Opinión
“Olavarría Está de Moda” número 12
Transcurrieron sencillamente volando los dos días de la edición número doce de “Olavarría Está de Moda”, una súper producción integral del profesor Beto Rojas que se cristaliza año a año en el coqueto y cómodo Salón Rivadavia.
En esta ocasión, el fin de semana próximo pasado fue el momento indicado para poner en escena toda una auténtica y genial parafernalia de stands de comercios, artesanos y emprendedores, como así también la presencia inestimable de las estatuas vivientes, atracción irresistible de grandes y chicos. Pero hubo más, mucho más, como charlas, presentaciones, baile, canto, batucada y el desfile de cierre en la noche dominical.
Un constante ir y venir de gente que, con entusiasmo y buena disposición, recorría los puestos y contemplaba a su vez, las diversas e ininterrumpidas actividades durante las dos jornadas.
La apertura formal se concretó el sábado 25 con una breve alocución de los expositores. Se le dio lugar luego a la bendición del evento, hecha por las Hermanas de la “Fraternidad del Camino”. Acto seguido, la licenciada Cintia Beltramella disertó sobre “Nutrición saludable”, captando la atención del público y respondiendo preguntas.
Enseguida nomás empezó a vibrar el recinto con “Zumba Jesi Labas”, quien fue continuada por “Flow Dance” con la profesora Mónica Ávila y un grupo de alumnas. La pista se había calentado, pues, y le llegó el turno a Cristian Trinchín con unas demostraciones fenomenales con una pelota de fútbol.
Se lucirían a posteriori, componentes de “Kpop Coreano”, de la profe Fiama y sus alumnos. Volvió en minutos, el ritmo con “Zumba Dance Kolo” y la instructora María Elina Ramos de Sierra Chica que entregó varias coreos.
También el canto tuvo su espacio ya en la nochecita sabatina con el “Coro de Jubilados de la Calle 9 de Julio” que interpretaron una serie de temas ovacionados por la audiencia.
Lo sucesivo estuvo en manos de la “Escuela de Educación Canina”, que se ocupa básicamente de la búsqueda y rescate de personas con perros adiestrados a tales efectos. En esta línea, se escuchó luego una charla sobre castración animal del “Colegio de Veterinarios de Olavarría” y se desarrolló el desfile de mascotas muy simpático, por cierto.
El baile sensual, atrapante, se vio distinguido por el “Taller Milonguita” de Tatiana Veneziano y los ritmos caribeños se introdujeron en la noche con la pareja experimentada de baile de “Daniela y Perico”.
El final estuvo enmarcado en una charla del escritor Sebastián Fazio, quien exponía allí su libro sobre “El mundo de Arren”.
El hermoso domingo 26, se enarboló desde temprano en la tarde, con “Zumba con Mar”, expuesto por la profesora Mar Oliván y sus alumnas. Enseguida, las hermanas de la “Fraternidad del Camino”, entonaron tres alabanzas muy participativas, donde la gente cantó y realizó distintos movimientos rítmicos al compás de la música.
“Zumba en la Esperanza”, de Cristina Petty, el “Dúo Vos y Yo”, con canciones folklóricas y baile, y la profesora Sonia Fiseres, hablando de “¿Qué es sanar”, se propusieron para la media tarde dominguera.
Arribaría posteriormente “Regenaración Urbana”, del profe Maxi Ortíz con todo su caudal de pibas y muchachos que bailan a mil las disciplinas urbanas, compitiendo incluso a nivel nacional. Propuso diversos niveles: adultos, adolescentes, kids y juvenil mixto. Sin pausa alguna, se tiñó todo de “Batería Bahía Bá”, con Eloy a la cabeza y un grupo de integrantes de su staf tan nutrido.
Se brindó una charla sobre “Turismo local”, a cargo del Técnico en Turismo precisamente, David Lema de la Dirección de Turismo Municipal que había acompañado la muestra con un stand informativo.
Ya en las postrimerías, se pudo aplaudir el talento y la alegría de los “Centros de Jubilados: Rosa Mística, Belgrano y San Cayetano”, comandados por Beto Rojas que hicieron divertidas coreografías.
“Caribe Salsa” y “Daniela y Perico” concluyeron la faz artística entre la emoción y el apasionamiento de los concurrentes. El postre vino con el desfile de “María Luisa Novias”, que exhibió modelos exclusivos de vestidos de quince años, egresadas y novias.
El sonido de ambos días estuvo a cargo de Marcos Barrera y Germán Quiroga. La conducción fue de Mario Delgado. Al término, ya cerca de las 22 horas, el mentor de estos encuentros tan significativos, resaltó que: “Estoy muy contento. Hubo gran cantidad de stands, muy diversos entre sí, y elegantemente preparados, y por supuesto la parte de baile, música y charlas, convocó dándole el marco que requiere cada cosa. Y sobre todo quiero subrayar que toda esta producción se hace CON PERSONAS DE ACÁ, DE NUESTRA CIUDAD”.
La edición poseía una veta solidaria, como cada año. “Las hermanitas de la “Fraternidad del Camino” administrarán los alimentos no perecederos que donaron los participantes y la linda gente que nos visitó. Realmente esta colaboración fue muy importante, así que agradezco de corazón, que hayan estado y colaborado por los más necesitados”, resumió el cansado pero eufórico Beto Rojas.
Por Mario Delgado.-
Opinión
Lo bueno de tener prioridades
Tener prioridades es realmente óptimo: sugiere, entre otras cosas, que el individuo o los gobiernos de los tres niveles, poseen un criterio juicioso, y cuentan, además, con un proyecto de vida de largo alcance.
Marcar las cuestiones a realizar o resolver con premura, habla bien y nos habilita a creer que hay una contemplación completa de la realidad, y, en base a tal visión, se planea un estricto núcleo de objetivos a cumplimentar.
Marchar por la senda sin rumbo, sin norte ni guía, es mala o necia, al menos, señal. Por tal motivo se interpela siempre a cada quien, contar con una agenda al alcance de la diestra. Y activar los hilos en consecuencia, desde luego.
A propósito, este pequeño marco introductorio pretende depositarnos, mis amigos, en un ítem crucial para la concreción individual y colectiva como ciudadanos plenos. Y, conviene por cierto mencionar, la imposibilidad de seguir guitarreando en esta temática que ofreceremos, y desprenderla lo antes posible, de fanatismos partidistas. Me refiero en concreto a la Educación nuestra, en esta nación gloriosa.
Se ha difundido hace horas atrás un informe contundente por parte de la señora Ministra de Educación de CABA que sentencia con supina espontaneidad, los vericuetos de la niñez y adolescencia que no transitan por un camino elogiable en materia de aprendizaje, llegando a terminar la Primaria o estar en Tercer Año de la Secundaria y no saber leer y escribir sin yerros y tampoco poder comprender y explicar con palabras propias, un texto cualquiera.
Tamaña deficiencia se ata, en cierta manera, al tiempo de parálisis escolar impreso por la pandemia y la sucesión de cuarentenas. Podríamos asimilar tal contingencia en mayor o menor talante; sin embargo las deducciones del informe van más allá del proceso frontal del Covid 19 y sus medidas aleatorias. El problema a aceptar sin disimulos ni excusas mantiene firme la idea de que, en rigor de verdad, hay un drama previo, un dilema estructural que se agudizó con el virus chino, pero no es solamente esta reciente etapa dispar, entre la virtualidad y la ausencia en las aulas.
Aún se agrega otro condimento no menor: se ha hecho un relevamiento entre una determinada cantidad de chicos, de entre 12 y 16 años, para averiguar si logran captar los subtítulos de las películas habladas en inglés u otro idioma, en cines o dispositivos hogareños. El análisis resulta desalentador, puesto que la gran mayoría, expresa no alcanzar a leer en tiempo real los zócalos correspondientes, no por interferencias en la visión, sino por no saber leer de corrido.
El temido abandono del noble hábito de la cotidiana lectura, es una incómoda piedra puntiaguda en el calzado. Y no se notan visos de mejoría.
Como daño colateral, por otra parte, del virus coronado, se ha comprobado que alrededor de 600.000 alumnos en el territorio nacional y 200.000 en la Provincia de Buenos Aires, no retornaron a sus establecimientos educativos al abrirse la famosa y tardía presencialidad.
Un escándalo, sin objeciones de ninguna naturaleza. ¿Y ahora, quién carga con semejante cruz social? Porque, ¿alguien puede aseverarnos que tales pibas y pibes, volverán raudos a sus obligaciones escolares, al ser visitados por un docente o asistente social?
Una auténtica lástima que redobla la apuesta a constatar en qué sitio hemos colocado a la educación. Obvio, que ha descendido varios peldaños de cómo supo hallarse situada otrora.
Por Mario Delgado.-
Opinión
Te acostumbrás
Un amigo, un poco mayor que yo, me graficaba ayer que, en rigor de verdad, los argentinos nos vamos acomodando, nos adaptamos, con suma ductilidad, aunque refunfuñemos, a ciertas cuestiones demenciales que debieran sacarnos de quicio y movilizarnos de otra manera.
“Te acostumbrás”, me pontificó, despejando incluso con tal frase, cualquier sombra de duda que pudiera subsistir aún. No hay pena ni atropello que no se nos haya puesto de manifiesto, y, sin embargo, continuamos erguidos como sociedad y metidos cada quien en lo suyo.
La escasa atención que le brindamos a los sucesos del entorno, tal vez tenga mucho que ver con las instancias personales de cada sujeto. Las ocupaciones son cada vez más en base a que el dinero rinde menos.
Se naturaliza la opción del mayor esfuerzo y la gente dispuesta, sale en pos de ganarse el cada día más caro, pan vital. Una pequeña gran gragea, un botoncito de muestra que nos revuelve la panza, pero, reitero, no todavía como la contingencia requiere de un pueblo auténticamente agobiado y harto.
Los niveles de corrupción piramidal se elevan a la enésima potencia, revolean bolsos con dinero mal habido en conventos o cuentan plata afanada en sendos videos virales, y todo gira sin más que algún comentario atrevido, desafiando a la ya incorporada manía de soportar y sobrellevar el drama, las culpas de otros.
No se hace ni siquiera un necesario gasoducto y luego llegan los “verseros” de siempre, con excusas y mensajes altisonantes. Y los robadores de vacunas contra el Covid se pasean orondos, dando cátedras seguro, de cómo fomentar el buen turismo ahora que todo mundo acató órdenes salvadoras. Hipócritas impíos, exonerados por el poder, como un tal Firmenich o un viscoso Verbitsky. Falsedades convertidas en relatos presumiblemente verídicos, para entretener a la platea boquiabierta, que no despierta.
En tal contexto de locura y terror, no escasean los heridores del campo, los que nada saben del trabajo aguerrido de los productores chicos o medianos, y demonizan al sector, olvidando que de ahí emana el 65 % de lo que consume el argentino.
Y nos quedaría chico el espacio para ir citando con mayúsculas, si lo desean, los yerros y las tropelías de los poderosos que se apoltronan en sus sillones, bebiendo en copas de oro, el sudor de los humildes.
Ya probaron el sabor de dominar a una población encerrada y muerta de miedo e incertidumbre y van a ir por más perversidades. Porque no les importa subsanar las necesidades básicas, ni mejorar la calidad de vida del ser humano; sólo ansían llenar sus propias arcas, permanecer y ampliar la red de mantenidos por el Estado, que son los votantes cautivos, los temerosos que no se irán del redil por no perder sus planes sociales.
Mientras la inflación consume las billeteras y separa a familias enteras, ahorcadas y sin solución, al tiempo que la inseguridad y la droga incrementa su paso fuerte y mortal, se encienden los doble discursos, las linternitas de los jetones de ocasión, charlatanes de bar, sin programas efectivos para mutar tanta mugre.
Te acostumbrás, es cierto y penoso, a convivir con la putrefacción y contemplar sin esperanzas el panorama difuso del país que amás.
Por Mario Delgado.-