Días antes a que se cumpla el primer año de aquel grave caso de violencia de género que dos meses después derivaría en el deceso de la joven Eliana Mendilaharzu, una jueza de Garantías ordenó que Marcos Ramiro Ponce, pareja de la víctima, vaya a juicio.

El encausado continúa preso en la Unidad 7, la cárcel del Servicio Penitenciario Bonaerense con asiento en Azul donde ahora aguarda por la confirmación de la fecha para la realización de lo que será ese futuro debate.

Por expreso pedido del presunto femicida, ya se sabe que ese juicio contará con la intervención de doce ciudadanos: seis varones y seis mujeres que en ese proceso intervendrán en carácter de jurados populares.

Otro dato sustancial, surgido de la mano de una resolución que este miércoles que pasó firmara la magistrada Magdalena Forbes, se relaciona con el delito por el que Ponce será juzgado.

A diferencia de lo sucedido a fines de agosto de 2020, cuando el repartidor de diarios -de 36 años de edad- que también trabajaba en una carnicería resultara detenido por este caso de violencia de género y Eliana aún vivía, a ese juicio llegará acusado del femicidio de la joven que era su pareja y con la cual tenía un pequeño hijo.

El cambio de calificación de este sumario penal, a un delito más grave y por el que de ser declarado “culpable” Ponce sería indefectiblemente condenado a “prisión perpetua”, lo había dispuesto meses atrás Karina Gennuso, la fiscal que desde la UFI 6 a su cargo en los tribunales de Azul llevó adelante esta Investigación Penal Preparatoria.

Aquella decisión implicó que el presunto autor de este caso de violencia de género tuviera que ser indagado nuevamente, audiencia a tenor de lo que establece el Artículo 308 del CPP en la que declaró, según lo informado a EL TIEMPO.

En un principio la imputación para Ponce fue la de un intento de femicidio. Y no había variado ni siquiera cuando falleció Elba Eliana Soledad Mendilaharzu, cuya muerte se produjo el 27 de octubre del año pasado mientras permanecía en el Hospital Pintos.

Eliana tenía 27 años al momento de su deceso en el centro asistencial municipal local.

Según lo que sostiene la Acusación, luego de que Ponce la agrediera sufrió una gravísima lesión en su cabeza que se tradujo en que quedara en estado de coma hasta el día de su fallecimiento.

Los informes de la Secretaría de Salud de la Municipalidad de Azul que a diario se emiten con relación a la actual pandemia de coronavirus colocaron en aquel entonces a la joven como otra de las personas que había contraído esa enfermedad, en su caso estando internada, que derivó en su deceso.

Pero más allá de eso, la Fiscal a cargo de lo que fuera esta investigación penal considera que en esa situación Eliana fue colocada a causa de lo que fuera la agresión de Ponce, un hecho sucedido en horas de la noche del 16 de agosto del año pasado en la casa de esta ciudad donde ambos convivían.

En ese inmueble, situado sobre la calle Camilo Gay, la víctima de este femicidio, su pareja y varias personas más -entre las que también había niños- estuvieron aquel domingo celebrando los 27 años de edad que la joven cumpliera días antes.

Una vez designada para intervenir en esta causa, la magistrada a cargo del Juzgado de Garantías 1 que hace cuatro días dispuso la elevación a juicio de este sumario fue la misma que, el 29 de agosto del año anterior, se pronunció a favor de ordenar la detención del ahora presunto femicida.

Desde ese entonces Ponce está privado de la libertad, luego de que aquella cautelar fuera convertida en prisión preventiva y que la Cámara Penal, tiempo más tarde, confirmara la vigencia de esa medida de coerción.

Más allá de que Eliana Mendilaharzu falleció ese ya referido 27 de octubre pasado, recién meses atrás -de la mano del cambio de calificación de esta causa penal- quien fuera su concubino Marcos Ramiro Ponce quedó formalmente acusado del delito por el que ya se sabe que será sometido a un juicio por jurados.

A escala penal, aquel hecho ahora ha quedado definido como configurativo de un homicidio agravado por el vínculo y por ser cometido contra una mujer por un hombre mediando violencia de género (femicidio).

No bien se ordenara la detención para Ponce, al momento de la descripción del hecho se mencionaba desde la Acusación que ese 16 de agosto de 2020 el ahora procesado había agredido a su por entonces pareja cuando era alrededor de la hora 22. También, que el hecho tuvo como escenario la habitación matrimonial donde en ese entonces ambos estaban, en momentos que Eliana amamantaba al pequeño que había tenido con Ponce.

En ese cuarto se encontraban presentes otros hijos de ambos, fruto de relaciones anteriores que los dos tuvieron. Y aquella noche había varias personas más en los otros ambientes de la casa, quienes no fueron testigos directos de lo sucedido.

Después se supo, de la mano de versiones surgidas de los dichos de uno de los nenes que estaba en ese dormitorio, que el ahora procesado agredió a la mamá del pequeño hijo que ambos habían tenido.

“En un marco de violencia de género y maltrato habitual, Marcos Ramiro Ponce agredió físicamente a su pareja Elba Eliana Mendilaharzu con intenciones de ocasionarle la muerte, tomándola de los cabellos y haciéndola caer al piso, luego de lo cual le propinó puntapiés en la cabeza, provocando que la misma golpeara en esa zona contra una superficie dura, ocurriendo ello en el sector delimitado por la cama, una mesa de luz alta y la cuna de su hijo de dos meses, dejándola tendida en el piso, inconsciente, en el pasillo que se encuentra entra la cama y la cuna, ocasionándole un hematoma epidural que derivó en un estado de coma, lesión calificada legalmente como grave”, se señalaba sobre las características que tuvo el hecho en aquella resolución que el 29 de agosto del año pasado se tradujo en la detención del encausado.

Esa misma noche en que resultó gravemente lesionada, Eliana fue llevada en una ambulancia al Hospital Pintos.

Pero un médico que la atendió concluyó, en la previa a que ingresara en coma, que su estado obedecía al alcohol que había consumido en su casa a causa de lo que fuera la celebración de su cumpleaños.

Eso hizo que aquel domingo la joven no quedara internada y que nuevamente fuera regresada al inmueble donde convivía con Ponce.

Al otro día, el propio acusado de este femicidio llamó a familiares de su por entonces pareja, teniendo en cuenta que la víctima de este caso de violencia de género ya no se despertó nunca más y que, a causa de ese estado, ni siquiera podía amamantar a su pequeño hijo.

Estando otra vez en el Pintos, aquel hematoma epidural que presentaba en la cabeza derivó en que tuvieran que operarla en dos ocasiones. Primero, ese mismo lunes en que la llevaron al centro asistencial. Después, al miércoles siguiente.

Sus familiares radicaron también una denuncia contra el personal médico del hospital que la atendió en un principio, ante la presunta existencia de una negligencia surgida cuando, ese domingo en que fue trasladada por primera vez al Pintos en una ambulancia, la joven no quedó internada a causa de esa grave lesión que presentaba en la cabeza y la sumergió en un estado de coma hasta el día de su muerte.

Fuente: Diario El Tiempo