Muchas parejas se preocupan por la frecuencia de relaciones sexuales que mantienen, tratando de equiparar su intimidad con lo considerado \u201cnormal\u201d para no sentirse fuera de carrera.<\/p>\n
Preguntas como \u00bfes normal nuestra frecuencia sexual? \u00bfSe supone que var\u00eda durante el transcurso de los a\u00f1os? Al principio era diferente\u201d, <\/em>escucho a diario en mi consultorio. Pero, \u00bflas encuestas realmente describen lo que sucede? Y, por otro lado, \u00bfuna pareja debe guiarse por lo que hacen los dem\u00e1s o por sus deseos y las caracter\u00edsticas de su v\u00ednculo?<\/p>\n En un cl\u00e1sico filme de W. Allen, \u201cAnnie Hall”, se grafica muy sint\u00e9ticamente uno de los conflictos que tienden a dividir a mujeres y varones. La pantalla se divide en dos y se ve simult\u00e1neamente a ambos miembros de una pareja en consulta con sus respectivos psic\u00f3logos. El terapeuta le pregunta a \u00e9l “\u00bfCu\u00e1ntas veces hace el amor?”, Y \u00e9l responde: “Poqu\u00edsimo, tres veces a la semana”. Cuando el psic\u00f3logo le pregunta a ella, ella responde: “Much\u00edsimo, tres veces a la semana”.?<\/p>\n Seguramente esto despierta cierta risa, en los lectores, y lo ver\u00e1n parecido a lo que les sucede en su vida cotidiana: en muchos dormitorios, esta escena se repite noche tras noche y posiblemente forma parte de los reclamos m\u00e1s frecuentes que hombres y mujeres se hacen.<\/p>\n La verdad es que no existe una cantidad espec\u00edfica de relaciones sexuales a sostenerse en determinado momento por un matrimonio para lograr que \u00e9ste funcione adecuadamente. Hay parejas que sostienes relaciones sexuales con mucha regularidad y que llevan una vida matrimonial cruel, mientras que otras son felices en sus matrimonios y sostienen relaciones una vez al mes. Realmente es necesario mirar cada caso individualmente y ver qu\u00e9 otros factores pueden Incluso, muchas parejas sostienen relaciones sexuales espor\u00e1dicas sin que consideren que su vida \u00edntima est\u00e1 afectada. Ambos se sienten c\u00f3modos con la frecuencia sexual en el matrimonio. Lo \u201cnormal\u201d, con respecto a la frecuencia de los encuentros sexuales de pareja no existe. Es evidente que cada pareja establece sus propios patrones con respecto a la frecuencia de sus encuentros sexuales. Cuando surgen conflictos de frecuencia (una de las dos personas desea tener relaciones m\u00e1s o menos frecuentemente que la otra), la relaci\u00f3n de pareja s\u00ed puede verse adversamente afectada. En estos casos es imprescindible que se trabaje la comunicaci\u00f3n sexual abierta y honesta, que se eval\u00faen los motivos por los que existe el cambio en el deseo, las alternativas de satisfacci\u00f3n que uno u otro tiene, y que se fomente la intimidad emocional de la pareja a toda costa, independientemente del aspecto sexual.<\/p>\n La expresi\u00f3n fluida del deseo sexual une a las parejas, del mismo modo que la evitaci\u00f3n sexual las distancia. Y es en este juego, que existen factores que act\u00faan como inhibidores psicol\u00f3gicos del encuentro y otros como incitadores.<\/p>\n Las estad\u00edsticas se\u00f1alan que la frecuencia sexual depende de la edad y de los a\u00f1os de matrimonio, pero tambi\u00e9n de las situaciones por las que atraviesan los individuos y la relaci\u00f3n de pareja.\u00a0Al principio de la pareja, las relaciones son diarias. Luego bajan a unas tres veces por semana, para promediarse en dos veces por semana, disminuyendo a cada quince d\u00edas o una vez al mes en etapas posteriores. Estas no son m\u00e1s que cifras generales, propias de un perfil estad\u00edstico m\u00e1s o menos consistente en la frecuencia de los encuentros sexuales en la poblaci\u00f3n sexualmente activa, pero nada dicen de la calidad y del grado de satisfacci\u00f3n que tales encuentros suponen. Otras investigaciones arrojan un dato interesante: un n\u00famero significativo de parejas, con el paso de los a\u00f1os, disminuyen la frecuencia sexual pero aumentan la sensaci\u00f3n de satisfacci\u00f3n en cada encuentro. <\/p>\n
\nestar afectando el matrimonio para que se determine si \u00e9ste est\u00e1 funcionando adecuadamente o no.<\/p>\n
\nLa frecuencia sexual marca una pauta de encuentro, cuando ambos han aprendido a negociar y tomar decisiones que contemplen las necesidades de ambos o de desencuentro, cuando la pareja no sabe colocarla en un contexto de satisfacci\u00f3n mutua. No se trata de centralizar el problema en torno al n\u00famero de relaciones que se tienen por semana, sino de lo que esas relaciones significan en t\u00e9rminos de placer y satisfacci\u00f3n. La responsabilidad es obviamente de ambos, y representa el esfuerzo que cada uno hace por satisfacer las demandas y deseos de la pareja.<\/p>\n