Los chicos aguardaban el instante precioso de observar los regalos de Pap\u00e1 Noel. La noche iba regalando calor, color e historias de familiares y amigos que se reencuentran en torno a una mesa, cargada de alimentos. Por Mario Delgado.<\/p><\/blockquote>\n

Como en cualquier lugar del orbe, Hinojo tambi\u00e9n se aprestaba al momento tel\u00farico del brindis. La localidad fundada por don Juan \u00c1ngel Bardi, en el transcurso de 1887, ha ido creciendo, sumando hoy m\u00e1s de 3000 almas que habitan en sus dominios.<\/p>\n

La mayor\u00eda de las personas se conocen, por eso perciben de lejos a los visitantes, a los \u201cforasteros\u201d que circulan por las arterias hinojenses por diversos motivos.<\/p>\n

Los tiempos han ido mutando, con las hojas amarillentas de los almanaques que se distancian. Y, por ende, son varios los pobladores nost\u00e1lgicos que a\u00f1oran esos d\u00edas de ferrocarril, de f\u00e1brica de bolsas floreciente y de suma tranquilidad vecinal, donde nada romp\u00eda la paz de la cotidianeidad rutinaria.<\/p>\n

Distancias transcurridas y variaciones de todo tipo han cobrado vigencia por estas horas. La realidad muestra que, pese a los denodados esfuerzos, la situaci\u00f3n amerita algunas cositas fuera del control, fuera de la estratagema tradicional.<\/p>\n

Vibra la jornada del jueves 24 de diciembre. Brazos en alto para saludar a vecinos y casas que se pueblan de sonidos musicales. Aroma a carne asada y a esperanzas renovadas y siempre interesantes y atrayentes.<\/p>\n

Los recuerdos y el presente se a\u00fanan en la velada tan particular. Cada vivienda, no obstante, es un mundo. Por eso en la Calle 5, por ejemplo, mis amigos, y en la propiedad espec\u00edfica de un reconocido profesional m\u00e9dico, s\u00f3lo han quedado esta vez las mascotas.<\/p>\n

El matrimonio se halla por la sure\u00f1a Bah\u00eda Blanca. Los hijos, un var\u00f3n y una joven, se dispondr\u00e1n a festejar con sus parejas y la familia de \u00e9stas.<\/p>\n

Claro que las mascotas no pueden quedar ausentes de su dieta, de su comida. As\u00ed que el muchacho y su novia van por la tarea de abastecer las bocas de los animales en cuesti\u00f3n.<\/p>\n

El brillar de las estrellas retrotrae a aqu\u00e9l antiguo Bel\u00e9n y a aqu\u00e9l ni\u00f1o que nacer\u00eda para traer salvaci\u00f3n. Archisabida historia religiosa perfilada en la postura cristiana. Aunque el Jes\u00fas aut\u00e9ntico, no naci\u00f3 un 25 del 12, la percepci\u00f3n cat\u00f3lica s\u00ed lo coloc\u00f3 en esa fecha de relieve romano.<\/p>\n

Todos r\u00eden. Todos menos el pibe y su chica que se topan de repente, en la casa de la Calle 5, con un individuo que ingres\u00f3 con serias intenciones de robo.<\/p>\n

El vaho inicial de la sorpresa da pie luego a la reacci\u00f3n del malhechor, que hiere al muchacho con un filo cortante de botella rota. Gritos de la chica pidiendo auxilio. Y un cambio sustancial en los planes.<\/p>\n

La quietud espiritual se destroza. Y alguien rememora otras \u201centraderas\u201d recientes por ese mismo sector. Murmullos y sombras copan la escena. Algo ya se ha quebrado y se desea entonces la recuperaci\u00f3n del herido y la aprehensi\u00f3n pronta del hamp\u00f3n.<\/p>\n

De una garganta hinojense, y como al descuido, se oye la expresi\u00f3n: \u201cAc\u00e1 falta seguridad y es sospechoso esto que est\u00e1 acaeciendo\u201d.<\/p>\n

Fin del episodio. Mas la historia, no concluye a\u00fan.<\/p>\n

Por Mario Delgado.-<\/p>\n","protected":false},"excerpt":{"rendered":"

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