Opinión
“Federación”: apacible reunión
Hubo que esperar hasta la reunión de este viernes 13 en la Junta Vecinal “Amparo Castro”, Aguilar casi Avenida Del Valle, para poder disfrutar de tranquilidad y llegar a culminar el encuentro sin las ya habituales interrupciones controversiales, en los encuentros mensuales de la “Federación de este año en curso”. Claro que hubo ausencias significativas y danzan interrogantes y dudas de todo tenor.
No obstante, comandada por el Presidente federativo, Jorge Salías, con Martín Roldán y Renzo Toranza a su lado en la mesa central, y con la presencia de catorce entidades, se dio curso en principio, a un recorrido por las últimas disposiciones de la Comisión Directiva rearmada, y también se ofreció un repaso de actividades desarrolladas por los dirigentes de la entidad madre en las pasadas semanas.
Se han repartido planillas para los nuevos Delegados, se otorgaron carpetas para que cada entidad anote allí reclamos y anhelos, se dio cuenta de una charla con el Comisario Daniel Borra, encargado municipal del área de Seguridad, y se invitó a las instituciones a ser parte de estos contactos que se mantendrán mes a mes.
Por otro lado, Salías menciono con entusiasmo que han recorrido distintas entidades, algunas de las cuales incluso no iban a las reuniones federadas. Y anticipó próximas acciones en diversos ámbitos, como el social y cultural.
Luego se abrió el abanico para que cada quien exprese las diferentes problemáticas y novedades de sus respectivos barrios. Sobrevolaba un clima completamente distinto al de las antecesoras reuniones, tan estrepitosas y caóticas, donde las divergencias fueron insalvables.
Sirvió pues la oportunidad para que los distintos referentes, fueran exponiendo sus necesidades y tareas concretadas y por realizar. Se puntualizó como eje de prioridad en varios sectores el drama de la inseguridad y marchando a su lado, la petición muy antigua, en varias zonas, de la concreción de las cloacas. Aunque tampoco faltó la mención puntual de lo que acaece en las localidades en materia de salud pública y la ausencia de médicos, con el testimonio vívido a tal efecto de la referente sierrachiquense Lorena Bramajo.
Este ítem en especial generó ciertos cruces de opinión en cuanto al Presupuesto de la Comuna y las prioridades del Ejecutivo. No le fue en zaga, el otro gran tópico que ocupa y mantiene en vilo a la población y a sus dirigentes sociales: las cloacas que todavía faltan construir, concatenando a esto, la cuestión del alto costo del servicio de atmosféricos, muy empleados en algunos barrios con pozos sépticos chicos o napas altas. Se mencionó la actuación de varias asistentes sociales que no estarían dando respuestas con tal dilema preocupante, sobre todo para el relevamiento de vecinos que precisarían un auxilio municipal para el citado camión atmosférico.
Se puso de relieve a su vez, mis amigos, la proposición de mantener en pie una agenda de solicitudes para exponer con asiduidad ante Rivadavia y San Martín, habida cuenta de promesas de campaña de la actual gestión ejecutiva que, al decir de uno de los referentes “no se han cumplido aún”. Porque se recordó que el señor Intendente habló allá por 2.015 de cloacas tan luego, de quitar los impuestos y tasas de las facturas de luz y de propender a un incremente del comúnmente llamado “Impuesto a la Piedra”.
En otro orden, el Presidente del barrio “Eucaliptus”, subrayó a modo de presentación en las reuniones, las cosas que se han logrado en su zona de influencia.
Finalmente, los miembros de la Comisión Directiva anunciaron una serie de eventos culturales con artistas independientes que tendrán su inicio el domingo 22 de este mes en Nicolás Avellaneda desde las 14 horas.
Muy contento, el dirigente del UOCRA y líder federativo, Jorge Salías, respiraba aliviado: “Por fin pude terminar una reunión”, le expresó a este cronista. “Vamos a seguir trabajando intensamente, visitando barrios y animando a aquellos que por ahora no vienen”, prometió. “Estoy convencido que vamos por el buen camino y sólo pido que nos dejen laburar tranquilos porque tenemos variedad de proyectos para el bien del fomentismo”, señaló.
Por Mario Delgado.-
Opinión
Lo bueno de tener prioridades
Tener prioridades es realmente óptimo: sugiere, entre otras cosas, que el individuo o los gobiernos de los tres niveles, poseen un criterio juicioso, y cuentan, además, con un proyecto de vida de largo alcance.
Marcar las cuestiones a realizar o resolver con premura, habla bien y nos habilita a creer que hay una contemplación completa de la realidad, y, en base a tal visión, se planea un estricto núcleo de objetivos a cumplimentar.
Marchar por la senda sin rumbo, sin norte ni guía, es mala o necia, al menos, señal. Por tal motivo se interpela siempre a cada quien, contar con una agenda al alcance de la diestra. Y activar los hilos en consecuencia, desde luego.
A propósito, este pequeño marco introductorio pretende depositarnos, mis amigos, en un ítem crucial para la concreción individual y colectiva como ciudadanos plenos. Y, conviene por cierto mencionar, la imposibilidad de seguir guitarreando en esta temática que ofreceremos, y desprenderla lo antes posible, de fanatismos partidistas. Me refiero en concreto a la Educación nuestra, en esta nación gloriosa.
Se ha difundido hace horas atrás un informe contundente por parte de la señora Ministra de Educación de CABA que sentencia con supina espontaneidad, los vericuetos de la niñez y adolescencia que no transitan por un camino elogiable en materia de aprendizaje, llegando a terminar la Primaria o estar en Tercer Año de la Secundaria y no saber leer y escribir sin yerros y tampoco poder comprender y explicar con palabras propias, un texto cualquiera.
Tamaña deficiencia se ata, en cierta manera, al tiempo de parálisis escolar impreso por la pandemia y la sucesión de cuarentenas. Podríamos asimilar tal contingencia en mayor o menor talante; sin embargo las deducciones del informe van más allá del proceso frontal del Covid 19 y sus medidas aleatorias. El problema a aceptar sin disimulos ni excusas mantiene firme la idea de que, en rigor de verdad, hay un drama previo, un dilema estructural que se agudizó con el virus chino, pero no es solamente esta reciente etapa dispar, entre la virtualidad y la ausencia en las aulas.
Aún se agrega otro condimento no menor: se ha hecho un relevamiento entre una determinada cantidad de chicos, de entre 12 y 16 años, para averiguar si logran captar los subtítulos de las películas habladas en inglés u otro idioma, en cines o dispositivos hogareños. El análisis resulta desalentador, puesto que la gran mayoría, expresa no alcanzar a leer en tiempo real los zócalos correspondientes, no por interferencias en la visión, sino por no saber leer de corrido.
El temido abandono del noble hábito de la cotidiana lectura, es una incómoda piedra puntiaguda en el calzado. Y no se notan visos de mejoría.
Como daño colateral, por otra parte, del virus coronado, se ha comprobado que alrededor de 600.000 alumnos en el territorio nacional y 200.000 en la Provincia de Buenos Aires, no retornaron a sus establecimientos educativos al abrirse la famosa y tardía presencialidad.
Un escándalo, sin objeciones de ninguna naturaleza. ¿Y ahora, quién carga con semejante cruz social? Porque, ¿alguien puede aseverarnos que tales pibas y pibes, volverán raudos a sus obligaciones escolares, al ser visitados por un docente o asistente social?
Una auténtica lástima que redobla la apuesta a constatar en qué sitio hemos colocado a la educación. Obvio, que ha descendido varios peldaños de cómo supo hallarse situada otrora.
Por Mario Delgado.-
Opinión
Te acostumbrás
Un amigo, un poco mayor que yo, me graficaba ayer que, en rigor de verdad, los argentinos nos vamos acomodando, nos adaptamos, con suma ductilidad, aunque refunfuñemos, a ciertas cuestiones demenciales que debieran sacarnos de quicio y movilizarnos de otra manera.
“Te acostumbrás”, me pontificó, despejando incluso con tal frase, cualquier sombra de duda que pudiera subsistir aún. No hay pena ni atropello que no se nos haya puesto de manifiesto, y, sin embargo, continuamos erguidos como sociedad y metidos cada quien en lo suyo.
La escasa atención que le brindamos a los sucesos del entorno, tal vez tenga mucho que ver con las instancias personales de cada sujeto. Las ocupaciones son cada vez más en base a que el dinero rinde menos.
Se naturaliza la opción del mayor esfuerzo y la gente dispuesta, sale en pos de ganarse el cada día más caro, pan vital. Una pequeña gran gragea, un botoncito de muestra que nos revuelve la panza, pero, reitero, no todavía como la contingencia requiere de un pueblo auténticamente agobiado y harto.
Los niveles de corrupción piramidal se elevan a la enésima potencia, revolean bolsos con dinero mal habido en conventos o cuentan plata afanada en sendos videos virales, y todo gira sin más que algún comentario atrevido, desafiando a la ya incorporada manía de soportar y sobrellevar el drama, las culpas de otros.
No se hace ni siquiera un necesario gasoducto y luego llegan los “verseros” de siempre, con excusas y mensajes altisonantes. Y los robadores de vacunas contra el Covid se pasean orondos, dando cátedras seguro, de cómo fomentar el buen turismo ahora que todo mundo acató órdenes salvadoras. Hipócritas impíos, exonerados por el poder, como un tal Firmenich o un viscoso Verbitsky. Falsedades convertidas en relatos presumiblemente verídicos, para entretener a la platea boquiabierta, que no despierta.
En tal contexto de locura y terror, no escasean los heridores del campo, los que nada saben del trabajo aguerrido de los productores chicos o medianos, y demonizan al sector, olvidando que de ahí emana el 65 % de lo que consume el argentino.
Y nos quedaría chico el espacio para ir citando con mayúsculas, si lo desean, los yerros y las tropelías de los poderosos que se apoltronan en sus sillones, bebiendo en copas de oro, el sudor de los humildes.
Ya probaron el sabor de dominar a una población encerrada y muerta de miedo e incertidumbre y van a ir por más perversidades. Porque no les importa subsanar las necesidades básicas, ni mejorar la calidad de vida del ser humano; sólo ansían llenar sus propias arcas, permanecer y ampliar la red de mantenidos por el Estado, que son los votantes cautivos, los temerosos que no se irán del redil por no perder sus planes sociales.
Mientras la inflación consume las billeteras y separa a familias enteras, ahorcadas y sin solución, al tiempo que la inseguridad y la droga incrementa su paso fuerte y mortal, se encienden los doble discursos, las linternitas de los jetones de ocasión, charlatanes de bar, sin programas efectivos para mutar tanta mugre.
Te acostumbrás, es cierto y penoso, a convivir con la putrefacción y contemplar sin esperanzas el panorama difuso del país que amás.
Por Mario Delgado.-