Un joven hinojense que evita un robo en su casa, pagando el precio indebido de resultar herido. Con todo un andamiaje de dilemas colaterales que ir\u00e1n quedando en el protagonista involuntario de tan desasosegado episodio y su familia que, incluso, ya ha padecido intromisiones previas en su domicilio.<\/p><\/blockquote>\n

Un tipo laburante de toda la vida que entra en su taller y ve un cuadro dantesco de desolaci\u00f3n, pintado por indeseables que lo han desprovisto en apenas minutos, de sus herramientas imprescindibles para concretar las diarias tareas.
\nUna joven que la pelea como tantas para llevar el pan cotidiano a su mesa hogare\u00f1a, y en un maldito momento alguien le sustrae su moto, veh\u00edculo empleado para el correspondiente traslado. Hete aqu\u00ed que radicada la denuncia ante los servidores del orden y, luego de una corta investigaci\u00f3n, surge la triste y conmovedora novedad: la sustra\u00edda moto est\u00e1 ahora en poder de menores. Fin de la b\u00fasqueda e impunidad total, puesto que nadie se hace cargo de la recuperaci\u00f3n ante tal eventualidad.
\nUn se\u00f1or productor agropecuario que recorre su campito de cien hect\u00e1reas y visualiza varios animales faenados por intr\u00e9pidos cazadores furtivos. O m\u00e1s bien, habr\u00eda que decir con may\u00fasculas: por aves de rapi\u00f1a con sesgo humano. Una p\u00e9rdida material de vital injerencia en el balance mensual. Y la impotencia adicional que nunca falta y que siempre es recurrente en estos casos.
\nUn vidrio roto de un auto y elementos propios del trabajo de una persona que se gana su sueldo con el sudor de la frente, que han sido velozmente quitados de su mochila habitual.
\nReflejos sencillos y claros de una nueva oleada delictiva que asola a la ciudad en la que habitamos. Otra vez sopa. Las demon\u00edacas garras del funesto ambiente delincuencial, no cesan en su embestida bestial contra quienes pretenden existir en paz, y que debieran tener la protecci\u00f3n eficaz y firme del se\u00f1or ESTADO.
\nEl tema de los diagn\u00f3sticos est\u00e1 agotad\u00edsimo. Ya lo hemos escrito desde este espacio de opini\u00f3n. No es hora de reincidir en los por qu\u00e9 del mal accionar de los hampones; ser\u00eda m\u00e1s propicia la circunstancia sin embargo, de ir poniendo en marcha la tijera afilada para cortar la cadena que aprieta cada vez m\u00e1s, los valores de la dignidad y la aut\u00e9ntica honestidad ciudadana.
\nEl asunto es urticante y consider\u00e9moslo una deuda pendiente a\u00fan. Pese a los denodados y loables intentos ya cristalizados, y a los anuncios que hemos apreciado, el clamor debiera extenderse un\u00e1nime: \u00a1Basta de la lava ardiente!
\nQue se act\u00fae con premura y excelente postura, desde todos los est\u00e1ndares del poder. Para extirpar de cuajo el tumor de los \u201cchorros\u201d que te complican y te dejan en breve lapso, en la calle, llorando cuitas irredentas.
\nObvio que todo el pa\u00eds y toda la comarca nuestra se tendr\u00eda que predisponer y colocarse el overol. Colocarse la causa al hombro. Porque hay tanta pudrici\u00f3n que enerva. En todos los niveles. Y sino, c\u00f3mo se explica, por ejemplo, que presos salgan a robar o que tres peligrosos asesinos condenados, hayan fugado as\u00ed nom\u00e1s de una Unidad de alta seguridad. \u00bfDe alta seguridad?
\nOlavarr\u00eda no es una isla inmune. Mas tampoco el estancamiento, el acostumbramiento a lo negativo, es l\u00f3gico y aplaudible. Exigir seguridad, aplicaci\u00f3n real de las leyes vigentes y no adquirir cosas robadas en una obligaci\u00f3n formal ineludible.
\nPor Mario Delgado.-<\/p>\n","protected":false},"excerpt":{"rendered":"

Un joven hinojense que evita un robo en su casa, pagando el precio indebido de resultar herido. Con todo un andamiaje de dilemas colaterales que ir\u00e1n quedando en el protagonista involuntario de tan desasosegado episodio y su familia que, incluso, ya ha padecido intromisiones previas en su domicilio. Un tipo laburante de toda la vida […]<\/p>\n","protected":false},"author":12,"featured_media":37348,"comment_status":"closed","ping_status":"closed","sticky":false,"template":"","format":"standard","meta":{"jetpack_post_was_ever_published":false,"_jetpack_newsletter_access":"","_jetpack_dont_email_post_to_subs":false,"_jetpack_newsletter_tier_id":0,"_jetpack_memberships_contains_paywalled_content":false,"_jetpack_memberships_contains_paid_content":false,"footnotes":"","jetpack_publicize_message":"","jetpack_publicize_feature_enabled":true,"jetpack_social_post_already_shared":false,"jetpack_social_options":{"image_generator_settings":{"template":"highway","enabled":false}}},"categories":[102,134],"tags":[231,233,234],"jetpack_publicize_connections":[],"jetpack_featured_media_url":"https:\/\/i0.wp.com\/infoolavarria.com\/wp-content\/uploads\/2017\/11\/mario-delgado.gif?fit=800%2C400&ssl=1","jetpack_sharing_enabled":true,"_links":{"self":[{"href":"https:\/\/infoolavarria.com\/wp-json\/wp\/v2\/posts\/18128"}],"collection":[{"href":"https:\/\/infoolavarria.com\/wp-json\/wp\/v2\/posts"}],"about":[{"href":"https:\/\/infoolavarria.com\/wp-json\/wp\/v2\/types\/post"}],"author":[{"embeddable":true,"href":"https:\/\/infoolavarria.com\/wp-json\/wp\/v2\/users\/12"}],"replies":[{"embeddable":true,"href":"https:\/\/infoolavarria.com\/wp-json\/wp\/v2\/comments?post=18128"}],"version-history":[{"count":0,"href":"https:\/\/infoolavarria.com\/wp-json\/wp\/v2\/posts\/18128\/revisions"}],"wp:featuredmedia":[{"embeddable":true,"href":"https:\/\/infoolavarria.com\/wp-json\/wp\/v2\/media\/37348"}],"wp:attachment":[{"href":"https:\/\/infoolavarria.com\/wp-json\/wp\/v2\/media?parent=18128"}],"wp:term":[{"taxonomy":"category","embeddable":true,"href":"https:\/\/infoolavarria.com\/wp-json\/wp\/v2\/categories?post=18128"},{"taxonomy":"post_tag","embeddable":true,"href":"https:\/\/infoolavarria.com\/wp-json\/wp\/v2\/tags?post=18128"}],"curies":[{"name":"wp","href":"https:\/\/api.w.org\/{rel}","templated":true}]}}