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Barrio Químico II: las seis primeras casas
Se palpaba el clima de distensión, de fiesta. Un ambiente propicio para poner en marcha la entrega de las primeras seis viviendas en Sierras Bayas, allí en medio de los cerros, en el Barrio Químico II.
La calurosa mañana fue testigo privilegiada del acto que se desarrolló en esta jornada de lunes 9 de marzo. Con la presencia del Subadministrador del Instituto de la Vivienda, doctor José Gervasio González Hueso, autoridades del Sindicato Químico, referentes de diversos gremios, fomentistas y por supuesto, los adjudicatarios que han tenido el enorme privilegio de estar en la tanda inicial de beneficiarios, se le otorgó formalidad a un encuentro donde primaban los sentimientos.
El protocolo estableció la bendición religiosa, palabras alusivas del señor Eduardo Zabala del Sindicato y luego de González Hueso, e inmediatamente después se procedió a la correspondiente entrega de las llaves que abren la puerta grande de la soñada propiedad por la que tanto han luchado con insistencia de valientes.
Los nombres iniciadores son todo un símbolo de lo que irá viniendo con el correr de los meses, cuando se vaya completando la cantidad total de casas, o sea treinta. Pero hoy ingresan con el corazón a flor de piel: Carlos Sassano y Patricia Allende; Rodolfo Cordal y Silvana Cifrodelli; César Montenegro y Valeria Sosa; Fernando Farra y Mariana Palmieri; María Blando y también Mariela Ardiles.
La percepción actual de felicidad incuestionable, no obstante, es el corolario de un proceso extenso y complejo. Que ha padecido estridentes aristas que pasaron inclusive por la toma, allá por enero de 2012, de las, por ese entonces, abandonadas casas. Recordemos que, aduciendo un inminente peligro de que se metiese en las viviendas gente de otros lares, varias familias las ocuparon. Y una a una, fueron todas provistas de habitantes locales. Excusándose a su vez, mis amigos, en una supuesta pertenencia al núcleo firme de personas que habían abonado el depósito requerido en su momento, para componer la plantilla de pre adjudicatarios.
De ahí en más, provinieron numerosas gestiones y reuniones, con la intencionalidad manifiesta de destrabar el conflicto. Con más supuestos pre adjudicatarios que casas por habitar. Hubo quienes realizaron ciertas mejoras en las casas. Algunos le colocaron el piso o le hicieron el pozo séptico.
El crudo invierno los sorprendió dentro de cuatro paredes, las que no les dispensaron las comodidades que la ocasión ameritaba. El frío se colaba. La humedad hizo estragos. La precariedad de la situación se tornó angustiante.
Los días no han transcurrido en vano. Los diálogos empezaron a traer los frutos. Y las viviendas se iban vaciando, casi al mismo ritmo que la empresa Greco Construcciones, fue moviendo otra vez los hilos de la albañilería.
Reuniones, en la sede sindical o en Fiscalía. Un paso adelante leve pero constante. Al Municipio se le endilga hoy el haberse desligado por completo, impregnándole al tema una injerencia puramente provincial. Aunque, bien valdría, empero, reconocer la auténtica demanda de casas y o terrenos que enarbolan los sierrabayenses en general.
Una adjudicataria ni siquiera logra articular una frase. La alegría la cubre íntegra. Otra joven mamá con su hijo, respira con gratitud el aire a pintura fresca de su “nido propio”. En otra casa, un duro hombre de laburo, llora cual inocente criatura. Y por qué no. Si el cielo está en la tierra. O en la cumbre de estas sierras, tan similares a Comodoro Rivadavia.
Principio encomiable de un fin de ciclo. Donde no estuvieron ausentes las irregularidades y los malos tragos. Bueno sería rescatar esta ajetreada experiencia y nunca reincidir en los yerros. Por el infinito bien que se merece la sociedad, sobre todos los humildes.
Por Mario Delgado.-
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Citan a declarar a los amigos de los jóvenes fallecidos en 2018 en Parque Sur
A dos años de la muerte de Alan Falatovich y Katherine Rodríguez, la Fiscal Beytía tomará declaración a los dos amigos por el delito de omisión de auxilio.
El 4 de marzo venidero deberán presentarse ante la Fiscal Doctora Viviana Beytía, Alejo Eseberri y Loana Cabrera para sostener la temática compleja de lo acaecido aquel 2 de enero de 2018 en la intersección de Avenida Avellaneda y el puente, en pleno Parque Sur, donde se ahogaron dentro de un vehículo que cayó al Tapalqué Alan Falatovich y Katherine Rodríguez, ambos de 20 años de edad.
Se percibe una vuelta de tuerca en esta causa, que de acuerdo a lo investigado hasta aquí, le permite conjeturar a la señora Fiscal que entiende en este luctuoso acontecer, que, al menos, hubo “omisión de auxilio”, por parte de los sobrevivientes de este episodio triste y doloroso. Según el artículo 108 del Código Penal, reiteramos, la letrada los ha imputado por considerarlos “coautores penalmente responsables del delito de omisión de auxilio”.
Recordemos brevemente que todo este calvario inició su curso en la tarde noche soleada de aquel segundo día de enero, cuando Alejo en una VW Suran, propiedad de su padre, fue a buscar a Alan a su casa, la 1.006 del barrio CECO y de allí se dirigieron a un pub céntrico.
En ese local se encuentran con dos chicas: Loana Cabrera y Victoria Katherine Rodríguez que se movilizaban en un Ford Fiesta. Luego de un rato, se van hacia Parque Sur y allí se produce un hecho significativo: el auto del papá de Alejo se despeña y cae a las aguas con Victoria Katherine y Alan dentro.
Esto habría ocurrido cerca de las 4:30 de la madrugada de ese dos de enero. Y tal cosa sería producto de una maniobra intempestiva llevada a cabo sin querer por el muchacho, dado que habían ingresado a este auto a tratar de solucionar un problema en el equipo de sonido. Para colmo, Alan no sabía manejar, aunque sí “era un excelente nadador”, asevera Diana, hermana del joven muerto.
“A Alan recién me lo entregaron muy tarde, muchas horas después”, refiere una vez más a este diario, Diana Falatovich. “Tenía golpes y moretones en diversas partes de su anatomía que no condecían con la caída”, sostiene firme como desde aquella primera oportunidad en que Diana habló para este medio.
“La autopsia no reveló cosas que yo ví”, continúa, y añade “nada nos cuadraba en esos instantes tan dramáticos”. En este contexto de incertidumbre, “nos permanece bien adentro la pregunta si en rigor de verdad no hubo alguien más en la escena, en ese sitio sin luz ni seguridad en ese momento”.
El punto más crucial se dio con el correr de las horas, dado que “a nosotros nos avisa la Policía. Ninguno de los dos acompañantes de Katherine o de Alan, dio aviso a nadie. Al contrario, fueron y se acostaron a dormir. Alejo estuvo en el velorio de mi hermano unos minutos y se lo advertía nervioso. Sostuvo que él trató con efusividad de abrir la trabada puerta de la Suran pero sin éxito. Él era penitenciario y sabía bien que hacer y los dejaron solos, librados a su destino a Katherine y a Alan. No hay ningún elemento que grafique con certeza que Alejo quiso auxiliarlos. Por otro lado, ¿no se les ocurrió ni siquiera llamar a Bomberos Voluntarios o la Policía?”, subraya Diana.
Para la familia Eseberri fue un penoso accidente y avalan los dichos de su hijo. Ahora entonces, habrá que aguardar los nuevos pasos que se avecinan.
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Un hombre está grave tras el incendio de su vivienda
El siniestro ocurrió en la madrugada del lunes en Necochea y Mendoza de nuestra ciudad.
Un importante incendio tuvo lugar en una vivienda durante la madrugada del lunes.
Por razones que son materia de investigación, una casa ubicada en Necochea y Mendoza se incendió y provocó heridas de gravedad a su morador, un hombre de 73 años de edad.
La víctima fue trasladada al Hospital Municipal donde se constataron la gravedad de las heridas y donde quedó internado en terapia intensiva con pronóstico reservado.
El parte médico emitido desde el Hospital indica que el paciente tiene el 40% del cuerpo con quemaduras y compromiso de vía aérea.
El incendio se produjo en la madrugada de hoy lunes y requirió el arduo trabajo de Bomberos Voluntarios, Comisaría Segunda y personal del SAME.
FOTO. Infoeme