No es factible romper una pared con las manos desnudas simplemente. Pero, en alg\u00fan momento es menester entender que ese muro, no es impenetrable. Entonces habr\u00e1 que obrar en consecuencia, conseguir martillo y cortahierro, y as\u00ed proceder a derribar, aunque sea por tramos, el obst\u00e1culo y seguir adelante. Por Mario Delgado.<\/p><\/blockquote>\n

La manifestaci\u00f3n del mediod\u00eda de lunes 27 es, a nuestro modesto modo de ver, un elemento contundente que se emplea con fuerza y ah\u00ednco para concretar el objetivo esencial: romper las divisiones que impone ese tabique, esa muralla tan abrumadora.<\/p>\n

Los delitos que propulsaron la \u00a0medida popular no son menores. Y son faltas profundas nada m\u00e1s y nada menos que contra la intimidad, lo m\u00e1s sagrado que posee cada quien. La violencia reiterada ejercida por sujetos de baja estofa, en detrimento de seres que deber\u00edan en realidad, proteger y amar, es un condimento incomprensible y rayano en lo sat\u00e1nico y absolutamente demencial.<\/p>\n

Golpear, abusar y\/o violar a una ni\u00f1a o adolescente en el propio seno del hogar, es un hecho contumaz sin ning\u00fan tipo de atenuantes posibles. Y la constante reiteraci\u00f3n de tales vilezas, prueba adem\u00e1s, la salvaje impronta y falta de visos de arrepentimiento por parte de los victimarios.<\/p>\n

Los miedos y los traumas quedan de por vida en el alma y en el cuerpo de las personas que han padecido. Mirar a los ojos de sus abusadores sin que se encienda la llama del temor y el deseo de justicia al un\u00edsono, es un dislate.<\/p>\n

Guillermo Y Osvaldo Sosa fueron denunciados all\u00e1 por febrero de 2012. Primer paso ejemplar y solitario, primer golpe certero frente a la fr\u00eda tapia. Corren los meses y se les dicta arresto domiciliario. En m\u00e1s de una ocasi\u00f3n, las tres chicas sometidas por ellos, hija e hijastras,se los encuentran en la v\u00eda p\u00fablica.<\/p>\n

A mediados de este a\u00f1o, las damnificadas quisieron saber c\u00f3mo va la causa. La cabeza de estas ni\u00f1as da de lleno en la rugosidad amurallada: hete aqu\u00ed, mis amigos lectores, que en un procedimiento abreviado (mal llamado juicio abreviado), el fiscal y la defensa de los imputados hab\u00edan acordado, sin avisar a las v\u00edctimas, la sentencia de ocho a\u00f1os de prisi\u00f3n para ambos. Sin perjuicio del anterior arresto domiciliario.<\/p>\n

Tr\u00e1mites leguleyos insondables, ant\u00edtesis de la cordura. \u00bfC\u00f3mo es factible tanta burla al sentido com\u00fan? Los par\u00e1metros de la vida en comunidad, se van a las nubes. \u00bfEn qu\u00e9 instituci\u00f3n depositar confianza ante tama\u00f1a disposici\u00f3n?<\/p>\n

Claro que en medio del drama y la impotencia, surge un detalle quiz\u00e1 imprevisto: hay una cantidad superior a la estimada de chicas con similares calvarios. La voz de las ovejas se hace o\u00edr por fin. Y las que hasta ayer se amparaban en la soledad y la angustia existencial, hoy, y casi de pronto, sacan fuerzas de d\u00f3nde no la ten\u00edan para desgranar la imp\u00eda pared.<\/p>\n

La pared amigos, est\u00e1 construida con un material s\u00f3lido: la indiferencia de los dem\u00e1s. La cual es t\u00e9trica porque no facilita las cosas para nada. Y se le adiciona otra \u00e1lgida capa de revictimizaci\u00f3n, lo que significa en la faz pr\u00e1ctica, que las atormentadas mujeres deben exponer sus desventuras aqu\u00ed y all\u00e1,\u00a0 con el prop\u00f3sito de convencer, de caer bien frente al pr\u00f3jimo, frente al dedo inquisidor que todav\u00eda persiste en salir al ruedo con su procaz sedimento de dudas y anhelos fervorosos de enlodar a las v\u00edctimas.<\/p>\n

Que se hayan abroquelado en las escalinatas del Palacio San Mart\u00edn y en Fiscal\u00eda, es un paso conciso en la alternativa anhelada. Parec\u00edan un racimo de historias que se liberaban, que hu\u00edan para siempre jam\u00e1s de las cadenas, de las ligaduras perversas, con la que cierta vez fueron atadas por p\u00e9rfidos hombres.<\/p>\n

Eran una m\u00e1quina dispuesta a dar pelea. \u00danica manera de destruir el dique. Aunadas es y ser\u00e1, m\u00e1s potable todo cuanto se realice. Un centenar de mujeres y hombres se pusieron el traje de \u201cesta cuesti\u00f3n me interesa\u201d y ganaron las arterias c\u00e9ntricas.<\/p>\n

Una ciudad conservadora como \u00e9sta, se asombra por este tipo de vicisitudes que, encima trascienden las fronteras y se instalan en otras latitudes tambi\u00e9n. Pero la valent\u00eda de quienes dan la cara es loable. M\u00e1s all\u00e1 de las implicancias de los casos y de las opiniones personales, atendibles y entendibles que cada uno tenga en su haber.<\/p>\n

Eduardo Rodr\u00edguez, Presidente del HCD, dialog\u00f3 con Celeste Sibiglia, la mam\u00e1 de las chicas impulsoras de la movida. Fue el \u00fanico pol\u00edtico en acompa\u00f1ar esta preocupaci\u00f3n de vecinas y vecinos de la comunidad olavarriense.<\/p>\n

En la calle Fal, las puertas se cerraron ol\u00edmpicamente a los protestantes. Hasta que en un instante \u201cde gloria\u201d la doctora Vivian Beyt\u00eda decidi\u00f3 concederles unos p\u00e1rrafos a las ni\u00f1as que ans\u00edan la efectividad de la condena para los imputados y que sean alojados en c\u00e1rcel, no que fluct\u00faen entre sus viviendas, el Hospital y la Escuela Nocturna.<\/p>\n

Ya se mueve la pared; ya no es la maciza y compacta divisi\u00f3n que desfiguraba y frenaba cualquier solicitud de transmutaci\u00f3n de los valores, de cualquier voz que tronase en el desierto, inquiriendo un poco de tranquilidad, de sosiego, de paz, despu\u00e9s del infierno.<\/p>\n

Alguna sonrisa se cristaliz\u00f3 en los rostros. Y no era un detalle sin trascendencia. Ya han comenzado un sendero que las coloca en el centro de la escena, con el auxilio de una compa\u00f1era de Mar del Plata, Roc\u00edo Girat, que volvi\u00f3 del caos y del horror, con \u00edmpetu propicio para socorrer otras almas en pena.<\/p>\n

No es teniendo l\u00e1stima de s\u00ed mismas, no es llorando en los rincones, no es ocult\u00e1ndose, como se lograr\u00e1 la victoria so\u00f1ada. Solamente haciendo notar ante la gente lo que les toc\u00f3 en desgracia, y poniendo blanco sobre negro, se arribar\u00e1 a destino, a puerto seguro.<\/p>\n

Olavarr\u00eda ha asistido a un encuentro singular. Que las mentes se despabilen y que los esp\u00edritus se solidaricen y act\u00faen en concordancia, porque los indeseables son parte de la marea de habitantes. Pueden ser nuestros compa\u00f1eros de laburo o estudio. O salir a bailar con ellos y desconocer sus bajos instintos. Basta de impunidad y oscurantismo. Basta de tapar al sol con los dedos. Y, sobre todo, amigos m\u00edos, basta de dudar de las v\u00edctimas. Porque ma\u00f1ana nos puede suceder a nosotros y no nos gustar\u00eda chocar con la pared de la mezquindad y el ego\u00edsmo. \u00bfVerdad?<\/p>\n

Por Mario Delgado.-<\/p>\n","protected":false},"excerpt":{"rendered":"

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