“Nuestra irrupción en un espacio público es revolucionaria”
Es el título de una entrevista exclusiva publicada por El Acento con María Inés Banegas, la olavarriense que como estatua viviente realiza la actividad desde hace más de 20 años.
María es docente, profesora de Filosofía, Psicología y Pedagogía en la provincia de Buenos Aires, Argentina.
También, realizó el Profesorado de Teatro y una Maestría en Antropología Social.
Sin embargo, más allá del bienestar económico que goza gracias a sus estudios, ella confiesa sentirse plena desarrollándose como estatua viviente.
Entrenamiento y formación
La artista comenzó trabajando en la peatonal de su ciudad natal, Olavarría, como un hobbie mientras estudiaba.
“Empecé a hacer temporadas en otros lugares, a ser contratada en otros eventos, a tener necesidad de conocer a gente que hacía lo mismo que yo”, señaló.
Según María, todo era simple hasta que empezó a viajar e inscribirse en encuentros y festivales de estatuas vivientes. En esos lugares conoció a otras personas como ella, que hacían la misma actividad.
Diferencias con el teatro tradicional
De acuerdo con María, el arte de las estatuas vivientes es una forma de teatralidad, pues tiene ciertas particularidades propias del lenguaje teatral.
“La creación de personajes, un espacio escénico que sería nuestra tarima, un intercambio con el público”, son algunos ejemplos que aportó la artista.
De esta manera, “podemos decir que (las estatuas vivientes) son una forma de teatralidad pero que se ejerce en los espacios públicos y esta es la particularidad que lo diferencia del teatro tradicional”.
“En un teatro tradicional uno hace una función, un personaje, para un escenario donde el espectador va a pagar una entrada”, dijo.
Según la artista, cuando uno sale a la calle con un personaje, es una función que uno hace, pero en un espacio público, con esta característica donde el espectador no paga una entrada para ver, sino que es un espectador casual.
“La persona va caminando y vos tenés la posibilidad de interrumpir su marcha, de interrumpir su día a día y hacer un stop, para maravillarlo con tu magia, con la impronta de tu personaje”, afirmó María.
“Ser una estatua viviente es disponerse en todo, donde estás expuesto en un espacio público, donde todos tus sentidos están como lentificados, todos tus movimientos están como minimizados”, agregó.
Aclaró: “Te tenés que sostener en una tarima de 20 por 40 centímetros, que es un espacio muy chiquitito, por lo tanto el eje tiene que estar muy derecho”.
También, tiene que haber una concentración muy importante para no perderse y no perder el eje, no trastabillar.
De acuerdo con María, todo lo anterior, como estatua viviente, “se lo impones al otro”.
“Cuando la persona pasa al lado tuyo, te puedo asegurar que vos le transmitís tu ritmo, se acerca a vos de manera silenciosa, despacio, es como una energía que se contagia en el otro, y vos la llegas a contagiar”.
Eso que se genera con el espectador, “donde vos le transmitís esa energía, donde inclusive vienen como queriendo dejarte la colaboración en paz, eso es mágico, lograr imponerle ese ritmo es maravilloso”, afirmó María.
Un arte revolucionario
María aseguró que este tipo de arte “es revolucionaria, porque nosotros (los estatuistas) de alguna manera nos posicionamos en un espacio público que nunca nos pensó”.
“Vos estás en una plaza que tiene una pérgola, un banco, un jardín, pero las estatuas vivientes no están pensadas para que estén ahí”, agregó.
“El sistema quiere que la gente circule, vaya a su trabajo, consuma y de repente una estatua termina con esa cotidianidad”, señaló María.
“Entonces nuestra irrupción en un espacio público es revolucionaria, es decir, nos plantamos acá, este es nuestro lugar, este es nuestro escenario”.
Los públicos
“Los públicos no son todos iguales, he viajado por muchas provincias y países y puedo asegurar que cada uno es particular”, afirmó María.
“No sé si valoran o están predispuestos a determinado personaje, pero cuando fui a Brasil fui con un personaje que se llamaba el Ángel y tuve una situación conmovedora”, dijo.
Cabe destacar que en el país sudamericano la mayor parte de la población, el 91,5%, es creyente. La religión más extendida es el Cristianismo.
“En un determinado momento yo creía que era un ángel, porque la gente te hace creer eso, se acerca, te toma de la mano y te pide ayuda”.
“Una mujer me pedía deseos, me apretaba la mano, pasaba todas las mañanas y me decía: ‘Yo sé que vos me vas a ayudar’, yo me bajaba en la tarima y quedaba medio impactada”.
María concluyó que con el estatuismo uno llega a provocar algo que uno jamás pensó, algo que ni siquiera soñó.
“Esto es lo que tiene este arte, los públicos te sorprenden”, resumió María.
Los personajes
De acuerdo con la artista, el disparador para crear un personaje es tener siempre en cuenta lo que uno trae de base, es decir, su contextura física, su rostro, sus particularidades y su potencial artístico.
El estatuismo permite librar y reconocer cuales son las posibilidades artísticas, aquellas que se tienen de manera natural y potenciarlas o tratar de buscarlas y mejorarlas.
María logró personificar a Eva Perón, un personaje histórico muy reconocido en la Argentina, con el cual ganó un concurso muy importante a nivel sudamericano.
“Eva Perón era alguien muy lejano para mí, alguien que significaba mucho y un personaje histórico muy respetado”.
Según la artista, el haber ganado con Evita fue una gran satisfacción, pero también reconoció en ella el parecido y que tenía ganas de portar ese personaje.
“Esto es un trabajo actoral, vos te tenés que creer quien sos. Si vos sos un hada, vos te tenés que creer que sos un hada y estar tres horas siéndolo, con la magia y la energía del personaje”.
Por otra parte, María compartió con El Acento uno de sus próximos proyectos, reconocido como Metamorfosis.
“Ahora estoy trabajando con un personaje que se llama Metamorfosis, el cual me está costando desarrollar, porque tiene que ver con todo este cambio que provocó la pandemia, y no es fácil, ya que tengo que corporizar un montón de situaciones y sentimientos”.
“No me interesa apurarlo, porque quiero estar segura de que cuando me plante en la tarima, Metamorfosis pueda decir aquello que nos atravesó a todos”.
El Festival de Estatuas Vivientes de Olavarría
María Inés Banegas también se encarga de organizar el Festival de Estatuas Vivientes en Olavarría, Buenos Aires.
En marzo de este año se va a desarrollar la novena edición, donde van a asistir estatuas vivientes de la Argentina y de los países limítrofes.
Esto hace que la peatonal de la ciudad se llene de estatuistas y la gente se maraville con este tipo de arte.
También, esto permite instalar la actividad, que el público y los gestores culturales la reconozcan como legítima e interesante. Además de educar a los espectadores en la cultura de la gorra.
María aclaró que el estatuismo no es algo que se haga solo por lo económico, pues ella afirma ser un artista que no vive de esto, pero tiene varios compañeros que sí lo hacen.
Ella defiende la idea de que se puede trabajar y reír al mismo tiempo, desprenderse de la forma que impuso el sistema capitalista en el que si no eres el patrón, eres el empleado.
Y argumentó: “Me cuesta mucho no cobrar por respeto a mis compañeros y además estaría desvalorizando mi trabajo y tiempo”.
“Comienzo del juego, el arte de las estatuas vivientes”
María, además de docente y estatuista, también es escritora. Ella escribió y publicó “Comienzo del juego, el arte de las estatuas vivientes”.
La obra comprende cuentos basados en cada uno de los personajes creados y personificados por la artista.
Al mismo tiempo que cada lectura describe cómo surgieron, a partir de qué motivación y en qué lugares se presentaron.
De acuerdo con María, el libro surgió porque cada vez que había un encuentro de estatuas vivientes, un antropólogo que se llama Carlos Cox decía:
“Nadie mejor que ustedes para hablar sobre este lenguaje, nadie mejor que ustedes para poner en palabras su vivencia y dejar escrito esto que es un antecedente interesante y legitimar esta actividad”.
En base a esta frase, nació la necesidad de escribir y registrar cada momento compartido entre el estatuismo y María Inés Banegas.
Fuente: Nota publicada por El Acento news y realizada por Exequiel Leal
La mítica banda de Azul vuelve a pisar los escenarios tras varios años de ausencia. A casi 28 años de su debut, regresa con Guillermo “Turco” Chiodi y Federico “Pieri’’ Saldaño como pilares fundamentales del grupo, más el ingreso de: Berna Lupo, Ricky Rodriguez y Mosca Scillone. El 21 de septiembre se presentarán en el Teatro Municipal y ya se encuentran a la venta las entradas.
“Es un pedido que ha trascendido fronteras y tiempos, ¡que vuelva Facón! No podemos seguir indiferentes a ese pedido, estas canciones nos han transcendido y no podemos arrogarnos el derecho a mantenerlas guardadas, es la gente, la que necesita ver en vivo a Facón, sentir esa vibración y hacérselas sentir a las nuevas generaciones. Estamos infinitamente agradecidos por el cariño, el reconocimiento que recibimos.
Tenemos mucho para dar y esperamos ansiosos ese encuentro con ustedes, la magia de la música hará el resto. Volvimos para dar lo mejor de nosotros y encontrarnos en ese abrazo colectivo y…. bienvenido carnaval”, indicaron desde la banda.
Los músicos recientemente regresaron a los ensayos pensando en lo que será el tan ansiado reencuentro con su gente. La fecha de retorno a los escenarios será el próximo sábado 21 de septiembre en el Teatro Municipal de Olavarría.
Tras 20 años de inactividad, el grupo “Facón” de Azul anunció por redes sociales su regreso a los escenarios. El Turco Chiodi y Pieri Saldaño compartieron un video para dar la noticia a sus seguidores.
Guillermo Turco Chiodi y Pieri Saldaño anunciaron por redes sociales el regreso de Facón a la actividad musical y sus seguidores empezaron a viralizar la noticia.
Tras 20 años de ausencia, la banda azuleña con muchos fanáticos en nuestra ciudad volverá al ruedo para retomar la trayectoria de sus dos discos “Peleador” (1998) y “Mundo Caparazón” y muchos temas que se hicieron populares en la región.
La banda Facón saltó a la fama gracias al tema “Maquillando las noticias”, cortina de un programa de Canal 13 llamado “Primicias”. El alejamiento de Saldaño puso en jaque la continuidad de la banda. Finalmente, con el ingreso de Chango Enríquez en 2001, cambió su nombre a Planeta Fakón y retomaron los shows hasta noviembre de 2004, cuando se separaron definitivamente. Fernando Chiodi y Pablo Vitale formaron Tocaya Tierra en el año 2004, mientras que el Turco Chiodi continúa como solista.
Vuelve Facón
“En cada escenario ,cada ciudad o pueblo que hemos recorrido a lo largo de estos años ,hay un pedido que se reitera “Que vuelva Facón “ , no queremos ser indiferentes a ese pedido ,sabemos que las canciones siguen latiendo y queremos hacerlas sonar en vivo ,para aquellos que siempre nos escuchan y para los que aún no pudieron hacerlo . Pronto habrá novedades de las ciudades donde estaremos tocando . Nos pueden seguir en IG facon_ok , nuestro abrazo y bienvenido carnaval .” fueron las palabras de los líderes de Facón para el anuncio del esperado regreso.