sicos \u201cWillis\u201d de las ruidosas motos.<\/p>\n

Al cabo de una intensa hora de charlas, alguna se\u00f1ora amag\u00f3 con \u201cir directamente al Ministerio de Seguridad de la Provincia\u201d ya que \u201cac\u00e1 no nos satisfacen con las respuestas\u201d.<\/p>\n

De a poquito, el c\u00edrculo se abri\u00f3 y las conjeturas surgieron variopintas. Los desvencijados m\u00f3viles miraban, de cara a la gente, sin nada de convicci\u00f3n.<\/p>\n

Por Mario Delgado<\/strong>.-<\/p>\n