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Opinión

De qué madera estamos construidos

Se nos ha puesto siempre frente a nosotros el ejemplo de la noble madera, como para cifrar calidades humanas acordes. De la buena y mala madera, salen resultados, aunque difieran entre sì.
En tal sentido de ansiar encontrarnos cada uno de nosotros, ciudadanos comunes, abonadores de tasas e impuestos y asisentes regulares a los sitios de trabajo o estudio, en la categoría de òptimas personas, ùtiles por supuesto a la sociedad y a nuestras familias, hemos de toparnos con situaciones increíbles y llamativas, las cuales al menos, tienden a desorientar al màs pintado.
Es auténticamente cierto también, que en este hermoso país que habitamos, ya no debiese depararnos tantas sorpresas. Demasiadas ya hemos soportado.
Entonces, y quizá por tal motivo, traslada ahora el Gobierno, a través del señor Embajador en la Repùblica de Chile, don Rafael Bielsa, esos rictus de sopor expectantes a fronteras vecinas.
Contra lo imaginado por parte del grueso de la población de ambas naciones, el máximo representante argentino en Santiago, se ocupò personalmente en demostrar, en dejar perfecta exposición, de la defensa del activista de una organización sediciosa, a todas luces financiada por Gran Bretaña, que se ocupa presuntamente de visibilizar los derechos pisoteados de los originarios mapuches.
El sujeto en el ojo de la tormenta resulta ser el incendiario Facundo Jones Huala, un hombre que se autodefinió oportunamente como “mapuche”, no reconociendo con tal actitud, ser ciudadano argentino. Se referencia empero con la Resistencia Ancestral Mapuche.
Prendiò fuego hace pocos años una casa por el sur de nuestra patria e hizo idènticamente en la trasandina Chile. Ha reivindicado “el combate” como la única arma, la frontal herramienta a emplear en la supuesta tarea de reconquistar lugares propios de los originarios.
Aunque los pretendidos mapuches no sean tales, según algunos señalan, sino màs bien subvertidores del orden público financiados por capitales extranjeros.
En el seno mismo de Casa Rosada, hubo enojos por la decisión del experimentado Bielsa. Se podría elucubrar con criterio que sobrevino sobre èl, una potente e irónica orden de “un alto mando” de Buenos Aires, en aras de jugársela por el personaje citado en medio de una audiencia.
En el país hermano, ardió Troya por lo efectuado por el Embajador. Y acà, otro tanto. Pareciese que a don Rafael, un diplomático de carrera, se le soltò la cadena de repente, obrando de manera inadecuada e irreverente, teniendo en cuenta tamaño delincuente al que se toma otra vez como centro de una opereta televisiva.
La circunstancia del presente argentino, reviste otra prioridad del Estado nacional. Cada quien aguarda con impaciencia una salida de emergencia que todavía no llega, que nos sitùe lejos del drama social y económico que vemos a diario en cada rincón.
En un territorio donde están, ahorita mismo, faltando insumos para producción, donde se coarta en lugar de abrir puertas al que se brinda pleno, los líderes se otorgan ciertos “lujos” o deslices, como este tan desatinado de defender internacionalmente a un mercenario anti argentino.
Ausencia total de tacto y de seriedad.
Por Mario Delgado.-

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