La Región
Continúan las actividades del Festival Cervantino en Azul
Interesantes actividades posteriores en el marco del XIII festival Cervantino de Argentina en Azul.
La suma de tantas y excelentes propuestas para el XIII° Festival Cervantino de la Argentina, hizo que se viera conveniente realizar algunas de ellas, tanto antes como después de la fecha del mismo, completando la programación, siempre en el marco del Festival; por lo mismo el Codacc recomienda seguir consultando el programa impreso que muchos tienen y las redes: Fb: Festival cervantino de Argentina, Instagram, y el sitio web.
Para éste fin de semana va el siguiente recordatorio de actividades:
Sexta Edición del Palmiro Rock en el XIII° Festival Cervantino, éste sábado 19 en el Galpón del SUMAC a las 17 hs: Esta propuesta está organizada por el centro de estudiantes “Todo un palo” del Instituto Superior de Formación Docente 156 “Palmiro Bogliano”. Es la 6° Edición en el marco del FCA.
El proyecto busca integrar a la comunidad estudiantil de la institución y el ambiente del rock, generando una propuesta que fomente la participación entre las entidades educativas y la gente joven que busca una actividad alternativa para hacer en la cuidad.
Organiza la Agrupación estudiantil “Todo un Palo”
Las bandas que participarán son: LA VENGANZA DE LECHUCK, IVÁN Y LOS CAUTIVOS DE NABUCODONOSOR, ACOPLE, NEIP LOS NEBULOSA, MADMAN, EL ÚLMITO INSURGENTE, MARRAJO, GASOLINE, FLUXO, FLUIR, DOCTOR BLACK-
19 Y 20 OCT – 14 A 18 hs / MUSEO LÓPEZ CLARO-Laboratorio de construcción de cajas Lambé Lambé, o teatro en miniatura: (avda. Mitre 410)
Es un novedoso Taller de creación de cajas Lambé Lambé, conocidas como “teatro en miniatura” o “cajas mágicas”. Coordinado por Facundo Dipaola, maestro universitario en Teatro de Títeres (Universidad Nacional de San Martín), con varios premios en su actividad.
Se trabajará desde la dramaturgia, la realización y puesta en escena, iluminación y audio.
A partir de los 16 años., el taller es arancelado.
REFLEJOS: Este Domingo 20 de Octubre- Lago Güemes, a las 17hs se va a realizar una intervención artística como examen final, a cargo de estudiantes de 4to año de la carrera de Profesorado en Artes Visuales en la materia de Escultura y 2do año de fotografía, juntos compartiendo la materia de Artes Combinadas. Desde la materia de Escultura se está trabajando un Proyecto escultórico de alto impacto comunitario por sus grandes dimensiones, realizada de forma colectiva.
Desde la materia de Fotografía II se va realizar una instalación de una obra colectiva que indaga acerca de la representación de la memoria de los/las vecinos/as del lago. Obra la cual fue posible gracias al diálogo y colaboración de los/as vecinos/as. Y que evidencia en su proceso y acabado los problemas y tensiones que la reconstrucción histórica conlleva.
Esta intervención tiene el objetivo de reflejar el pasado, recordar y revalorizar al Barrio Güemes como las primeras tierras habitadas de nuestra ciudad.
Tanto las fotografías como la escultura, serán emplazadas sobre el Lago. .
Acompañan esta jornada en percusión de tambores: De Emi Zaffora, Diego Pourte y Juventud Candombera- Los grupos de danzas Contemporáneo y el grupo “Los diversos” a cargo de Laura Juárez y la danza afro a cargo de Ine Mendonza.
SE invita a compartir el gesto de un abrazo simbólico alrededor del Lago Güemes y una ofrenda, para la cual pueden traer flores o semillas. Una actividad que deja un patrimonio y teje lazos.
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La Región
Abandonaron una camioneta con cuatro cadáveres electrocutados en el hospital de Bahía Blanca
Según las primeras investigaciones, se trata de los cuerpos de cuatro personas que intentaron robar cables de una línea de media tensión en cercanías de la ciudad, y recibieron una descarga de 33.000 voltios. Además de los muertos, había un herido, que sobrevivió.
A última hora de anoche, una camioneta sorprendió al personal del Hospital Municipal de Bahía Blanca. Porque en su interior había cuatro cadáveres y un herido, y el conductor trató de huir luego de dejar el vehículo estacionado, aunque fue detenido. Los fallecidos y el herido habían sufrido una descarga eléctrica mientras intentaban robar cables.
Las primeras informaciones, según La Nueva Provincia, aseguran que todos se hallaban robando cables en un campo del kilómetro 57 de la ruta nacional 33 -pasando el paraje García del Río- y sufrieron una descarga eléctrica de 33 mil voltios. El incidente ocurrió después de las 23 del lunes.
En esas circunstancias, las víctimas fueron trasladadas por un sexto hombre a bordo de una camioneta Volkswagen Amarok, patente NUD 310, que quedó estacionada en la puerta del centro asistencial.
“Una descarga descomunal”
Si bien el conductor se dio a la fuga, horas después fue capturado tras un allanamiento en una vivienda de La Pinta 377. El detenido fue identificado como Ángel Daniel Gallardo, de 66 años.
Los fallecidos, según la Policía, eran Facundo Uribe (32), Joaquín Acosta (18), Fernando Gallardo (25) y Federico Strick (28). También ingresó con quemaduras por descarga Emanuel Chamorro Sepúlveda (20), pero se encuentra consciente.
Los ladrones recibieron una “descarga eléctrica descomunal”, señalaron desde la empresa distribuidora EDES a La Brújula 24, en referencia a los cables de medita tensión que estaban manipulando.
En el vehículo ocupado por los cuatro fallecidos, a su vez, se secuestró un handy con la frecuencia policial, elemento que ahora está siendo sometido a una investigación.
Perseguida
Al filo de la medianoche, la llegada de la camioneta provocó un revuelo en el Hospital, donde arribaron de inmediato el superintendente de la ciudad, Gonzalo Bezos, el secretario de Seguridad de la Municipalidad, Federico Montero, y el jefe policial Gonzalo Sandoval.
Se supo que la Amarok venía siendo perseguida por un móvil policial de la Patrulla Rural, que había advertido su presencia sospechosa en un campo de aquel distrito, que ya había sido blanco de delitos similares.
Los policías, al parecer, habrían perdido el rastro de la Amarok al ingresar a Bahía, pero con la ayuda del Centro Único de Monitoreo (CEUM), se pudieron determinar su llegada a la guardia del Municipal.
Para este martes se harán peritajes con el personal de EDES en la zona, ubicada a unos 30 kilómetros de Bahía Blanca. (DIB) MM
La Región
Un poco más solos
Y entonces sabíamos que iba a pasar, que algún día esa suerte de ausencia larga a la que lo había llevado la vejez y el extravío de la enfermedad se iba a convertir en un hueco definitivo. Eso al fin hace la muerte: reduce el último vestigio de lo cognoscible. Pero -y aquí el adversativo funciona a favor- queda el resto, la intensa y perenne memoria de lo que hizo, de lo que dijo (hizo mucho más de lo que dijo), de lo que fue, desde que silenciosamente llegó a la ciudad que lo abrigó.
Ha devuelto largamente esa manta que lo contuvo cuando llegó a Tandil, allá por 1988, cuando empezó a cifrar su sello en la Parroquia de Begoña y el definitivo, en la Parroquia del Santísimo Sacramento, allí donde siempre -rompiendo una tradición católica de más de un siglo- había imperado una visión católica integrista, muy lejos -o en antítesis- al Movimiento de Sacerdotes para el Tercer Mundo, del que él participó, surgido en la década del 60.
Secuestrado por la Triple A en plena dictadura militar -estuvo detenido de 1976 a 1981 en La Plata, bajo la órbita del torturador Etchecolaz- un obispo literalmente lo rescató y le salvó la vida. Fue Emilio Bianchi di Cárcano, que le dio cobijo en Azul. Su próximo paso fue Tandil y de aquí no se fue más. Si hay algo tan inobjetable como su labor pastoral fue la intuición que tuvo Raúl Troncoso para entender la matriz idiosincrática de la sociedad lugareña, y vale aquí incorporar el oxímoron ideológico del conservadorismo que hace.
El sacerdote detectó enseguida cómo funcionaba nuestra comunidad y, sobre todo, el círculo de poder. Y actuó en consecuencia: fue el hombre que durante más de treinta años supo hilar con tacto e inteligencia una malla de contención entre los más pobres y los más ricos. Ese puente sólo pudo tenderlo Raúl y está hecho de gestos mínimos, de política, de guiños y sobreentendidos.
El estallido social de 2001 encontró en su figura una suerte de liderazgo ecuménico, silencioso y eficiente para evitar males mayores a la hora de aquellos saqueos que aquí no se produjeron.
Fue el cura que menos habló políticamente en sus sermones pero que más hizo por los que peor estaban. Esta opción -que seguramente le valió algunos reproches de quienes esperaban algo más desde el púlpito- fue el acto más pragmático de su vida: en el púlpito que había sido de Actis y de Mosse, el primero un cura popular visceralmente anticomunista y el segundo un sacerdote abiertamente cerrado y aristocrático- tomó por el atajo del bajo perfil, la apertura de la Iglesia y las obras como prioridad; también de la real politik (el teléfono de Troncoso fue un ícono del poder en los más altos niveles y sus charlas a solas eran memorables) para la construcción de su gran misión a través de la Iglesia, como la labor de Cáritas, las Casas de la Esperanza, y su compromiso con el patrimonio serrano y los derechos humanos.
Por eso mismo nunca dejó de estar donde debía y si hay una imagen que revela este compromiso, fue cuando a principios de los 90 lideró la desoladora marcha de un puñado de personas que pedía justicia por el asesinato de Gilda Mansilla, una doméstica cuyo crimen aún hoy permanece impune. O en lo que tal vez sea la marcha de silencio más dolorosa y terrible que recuerde la historia de Tandil, que sucedió tras la explosión de un horno en Metalúrgica Tandil y la muerte de tres jóvenes trabajadores.
La muerte de Raúl Troncoso, justamente en estos días tan difíciles, no sólo duele por el vacío que abruma, por su pérdida irremediable, y por el largo adiós que acaba de comenzar. Nos duele también, a muchos, porque sin duda hoy estamos un poco más solos que ayer.