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La deuda interna: el Municipio que queda
En dos semanas termina la gestión Galli. El descontrol que se acentuó en los últimos dos años traerá dificultades para la nueva administración. El déficit subyacente ya ronda los $10 mil millones
“El Municipio está a la deriva”, publicó Verte el pasado 9 de noviembre, reflejando una situación palpable en distintas áreas de la administración tras la derrota del 22 de octubre. Tres semanas después la situación se agravó.
Si hay que comenzar de mayor a menor, sin dudas lo más grave es el compromiso económico financieroque tiene la Comuna. El déficit (que comenzó a ser noticia con los famosos 354 millones faltantes en 2020) se ha ido profundizando y en la actualidad ronda los 10 mil millones de pesos.
Fuentes consultadas explicaron que el número surge de comparar los ingresos percibidos versus los gastos devengados, lo que arroja un saldo negativo de más de 4 mil millones de pesos. Si a eso se le suma el aumento aún no otorgado a la planta de empleados (equivalente al 60% de los ingresos corrientes), arroja otro saldo negativo de más de 2 mil millones de pesos.
El panorama se completa si se contempla que después de las elecciones generales se frenaron las compras a cero y actualmente se está consumiendo el stock. El próximo intendente necesitará un circulante cercano a los 2 mil millones, que es el estimado al 20% del circulante en 90 días de plazo de pago.
Por estos días, el Ejecutivo debe enviar el Presupuesto 2024 para su análisis y tratamiento en el Concejo Deliberante. Tiene fecha hasta este jueves 30 y de acuerdo a lo poco que ha trascendido, en el acápite de obras se contemplarán solamente las que ya están en ejecución, en virtud del cambio de gobierno nacional.
Otro aspecto a tener en cuenta es que el Municipio en general quedó en una especie de “piloto automático”desde el lunes 23 de octubre -luego de la dura derrota en las elecciones generales- y algunas áreas incluso desde antes. Para ejemplificar lo que se señala, el área de Control Urbano atrasó la confección de las planillas de las horas adicionales de la policía y eso derivó, además, en una demora en los pagos.
Aún estando al día con las planillas del mes de agosto, desde el sector les dijeron a los uniformados que septiembre y octubre “quedaría como un saldo”. Es decir, no lo pagará la administración saliente.
Ese “piloto automático” también estuvo marcado por la ausencia de funcionarios que se tomaron vacaciones u otros que directamente “dejaron de ir”.
La falta de dirección en los proyectos de cada área también se hizo evidente en este último tiempo. Hay inclusive trámites administrativos demorados por esta razón.
Empleados de distintas áreas revelan no haber sido escuchados e inclusive no se realizaban reuniones de equipo para conocer la marcha de los proyectos e iniciativas implementadas.
Otro común denominador de las oficinas es que no hubo valoración y reconocimiento del trabajo y la dedicación a la función, sino que las oportunidades se han generado en función de “amiguismo”.
Distintos escándalos desatados en la gestión gallista dejaron descubierto hace ya algunos años la falta de control en diversas áreas. Catastro, Desarrollo Social y Obras Públicas fueron algunos de los sectores donde esa falta de observancia de las normas derivó en que bienes del Estado (terrenos en un caso, tarjetas destinadas a compras de alimentos en otro, licitaciones en otro) no recibieron el tratamiento y el cuidado adecuado.
La falta de control en la asistencia del personal y el cumplimiento de las horas extras es otro de los focos de alarma. Verte había revelado que en el área de Monitoreo era una práctica común. No es el único sector donde se revela que muchos de los empleados conforman su salario con horas que no cumplen.
Es evidente para los vecinos que utilizan cualquiera de los servicios municipales que los edificios públicos no tienen el estado de conservación adecuado. A eso hay que sumarle la situación del Hospital, donde no se cumple con el mantenimiento de la aparatología, lo que en algunas ocasiones la vuelve obsoleta.
Si bien el intendente ha declarado que están haciendo las cosas para entregarle el Municipio andando a Wesner, algunos indicios señalan lo contrario. Hay contratos de empresas que prestan servicios que vencen este 30 de noviembre y no se previó prórroga ni se tomó contacto con los proveedores para evaluar cómo seguir.
El área de Cultura no es un caso aislado. Hay un cronograma de actividades que están en agenda cada año y en esta oportunidad no se programaron ni hicieron las contrataciones correspondientes. “Las muestras para los Museos Municipales están abandonadas”, señalaron a Verte.
Imposible cerrar el repaso de lo que queda sin mencionar que por acción u omisión, esta gestión que se va deja al menos dos causas que investiga la Justicia penal. Una, la de estafas con terrenos, que aún con 4 imputados y decenas de testimoniales nunca avanzó en la citación de los involucrados ni se pronunció hasta ahora sobre la posible comisión del delito de “asociación ilícita”, tal como lo indicó la Fiscal cuando derivó la causa a su superior.
Otra, la causa que debe establecer qué falló para que el dinero depositado por el Estado local para que las familias vulnerables accedieran a alimentos terminara en otras manos, sin que la responsable del área, ni sus superiores, lo advirtieran a tiempo o hicieran algo para evitarlo.
Algunas obras sin finalizar (caso repavimentación de la Avenida Avellaneda) también quedarán como un pendiente para el gobierno que sigue, aunque en ese caso depende de fondos que envía la Provincia. El Municipio, tal como se dijo hasta el cansancio, quedó sin capacidad de emprender obras con dinero propio, ya que todos sus recursos están comprometidos en gastos corrientes.
Evidentemente la deuda interna será el primer gran desafío que deberá afrontar la gestión Wesner. Pero no sólo se trata de remontar el desastre económico de los últimos años, sino de revalorizar la función del Municipio tanto para los empleados como para los vecinos y encontrar la mística, o algo parecido, que suele ayudar a que un gobierno municipal pueda anclarse en la realidad local.
Fuente: Una nota de Verte.tv
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Inés Creimer se despidió del HCD: “Agradezco a los vecinos y vecinas que me dieron la oportunidad de representar su voz”
La concejala del bloque Foro Olavarría – Frente Renovador en Unión por la Patria dio cierre a sus 4 años en la función en la última Sesión Especial del Concejo Deliberante. Además, se aprobó la licencia para el concejal Gastón Sarachu, quien tendrá un rol en el Ejecutivo Municipal.
Este viernes, la concejala Inés Creimer se despidió del Concejo Deliberante en lo que fue la última Sesión del cuerpo deliberativo. Entre otros temas, la orden del día trató la licencia para el concejal Gastón Sarachu, quien pasará a ocupar un rol en el Ejecutivo Municipal.
A través del siguiente enlace se puede acceder a la intervensión completa de Inés Creimer: https://youtu.be/DYswLeqcnRE
La concejala Creimer dedicó palabras de agradecimiento “a cada uno y cada una de los vecinos y vecinas que me dieron la oportunidad y la confianza para que yo esté acá trayendo la voz de cada uno de ellos”. También agradeció de manera especial “a Eduardo Rodríguez quien fue quien me ofreció la posibilidad de estar acá”.
En la misma línea, la concejala se mostró agradecida con “los compañeros y compañeras del interbloque y de cada una de las comisiones con las que trabajamos poniendo lo mejor de cada uno”.
“Cuando trabajamos en proyectos estamos trabajando sobre las necesidad que vemos o que nos acercan con la confianza y la esperanza de que nosotros podamos llegar a una solución”, reflexionó Creimer. “Cuando nos sentamos acá lo que verdaderamente queremos es mejorar la vida de alguien que está por fuera del recinto. Nosotros nos vamos y las normas quedan escritas”, agregó.
Por último, Creimer destacó “haber pasado por este cuerpo legislativo, lo que me permitió otro tipo de construcciones y tener muchos aprendizajes”.
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El Partido de Olavarría tiene 125.751 habitantes según datos definitivos del Censo
Se dividen en 63.589 mujeres y 62.162 hombres, con una edad promedio de 34 años; 122.011 habitan viviendas particulares, 40.719 poseen agua de red pública; 23.623 desagua sus inodoros a cloacas.
El partido de Olavarría, según el Censo realizado en 2022, cuenta con 125.751 habitantes, de los cuales 63.589 fueron registradas al nacer con el sexo femenino, 62.162 con el sexo masculino y la edad promedio de la población es 34 años de acuerdo con el informe publicado este martes por el Instituto Nacional de Estadísticas y Censos (Indec).
En lo específico, 122.011 habitantes de Olavarría habitan viviendas particulares, 100.469 lo hace en viviendas con techo, revestimiento interior o cielorraso, 114.518 en viviendas particulares con piso con revestimiento.
En el mismo sentido, 118.525 tienen procedencia de agua cañería dentro de sus viviendas, 105.334 cuentan con provisión de agua por red pública y 55.720 habitantes que el desagüe del inodoro del baño es a red pública (cloaca).
Otro apartado reveló que de los 122.011 habitantes de Olavarría que habita viviendas particulares; 100.721 utiliza principalmente para cocinar gas de red; 17.010 lo hace con gas en garrafa; 79.706 tienen vivienda propia; 27.072 alquilan, 111.849 tiene celular con Internet.
De un total de 46.337 hogares, 43.945 de ellos cuenta con pisos con revestimiento; 40.719 poseen agua de red pública; 23.623 desagua sus inodoros a cloacas; 39.263 utilizan principalmente gas para cocinar 4.460 tiene una habitación en sus casas.
Sobre 51.319 viviendas particulares, 46.012 están ocupadas; 45.340 de las ocupadas son departamentos o casas; 338 son ranchos o casillas; 334 corresponden al rubro “otras viviendas particulares ocupadas” 5.307 son las viviendas particulares no ocupadas.
El relevamiento arrojó para la provincia de Buenos Aires 17.523.996 habitantes, con una edad promedio de 33 años, un índice de envejecimiento de 55, un índice de independencia potencia de los padres de 19 y un índice de femeneidad de 107 por cada 100 hombres.
La población argentina al momento del censo fue de 45.892.285, de los 23.705.494 fueron registradas al nacer con el sexo femenino, 22.186.791 con el sexo masculino. La edad media de la población argentina es de 34 años, entre las mujeres 34 años y entre los hombres 31 años.
Las provincias con más habitantes son Buenos Aires (17.523.996), Córdoba (3.840.905), Santa Fe (3.544.908) y Mendoza (2.043.540), y las que menos tienen son Tierra del Fuego, Antártida e Islas del Atlántico Sur (185.732), Santa Cruz (337.226), La Pampa (361.859) y La Rioja (383.865) y la Ciudad Autónoma de Buenos Aires (CABA) tiene una población total de 3.121.707.
Al enumerar a la población según el lugar de residencia habitual, es decir, de carácter permanente, el Censo 2022 identificó que las personas que viven en viviendas colectivas se concentraron en tres tipos de establecimiento: las prisiones (40,0%), los hogares de personas mayores/geriátricos (30,6%) y los establecimientos de salud/hospitales (10,7%). En la provincia de Buenos Aires las personas en situación de calle registradas fueron 1426.
Seis de cada 10 personas censadas declararon tener obra social o prepaga (incluyendo PAMI); mientras que poco más de 3 de cada 10 respondieron que no tienen obra social, prepaga o planes estatales de salud, es decir, que dependen exclusivamente del sistema público para la atención de su salud.
Se aprecia que las mujeres son mayoría entre la población que tiene cobertura de salud por obra social o prepaga o programas o planes estatales de salud. En tanto, entre quienes cuentan solo con el hospital público para la atención de la salud, los varones predominan levemente.
Entre 2001 y 2022 se observa un incremento sostenido en la población en edad jubilatoria que percibe jubilación o pensión, especialmente entre las mujeres. Mientras que el Censo 2001 registró que 6 de cada 10 mujeres en edad jubilatoria accedían a una jubilación o pensión, el Censo 2022 relevó que 9 de cada 10 mujeres estaban en esa condición, un valor similar al de 2010.
Desde el INDEC destacaron que “por primera vez en la historia de los Censos argentinos, el Censo 2022 se llevó a cabo de acuerdo con la definición de censo de derecho, es decir, contando a las personas según su lugar de residencia habitual, donde viven la mayor parte del tiempo”.
También por primera vez se implementó un operativo bimodal de relevamiento que combinó la posibilidad de autoempadronamiento en línea con un barrido completo del territorio, mediante entrevista directa a los hogares y el cuestionario digital para viviendas particulares comenzó a implementarse dos meses antes del Día del Censo, el 18 de mayo de 2022.
Los datos del Censo 2022 difundidos aquí son el resultado del conteo efectivo de la población, con una cobertura territorial del 98,6%. La falta de cobertura de ciertas áreas, dice el informe, junto a la posibilidad de que las personas censistas no hayan encontrado a sus moradores en la vivienda y la subdeclaración de las personas que residen en el hogar pueden llevar a que el conteo arroje un valor por debajo de la cifra de población real.
