Puede que te encante como te quedan los vestidos ajustados, que tengas varios pares de chupines en tu placard o que los leggins te vuelvan loca por el simple hecho de que son comodísimos. Sin embargo, ¿Sabés la cantidad de riesgos que corre tu cuerpo cuando vas embutida en la ropa?

Mala circulación sanguínea
Quizás este es el riesgo más evidente que corremos cuando seguimos la moda de llevar la ropa demasiado ajustada. Si eres una fanática (o fanático, que también los hay) de los pantalones chupines, y no los cambias por nada del mundo porque te parecen una opción comodísima, debes saber que al llevarlos estás dificultando bastante la correcta circulación sanguínea en tu cuerpo.
Cuando una prenda de ropa nos aprieta demasiado estamos comprimiendo las venas de la zona, lo que interfiere en su función de bombear la sangre hasta el corazón. Con el tiempo, las venitas pueden llegar a deformarse, y es habitual que en las piernas hagan su aparición las temidas varices.

Dificultades para el sistema respiratorio
Lo de que con cierto vestido no puedes casi ni respirar no es solo una forma de decir. Hasta ese punto puede llegar la moda de vestir ropa demasiado apretada.
Si la ropa que llevamos nos aprieta principalmente en la parte superior de nuestro cuerpo, estamos causándole problemas a nuestro sistema respiratorio, que no puede trabajar con normalidad. ¿El motivo? Nuestro cuerpo no puede expandirse con normalidad y el diafragma no ayuda correctamente a los pulmones a eliminar el dióxido de carbono, lo que envejece prematuramente nuestras células.

Infecciones
Abusar de los pantalones ajustados, o empeñarse en meterse en unos que, por mucho que te gusten, ya no son de tu talle, tiene otro serio riesgo para nuestra salud. Si cuando al final del día nos desvestimos y vemos que tenemos la piel llena de marcas con la forma de las costuras de la ropa que llevábamos puesta, evidentemente, no es una buena señal.
Las infecciones pueden terminar siendo bastante habituales para quienes llevan la ropa muy justa, ya que al apretarnos demasiado en la zona de los genitales estamos impidiendo su correcta transpiración. La constante humedad en la zona que ello puede ocasionar infecciones y aparición de hongos.

Problemas de espalda
Hay muchas cosas que hacemos en nuestro día a día que terminan provocándonos dolor de espalda sin que seamos conscientes de ello. La postura en la que dormimos, la forma en que nos sentamos… Sin embargo, ¿sabías que una de esas cosas puede ser también la ropa con la que nos vestimos?
Si pensás que la ropa solo te causará dolor de espalda sólo si te aprieta en dicha zona, eso es falso. Los principales culpables suelen ser los pantalones. Cuando estos nos quedan demasiado apretados, ciertos nervios que van hacia nuestra espalda quedan comprimidos, provocándonos dolor.

Celulitis
Otro de los problemas a los que tiene que enfrentarse las personas que llevan la ropa demasiado ajustada es la temidísima celulitis.
La ropa muy ceñida es una de las culpables tanto de la aparición de la celulitis como de que ésta se agrave con el paso del tiempo, quedándose incrustada en nuestra piel. Además, llevar la ropa muy adherida al cuerpo también impide que se noten los efectos en caso de que decidas aplicarte algún tratamiento anticelulítico.

Dolor muscular
Hay a gente que ciertas prendas ajustadas le parecen la opción más cómoda a la hora de vestirse. Sin embargo, para el común de los mortales, lo más normal es sufrir de lo lindo las consecuencias de ir demasiado embutida. ¡Sobre todo cuando tienes que pasar largas horas con la misma ropa!
La mayoría de las prendas ajustadas nos hacen ir incómodas, e incluso nos limitan la libertad para poder hacer ciertos movimientos. Es por eso que cuando las llevamos puestas terminamos haciendo ciertos sobreesfuerzos. Puede que eso parezca una tontería, pero lo cierto es que como consecuencia lo normal es sufrir dolores musculares y notar cierta tensión y sobrecarga en nuestro cuerpo.

Estreñimiento
Es conveniente saber que lo de ir embutida en la ropa también puede tener efectos negativos en tu tránsito intestinal. En este caso, los principales culpables son los pantalones demasiado ajustados.
Seguramente muchas veces has notado que los pantalones que llevas te aprietan demasiado y que incluso te molestan en la zona del abdomen,
Puede que en ocasiones le puedas echar la culpa a una comida demasiado pesada, pero la mayoría de las veces se debe al tamaño de tus pantalones, o a lo ajustado del vestido o el top que llevas. Cuando estos te aprietan demasiado, el proceso digestivo se ralentiza e incluso puedes sufrir estreñimiento.

Problemas nerviosos
A esta altura ya debés haber comprobador que la ropa demasiado apretada tiene muchos más riesgos para la salud de lo que seguramente te imaginabas. Además, este tipo de prendas afectan a muchas partes de nuestro cuerpo. Un ejemplo de ello es que, como consecuencia, también podemos sufrir problemas nerviosos.
Cuando los pantalones nos aprietan demasiado y tenemos que pasar largas horas con ellos, podemos presentar síntomas de meralgia parestésica. Este síndrome, que se suele presentar a través de un intenso hormigueo en las piernas (especialmente en la zona de los muslos), hace que perdamos algo de sensibilidad en la zona.

Acidez
Cuando vas embutida en la ropa (ya sea en unos pantalones demasiado estrechos o en un vestido de esos que corta la respiración) una de las principales zonas que sufre las consecuencias es el estómago.
Si la ropa te aprieta demasiado en la zona abdominal, el único problema que existe no es que no vayas precisamente cómoda. Otra de las consecuencias es la acidez de estómago, ya que llevar los pantalones demasiado apretados impide el buen funcionamiento del esfínter esofágico. De esta manera, el ácido del estómago pasa hasta el esófago y aparece la acidez y los molestos ardores.

Retención de líquidos
Celulitis, varices, estreñimiento, acidez… Por si eran pocos los problemas que podía ocasionar la ropa ajustada, hay que añadir otro más que puede ser serio. Se trata de la retención de líquidos, contra la que es muy difícil luchar si no se pone remedio.
La ropa excesivamente ajustada termina provocando que quienes la llevan se hinchen mucho más de la cuenta, ya que ésta hace que el sistema linfático se contraiga, provocando la temida retención de líquidos. De nuevo, una de las zonas que más suele sufrir este efecto adverso de las prendas muy apretadas son las piernas.