La Región
Concejales de la oposición se reunieron con el intendente Bertellys
De la reunión que se extendió por alrededor de una hora, participaron los concejales Cecilia Martínez y María Inés Laurini y los presidentes de bloque Joaquín Propatto, Nicolás Cartolano y Claudio Molina.
“Ganen las elecciones” fué la frase con la que el Intendente Bertellys cerró el diálogo con los concejales de la oposición que, hacía más de 20 días habían solicitado una reunión con el Departamento Ejecutivo para ponerse a disposición. Esas fueron las palabras del inicio del texto emitido por la oposición, tras la reunión con el mandatario local.
A continuación refieren a la postura de los concejales sobre el encuentro:”La reunión se venía manejando en buenos términos hasta que los concejales cuestionaron las marchas y contramarchas del Ejecutivo en relación al cumplimiento del último protocolo de la Provincia de Buenos Aires y que generó zozobra en la comunidad azuleña. A la actitud absolutamente laxa frente a la situación generada por el ingreso de trabajadores del frigorífico, provenientes de localidades donde ya existe circulación comunitaria del virus, se sumaron las idas y venidas con respecto al parque eólico, y, luego, la respuesta extrema del Intendente que pone en riesgo el abastecimiento de alimentos en Azul y que retrasó el ingreso a la ciudad de los productos destinados a los bolsones de alimentos que se entregan a través del Servicio Alimentario Escolar”.
Antes de llegar a ese punto los concejales del Interbloque del Frente de Todos habían aprovechado la oportunidad del encuentro con el Departamento Ejecutivo para recordarle la propuesta de realizar una sesión especial para abordar distintas temáticas alrededor de cuatro ejes de análisis: la emergencia sanitaria, en sí misma; las consecuencias socioeconómicas y la asistencia alimentaria; el cumplimiento del aislamiento y la emergencia financiera.
En referencia al anuncio realizado días atrás por el Secretario de Gobierno vinculado a la donación de parte del sueldo de funcionarios y concejales, los ediles le recordaron que nunca fue formalizado. La propuesta del Frente de Todos en este sentido y que fue transmitida al Intendente Bertellys, es la creación, por ordenanza, de un fondo con afectación específica para atender la emergencia alimentaria, que habilitaría al área de liquidación de haberes a realizar el recorte y depositar el porcentaje de descuento en una cuenta bancaria creada para tal fin.
Se propuso, además, la creación de un fondo afectado con las partidas no reintegrables que llegan de provincia para los gastos extraordinarios que genera la emergencia sanitaria y para mitigar las consecuencias que esta situación de crisis genera en las economías municipales.
A este respecto se reclamó, además, la falta total de información sobre la declaración de emergencia financiera del municipio y el incumplimiento de la obligación de publicar en la página web los datos del último semestre del año 2019. Cabe recordar que al momento de declarar la emergencia financiera, el Departamento Ejecutivo, invitó al Concejo Deliberante a adherir a la misma sin mostrar los estados contables para que la oposición pueda decidir una postura al respecto.
“El Secretario de Gobierno tomó nota de estas y otras propuestas presentadas por la oposición sin emitir opinión al respecto.
Pero el enojo final del Intendente dio por tierra con la esperanza de la oposición de que por fin se decida a escuchar opiniones y propuestas a cerca de la organización local para enfrentar esta crisis” finaliza el comunicado.
La Región
Abandonaron una camioneta con cuatro cadáveres electrocutados en el hospital de Bahía Blanca
Según las primeras investigaciones, se trata de los cuerpos de cuatro personas que intentaron robar cables de una línea de media tensión en cercanías de la ciudad, y recibieron una descarga de 33.000 voltios. Además de los muertos, había un herido, que sobrevivió.
A última hora de anoche, una camioneta sorprendió al personal del Hospital Municipal de Bahía Blanca. Porque en su interior había cuatro cadáveres y un herido, y el conductor trató de huir luego de dejar el vehículo estacionado, aunque fue detenido. Los fallecidos y el herido habían sufrido una descarga eléctrica mientras intentaban robar cables.
Las primeras informaciones, según La Nueva Provincia, aseguran que todos se hallaban robando cables en un campo del kilómetro 57 de la ruta nacional 33 -pasando el paraje García del Río- y sufrieron una descarga eléctrica de 33 mil voltios. El incidente ocurrió después de las 23 del lunes.
En esas circunstancias, las víctimas fueron trasladadas por un sexto hombre a bordo de una camioneta Volkswagen Amarok, patente NUD 310, que quedó estacionada en la puerta del centro asistencial.
“Una descarga descomunal”
Si bien el conductor se dio a la fuga, horas después fue capturado tras un allanamiento en una vivienda de La Pinta 377. El detenido fue identificado como Ángel Daniel Gallardo, de 66 años.
Los fallecidos, según la Policía, eran Facundo Uribe (32), Joaquín Acosta (18), Fernando Gallardo (25) y Federico Strick (28). También ingresó con quemaduras por descarga Emanuel Chamorro Sepúlveda (20), pero se encuentra consciente.
Los ladrones recibieron una “descarga eléctrica descomunal”, señalaron desde la empresa distribuidora EDES a La Brújula 24, en referencia a los cables de medita tensión que estaban manipulando.
En el vehículo ocupado por los cuatro fallecidos, a su vez, se secuestró un handy con la frecuencia policial, elemento que ahora está siendo sometido a una investigación.
Perseguida
Al filo de la medianoche, la llegada de la camioneta provocó un revuelo en el Hospital, donde arribaron de inmediato el superintendente de la ciudad, Gonzalo Bezos, el secretario de Seguridad de la Municipalidad, Federico Montero, y el jefe policial Gonzalo Sandoval.
Se supo que la Amarok venía siendo perseguida por un móvil policial de la Patrulla Rural, que había advertido su presencia sospechosa en un campo de aquel distrito, que ya había sido blanco de delitos similares.
Los policías, al parecer, habrían perdido el rastro de la Amarok al ingresar a Bahía, pero con la ayuda del Centro Único de Monitoreo (CEUM), se pudieron determinar su llegada a la guardia del Municipal.
Para este martes se harán peritajes con el personal de EDES en la zona, ubicada a unos 30 kilómetros de Bahía Blanca. (DIB) MM
La Región
Un poco más solos
Y entonces sabíamos que iba a pasar, que algún día esa suerte de ausencia larga a la que lo había llevado la vejez y el extravío de la enfermedad se iba a convertir en un hueco definitivo. Eso al fin hace la muerte: reduce el último vestigio de lo cognoscible. Pero -y aquí el adversativo funciona a favor- queda el resto, la intensa y perenne memoria de lo que hizo, de lo que dijo (hizo mucho más de lo que dijo), de lo que fue, desde que silenciosamente llegó a la ciudad que lo abrigó.
Ha devuelto largamente esa manta que lo contuvo cuando llegó a Tandil, allá por 1988, cuando empezó a cifrar su sello en la Parroquia de Begoña y el definitivo, en la Parroquia del Santísimo Sacramento, allí donde siempre -rompiendo una tradición católica de más de un siglo- había imperado una visión católica integrista, muy lejos -o en antítesis- al Movimiento de Sacerdotes para el Tercer Mundo, del que él participó, surgido en la década del 60.
Secuestrado por la Triple A en plena dictadura militar -estuvo detenido de 1976 a 1981 en La Plata, bajo la órbita del torturador Etchecolaz- un obispo literalmente lo rescató y le salvó la vida. Fue Emilio Bianchi di Cárcano, que le dio cobijo en Azul. Su próximo paso fue Tandil y de aquí no se fue más. Si hay algo tan inobjetable como su labor pastoral fue la intuición que tuvo Raúl Troncoso para entender la matriz idiosincrática de la sociedad lugareña, y vale aquí incorporar el oxímoron ideológico del conservadorismo que hace.
El sacerdote detectó enseguida cómo funcionaba nuestra comunidad y, sobre todo, el círculo de poder. Y actuó en consecuencia: fue el hombre que durante más de treinta años supo hilar con tacto e inteligencia una malla de contención entre los más pobres y los más ricos. Ese puente sólo pudo tenderlo Raúl y está hecho de gestos mínimos, de política, de guiños y sobreentendidos.
El estallido social de 2001 encontró en su figura una suerte de liderazgo ecuménico, silencioso y eficiente para evitar males mayores a la hora de aquellos saqueos que aquí no se produjeron.
Fue el cura que menos habló políticamente en sus sermones pero que más hizo por los que peor estaban. Esta opción -que seguramente le valió algunos reproches de quienes esperaban algo más desde el púlpito- fue el acto más pragmático de su vida: en el púlpito que había sido de Actis y de Mosse, el primero un cura popular visceralmente anticomunista y el segundo un sacerdote abiertamente cerrado y aristocrático- tomó por el atajo del bajo perfil, la apertura de la Iglesia y las obras como prioridad; también de la real politik (el teléfono de Troncoso fue un ícono del poder en los más altos niveles y sus charlas a solas eran memorables) para la construcción de su gran misión a través de la Iglesia, como la labor de Cáritas, las Casas de la Esperanza, y su compromiso con el patrimonio serrano y los derechos humanos.
Por eso mismo nunca dejó de estar donde debía y si hay una imagen que revela este compromiso, fue cuando a principios de los 90 lideró la desoladora marcha de un puñado de personas que pedía justicia por el asesinato de Gilda Mansilla, una doméstica cuyo crimen aún hoy permanece impune. O en lo que tal vez sea la marcha de silencio más dolorosa y terrible que recuerde la historia de Tandil, que sucedió tras la explosión de un horno en Metalúrgica Tandil y la muerte de tres jóvenes trabajadores.
La muerte de Raúl Troncoso, justamente en estos días tan difíciles, no sólo duele por el vacío que abruma, por su pérdida irremediable, y por el largo adiós que acaba de comenzar. Nos duele también, a muchos, porque sin duda hoy estamos un poco más solos que ayer.