Tras las revelaciones de Verte de esta semana, se conoció que desde hace varios meses hay un caso de estafa que se tramita en la UFI 4, a cargo de la fiscal Paula Serrano. Fue impulsado por J.B., un olavarriense que también trabó relación con Claudio Peralta para poder comprar dos lotes “de varios que tenía para la venta”.

La presentación, realizada por el Dr. Julio Beley, abogado penalista, incorpora la declaración testimonial de J. B. donde relata que los inmuebles en cuestión están ubicados en Las Rosas esquina Necochea y por ellos entregó una camioneta Chevrolet S10 y 50 mil pesos en efectivo. La operación se hizo el 2 de marzo de 2020 y se firmó un boleto de compraventa donde figura como vendedor el señor Mariano Vande Vrande.

En la declaración testimonial indica que Peralta le dijo que “en dos o tres meses le llevaba los papeles para poder escriturar” pero nunca más apareció y no lo pudo ubicar ni por teléfono ni personalmente. Sobre esos terrenos el damnificado edificó su vivienda y su taller.

Beley dialogó con Verte y explicó que el paso siguiente es que la fiscalía resuelva sobre las medidas probatorias que él impulsó como particular damnificado, figura que aprobó la jueza de Garantías Fabiana San Román. Aún no tuvo novedades pero confía que cuando finalice la Feria las habrá.

Se multiplican casos

Notable es que a cada publicación de un testimonio, se suceden varios llamados y mensajes con documentación probatoria que revelan haber sido víctima de la misma maniobra por parte de Peralta.

Estas estafas reiteradas tienen como denominador común a este sujeto, que resulta ser muy conocido en las barriadas por ser quien alcanza los alimentos para los merenderos y los bolsones de ayuda social que reparte el Municipio. No figura en el plantel de empleados municipales pero pocas dudas caben, a estas alturas, que no sólo lo conocen, sino que le dan tareas por cumplir, específicamente bajo la órbita de la Secretaría de Desarrollo Social y Calidad de Vida.

Ese rol de cercanía con muchas personas que residen en distintos puntos de la ciudad y que atraviesan, muchas veces, situaciones de vulnerabilidad, resulta ser un elemento central para que la gente confíe en él y caiga en la trampa.

Esa trampa, como ya hemos relatado, muchas veces derivó en que no entregó el bien prometido a cambio del dinero que sí cobró, o que lo entregó pero no puede concretarse la escritura, dejando a los afectados en una indefensión total, ya que sobre ese terreno edificaron su vivienda familiar o su negocio y hoy no cuentan con ningún documento con validez legal que los respalde.

Fuente: Verte.tv