Opinión
Vuela libre, fomentista
“Vuela libre, fomentista, por las verdes praderas de la solidaridad y la asistencia al vecino. Ocùpate de tu digna temática y se feliz”.
Esta es solamente una frasesita optimista de deseo alegre, para calmar ánimos, porque la polémica está ya servida para todos los gustos. De tal tópico versa esta columna de hoy.
Están ocurriendo cosas en el planeta del fomentismo local que dan para charlar un buen rato. Aunque, de todos modos, por ahora, no se visualiza ni por asomo, un pequeño aunque sea, atisbo de unidad o criterio común de cara al porvenir de la actividad en la ciudad.
Sin embargo, varias aristas sobresalen y permiten visualizar una serie de posturas, encontradas por cierto, con divisiones muy profundas inclusive, entre algunos referentes.
El dato “posta” del instante, lo refleja una interesante reunión mantenida el jueves 12 por la noche, en la Sociedad de Fomento “Roca Merlo”, a la que asistieron una cantidad notable de dirigentes, una treintena, para ser exactos, y donde se expusieron diversas cuitas del ambiente.
Una productiva cita que descarga, empero copiosas intrigas ya desde el vamos. Los indicios oficiales hablan de que tal contacto lo preparó la señora Laura Sequeira, Directora de Relaciones con la Comunidad de la Municipalidad, en aras de “reunir a la tropa”.
No obstante, alguna fuente confiable consultada por este cronista, se enojó mucho de tal presunción: “Nosotros nos venimos juntando para proyectar cuestiones inherentes al fomentismo, sin apoyar ni consentir a la “Federación” ni a la Comuna como eje rector”.
Tampoco ha caído muy simpática para ciertos líderes, la presencia del señor Secretario de Gobierno Hilario Galli, en el evento, porque dicen los descontentos “no queremos que se nos meta dentro de una franja equis”. Y, al mismo tiempo, se despiertan las críticas aún más severas y concisas: “No es sólo venir a decir frases hechas; requerimos acción traducida en ayuda para las entidades. Ya a una sede le cortaron el gas por falta de pago. Existen instituciones ahogadas económicamente y el Palacio San Martín no actúa. Durante la pandemia dura ni hoy tampoco. ¿Cómo es posible que haya que mendigar?”, se oye reflexionar.
Las voces disidentes plantean, a su vez, otra perlita: ¿Cómo se armó el mapa de las invitaciones? Todo respaldaría la hipótesis de que hubo gente a la que no se le avisó del coloquio, donde además se versó sobre seguridad.
“A mí no me dijeron nada y creo que a los cercanos al señor Mariano Ciancio, ni los tuvieron en cuenta”, resopla otra voz. Si es verdad que estuvo representada la “Unión Vecinal”, al menos con la presencia del señor Javier Frías, es evidente que fomentistas del ámbito, se han sentido excluidos.
Estamos, pues, mis amigos, ante una serie de disyuntivas, en un contexto cierto, donde se intenta reactivar el fomentismo nativo. Mas tal actitud, llena a varios dirigentes barriales de dudas y enconos. No falta quien cree ver una posible interna dentro de Rivadavia y San Martín, donde se perfilan Diego Robbiani e Hilario Galli. Cada quien transita el ítem de los barrios a su modo. “Y el fomentista queda en el medio, sin demasiadas soluciones”, intuye un referente ofuscado.
¿Cuál puede ser el destino de ese armado político barrial que llevó a un fomentista al Concejo Deliberante? ¿Podría cambiar de manos en breve o deshacerse, o reconvertirse en otra cosa?
Los barrios tienen variopintas necesidades y, por ende, las propias entidades las poseen, en un tiempo de escasez y mucho ingenio para sobrellevar los dilemas.
La ausencia de unidad y de un liderazgo aglutinador, choca de frente con propuestas y egos ya establecidos. Y la partidización del fomentismo, es una consecuencia ya innegable.
Los vertíces se extienden a ambos lados. Casi podríamos sentenciar que se anotan tantas especulaciones como fomentistas hay en actividad. Por tal motivo, para algunos la reunión del jueves pasado fue de carácter positivo y para otros, no, con distintos matices.
Aunque se advierte sí un punto de enganche: ninguno propuso algo respecto a qué hacer con la entidad madre, con “Federación” tan abandonada a su suerte en esta etapa, con una Comisión que sigue en su sitio, mas sin consensuar el espaldarazo que se presupone, debiese tener.
La Comuna no se identifica con la Directiva federada del momento. Y se ¿llamará a votar? Se citó la factibilidad de que en julio podría darse el comicio. Expectativas o candidatos no se conocen a simple vista. La procesión va por dentro o por otro carril.
Una entidad paralela es una alternativa que no habría que descartar. Pero ¿con qué aval funcionaría tal cabecera de línea?
En un mar revuelto, con fomentistas que se han peleado en alguna entidad, con formas contrapuestas de encarar la tarea, con visiones políticas mezcladas, con opiniones diversas en torno al rol del Municipio, la noble labor barrial se ve tambalear.
Por eso hay quienes optan por hacer su juego, trabajando en sus dominios y dejando correr la tempestad.
Por Mario Delgado.-
Opinión
Lo bueno de tener prioridades
Tener prioridades es realmente óptimo: sugiere, entre otras cosas, que el individuo o los gobiernos de los tres niveles, poseen un criterio juicioso, y cuentan, además, con un proyecto de vida de largo alcance.
Marcar las cuestiones a realizar o resolver con premura, habla bien y nos habilita a creer que hay una contemplación completa de la realidad, y, en base a tal visión, se planea un estricto núcleo de objetivos a cumplimentar.
Marchar por la senda sin rumbo, sin norte ni guía, es mala o necia, al menos, señal. Por tal motivo se interpela siempre a cada quien, contar con una agenda al alcance de la diestra. Y activar los hilos en consecuencia, desde luego.
A propósito, este pequeño marco introductorio pretende depositarnos, mis amigos, en un ítem crucial para la concreción individual y colectiva como ciudadanos plenos. Y, conviene por cierto mencionar, la imposibilidad de seguir guitarreando en esta temática que ofreceremos, y desprenderla lo antes posible, de fanatismos partidistas. Me refiero en concreto a la Educación nuestra, en esta nación gloriosa.
Se ha difundido hace horas atrás un informe contundente por parte de la señora Ministra de Educación de CABA que sentencia con supina espontaneidad, los vericuetos de la niñez y adolescencia que no transitan por un camino elogiable en materia de aprendizaje, llegando a terminar la Primaria o estar en Tercer Año de la Secundaria y no saber leer y escribir sin yerros y tampoco poder comprender y explicar con palabras propias, un texto cualquiera.
Tamaña deficiencia se ata, en cierta manera, al tiempo de parálisis escolar impreso por la pandemia y la sucesión de cuarentenas. Podríamos asimilar tal contingencia en mayor o menor talante; sin embargo las deducciones del informe van más allá del proceso frontal del Covid 19 y sus medidas aleatorias. El problema a aceptar sin disimulos ni excusas mantiene firme la idea de que, en rigor de verdad, hay un drama previo, un dilema estructural que se agudizó con el virus chino, pero no es solamente esta reciente etapa dispar, entre la virtualidad y la ausencia en las aulas.
Aún se agrega otro condimento no menor: se ha hecho un relevamiento entre una determinada cantidad de chicos, de entre 12 y 16 años, para averiguar si logran captar los subtítulos de las películas habladas en inglés u otro idioma, en cines o dispositivos hogareños. El análisis resulta desalentador, puesto que la gran mayoría, expresa no alcanzar a leer en tiempo real los zócalos correspondientes, no por interferencias en la visión, sino por no saber leer de corrido.
El temido abandono del noble hábito de la cotidiana lectura, es una incómoda piedra puntiaguda en el calzado. Y no se notan visos de mejoría.
Como daño colateral, por otra parte, del virus coronado, se ha comprobado que alrededor de 600.000 alumnos en el territorio nacional y 200.000 en la Provincia de Buenos Aires, no retornaron a sus establecimientos educativos al abrirse la famosa y tardía presencialidad.
Un escándalo, sin objeciones de ninguna naturaleza. ¿Y ahora, quién carga con semejante cruz social? Porque, ¿alguien puede aseverarnos que tales pibas y pibes, volverán raudos a sus obligaciones escolares, al ser visitados por un docente o asistente social?
Una auténtica lástima que redobla la apuesta a constatar en qué sitio hemos colocado a la educación. Obvio, que ha descendido varios peldaños de cómo supo hallarse situada otrora.
Por Mario Delgado.-
Opinión
Te acostumbrás
Un amigo, un poco mayor que yo, me graficaba ayer que, en rigor de verdad, los argentinos nos vamos acomodando, nos adaptamos, con suma ductilidad, aunque refunfuñemos, a ciertas cuestiones demenciales que debieran sacarnos de quicio y movilizarnos de otra manera.
“Te acostumbrás”, me pontificó, despejando incluso con tal frase, cualquier sombra de duda que pudiera subsistir aún. No hay pena ni atropello que no se nos haya puesto de manifiesto, y, sin embargo, continuamos erguidos como sociedad y metidos cada quien en lo suyo.
La escasa atención que le brindamos a los sucesos del entorno, tal vez tenga mucho que ver con las instancias personales de cada sujeto. Las ocupaciones son cada vez más en base a que el dinero rinde menos.
Se naturaliza la opción del mayor esfuerzo y la gente dispuesta, sale en pos de ganarse el cada día más caro, pan vital. Una pequeña gran gragea, un botoncito de muestra que nos revuelve la panza, pero, reitero, no todavía como la contingencia requiere de un pueblo auténticamente agobiado y harto.
Los niveles de corrupción piramidal se elevan a la enésima potencia, revolean bolsos con dinero mal habido en conventos o cuentan plata afanada en sendos videos virales, y todo gira sin más que algún comentario atrevido, desafiando a la ya incorporada manía de soportar y sobrellevar el drama, las culpas de otros.
No se hace ni siquiera un necesario gasoducto y luego llegan los “verseros” de siempre, con excusas y mensajes altisonantes. Y los robadores de vacunas contra el Covid se pasean orondos, dando cátedras seguro, de cómo fomentar el buen turismo ahora que todo mundo acató órdenes salvadoras. Hipócritas impíos, exonerados por el poder, como un tal Firmenich o un viscoso Verbitsky. Falsedades convertidas en relatos presumiblemente verídicos, para entretener a la platea boquiabierta, que no despierta.
En tal contexto de locura y terror, no escasean los heridores del campo, los que nada saben del trabajo aguerrido de los productores chicos o medianos, y demonizan al sector, olvidando que de ahí emana el 65 % de lo que consume el argentino.
Y nos quedaría chico el espacio para ir citando con mayúsculas, si lo desean, los yerros y las tropelías de los poderosos que se apoltronan en sus sillones, bebiendo en copas de oro, el sudor de los humildes.
Ya probaron el sabor de dominar a una población encerrada y muerta de miedo e incertidumbre y van a ir por más perversidades. Porque no les importa subsanar las necesidades básicas, ni mejorar la calidad de vida del ser humano; sólo ansían llenar sus propias arcas, permanecer y ampliar la red de mantenidos por el Estado, que son los votantes cautivos, los temerosos que no se irán del redil por no perder sus planes sociales.
Mientras la inflación consume las billeteras y separa a familias enteras, ahorcadas y sin solución, al tiempo que la inseguridad y la droga incrementa su paso fuerte y mortal, se encienden los doble discursos, las linternitas de los jetones de ocasión, charlatanes de bar, sin programas efectivos para mutar tanta mugre.
Te acostumbrás, es cierto y penoso, a convivir con la putrefacción y contemplar sin esperanzas el panorama difuso del país que amás.
Por Mario Delgado.-