Connect with us

Opinión

Misiles fomentistas

Published

on

Pese al “parate” generalizado, impuesto por la pandemia. Pese a las brumas del momento, el ambiente fomentista, ofrece varias perlitas como para ir descubriendo que, pese a las adversas circunstancias, la rueda gira.
Hay movimientos en el frente de acción, en un contexto poco propicio, desde luego: entidades que todavía no han regularizado su situación, con los mandatos de las respectivas comisiones vencidos, con dirigentes cansados y al borde de tirar la toalla, resaltando ellos el nulo apoyo de propios vecinos y, en otros casos, una realidad que los ha tomado concretando ayudas a los necesitados en absoluto silencio.
Varias aristas, varias ramas unidas al árbol del crucial mundo fomenteril. Con preocupaciones ciertas de algunos dirigentes por ver còmo continùa todo, en un tiempo muy raro y con dilemas por resolver, con materias pendientes, con previas adeudadas.
Una de tales situaciones por despejar es el controvertido ítem de la entidad madre y què rumbo decidir en tal caso.
Con una Federaciòn, cuya conducción se desmembrò, y sin contar con el aval del Municipio, el señor Presidente de la institución cabecera, navega en alta mar, aprecian varios fomentistas en “plena soledad”.
Atentos a esta conducta no menor, es que han surgido charlas entre pares para ir meditando una novel entidad cabecera. Por tal motivo han recurrido a tratar de convencer a un referente para “mover los hilos de cara al futuro”.
No habrá que olvidar que este año es de elecciones en la Federaciòn, por lo que no sería extraño intuir un anhelo de cambio de actitud lo màs pronto posible, sobre todo si se toma en mente el razonamiento de un ala del fomentismo, la cual subraya “la inacción presente de la Federaciòn en la vida fomenteril en sì, no llegando, o directamente no representando, a la gran mayoría de las Juntas Vecinales y Sociedades de Fomento del distrito”.
Una parte del fomentismo busca, entonces un rápido sucesor del señor Jorge Videla. El punto es que tal fomentista visitado para recibir la bendición, sostiene que sus permanentes responsabilidades por fuera del tòpico fomenteril, le impedirían a esta altura, tomar esa nueva propuesta.
Los nervios, no obstante, cunden: ya corre la voz de dos hechos oscuros supuestamente acaecidos en el seno federado: un presunto faltante de dinero en las arcas federativas y de un importante Acta que habrìa sido “truchada”, por orden de un polémico sujeto.
Grageas peculiares que sostienen y avalan la idea de apresurar los pasos de una renovación. En medio, insistimos, de un clima de pasividad y desidia.
En tal sentido, las comunicaciones bullen y los nombres empiezan a retumbar en el cenit. Por ahora suena el rìo con ciertos dirigentes que tendrían predicamento. Consideremos también una cuestión de franca realidad: el fomentismo local se halla dividido desde hace buen rato, por lo tanto no resultarà extraño que las cualidades positivas que algunos observen en un referente, sean desvirtuadas de plano por otros.
Pero las aguas rumorosas traen los nombres de Josè Veyrand, Walter Vega, Ana Cortèz, Andrea Coronel, Mirta Rossi, Ricardo Nasello y Oscar Lòpez.
Por supuesto, pueden quedar apellidos por citar y fomentistas que, tal vez, en silencio o en reductos reducidos, hayan manifestado el deseo personal de postularse para conducir las riendas federadas.
Viendo la chatura preponderante, y los viejos sueños incumplidos, vez tras vez, los fomentistas dividen aguas. Y, encima hay que reconocer la ausencia de juventud en los barrios. O mejor expresado, en las Comisiones de los barrios.
Sin renuevo generacional, “¿hacia dònde puede ir el fomentismo?”, se preguntan los interesados. Por otro lado, las disputas intestinas y la injerencia de los “colados”, o sea aquellos que se unen al cielo fomenteril sòlo para saciar apetencias mezquinas político partidarias, han debilitado mucho al ciclo del fomentismo vernáculo.
Como se divisa, pues, son variadas las hojas sueltas aùn. Con un Estatuto vigente que interpretan algunos dirigentes que debiera actualizarse (es de 1985) y ser màs contundente y especìfico en determinadas temàticas. Y con un Municipio que ha ido adoptando posturas diversas (¿ambivalentes?), no siempre bien entendidas o recepcionadas por los dirigentes que quieren trabajar en aras de una mejor calidad de vida para sus barrios.
Y con elementos destructivos no siempre detectados a tiempo, que han ocupado altos cargos. Todo un combo, un particular coctel para servir en un minuto muy candente.
Por Mario Delgado.-

Advertisement

Opinión

Lo bueno de tener prioridades

Tener prioridades es realmente óptimo: sugiere, entre otras cosas, que el individuo o los gobiernos de los tres niveles, poseen un criterio juicioso, y cuentan, además, con un proyecto de vida de largo alcance.

Published

on

Marcar las cuestiones a realizar o resolver con premura, habla bien y nos habilita a creer que hay una contemplación completa de la realidad, y, en base a tal visión, se planea un estricto núcleo de objetivos a cumplimentar. 

Marchar por la senda sin rumbo, sin norte ni guía, es mala o necia, al menos, señal. Por tal motivo se interpela siempre a cada quien, contar con una agenda al alcance de la diestra. Y activar los hilos en consecuencia, desde luego. 

A propósito, este pequeño marco introductorio pretende depositarnos, mis amigos, en un ítem crucial para la concreción individual y colectiva como ciudadanos plenos. Y, conviene por cierto mencionar, la imposibilidad de seguir guitarreando en esta temática que ofreceremos, y desprenderla lo antes posible, de fanatismos partidistas. Me refiero en concreto a la Educación nuestra, en esta nación gloriosa. 

Se ha difundido hace horas atrás un informe contundente por parte de la señora Ministra de Educación de CABA que sentencia con supina espontaneidad, los vericuetos de la niñez y adolescencia que no transitan por un camino elogiable en materia de aprendizaje, llegando a terminar la Primaria o estar en Tercer Año de la Secundaria y no saber leer y escribir sin yerros y tampoco poder comprender y explicar con palabras propias, un texto cualquiera. 

Tamaña deficiencia se ata, en cierta manera, al tiempo de parálisis escolar impreso por la pandemia y la sucesión de cuarentenas. Podríamos asimilar tal contingencia en mayor o menor talante; sin embargo las deducciones del informe van más allá del proceso frontal del Covid 19 y sus medidas aleatorias. El problema a aceptar sin disimulos ni excusas mantiene firme la idea de que, en rigor de verdad, hay un drama previo, un dilema estructural que se agudizó con el virus chino, pero no es solamente esta reciente etapa dispar, entre la virtualidad y la ausencia en las aulas. 

Aún se agrega otro condimento no menor: se ha hecho un relevamiento entre una determinada cantidad de chicos, de entre 12 y 16 años, para averiguar si logran captar los subtítulos de las películas habladas en inglés u otro idioma, en cines o dispositivos hogareños. El análisis resulta desalentador, puesto que la gran mayoría, expresa no alcanzar a leer en tiempo real los zócalos correspondientes, no por interferencias en la visión, sino por no saber leer de corrido. 

El temido abandono del noble hábito de la cotidiana lectura, es una incómoda piedra puntiaguda en el calzado. Y no se notan visos de mejoría. 

Como daño colateral, por otra parte, del virus coronado, se ha comprobado que alrededor de 600.000 alumnos en el territorio nacional y 200.000 en la Provincia de Buenos Aires, no retornaron a sus establecimientos educativos al abrirse la famosa y tardía presencialidad. 

Un escándalo, sin objeciones de ninguna naturaleza. ¿Y ahora, quién carga con semejante cruz social? Porque, ¿alguien puede aseverarnos que tales pibas y pibes, volverán raudos a sus obligaciones escolares, al ser visitados por un docente o asistente social?

Una auténtica lástima que redobla la apuesta a constatar en qué sitio hemos colocado a la educación. Obvio, que ha descendido varios peldaños de cómo supo hallarse situada otrora. 

Por Mario Delgado.-  

Continue Reading

Opinión

Te acostumbrás 

Un amigo, un poco mayor que yo, me graficaba ayer que, en rigor de verdad, los argentinos nos vamos acomodando, nos adaptamos, con suma ductilidad, aunque refunfuñemos, a ciertas cuestiones demenciales que debieran sacarnos de quicio y movilizarnos de otra manera. 

Published

on

“Te acostumbrás”, me pontificó, despejando incluso con tal frase, cualquier sombra de duda que pudiera subsistir aún. No hay pena ni atropello que no se nos haya puesto de manifiesto, y, sin embargo, continuamos erguidos como sociedad y metidos cada quien en lo suyo. 

La escasa atención que le brindamos a los sucesos del entorno, tal vez tenga mucho que ver con las instancias personales de cada sujeto. Las ocupaciones son cada vez más en base a que el dinero rinde menos. 

Se naturaliza la opción del mayor esfuerzo y la gente dispuesta, sale en pos de ganarse el cada día más caro, pan vital. Una pequeña gran gragea, un botoncito de muestra que nos revuelve la panza, pero, reitero, no todavía como la contingencia requiere de un pueblo auténticamente agobiado y harto. 

Los niveles de corrupción piramidal se elevan a la enésima potencia, revolean bolsos con dinero mal habido en conventos o cuentan plata afanada en sendos videos virales, y todo gira sin más que algún comentario atrevido, desafiando a la ya incorporada manía de soportar y sobrellevar el drama, las culpas de otros. 

No se hace ni siquiera un necesario gasoducto y luego llegan los “verseros” de siempre, con excusas y mensajes altisonantes. Y los robadores de vacunas contra el Covid se pasean orondos, dando cátedras seguro, de cómo fomentar el buen turismo ahora que todo mundo acató órdenes salvadoras. Hipócritas impíos, exonerados por el poder, como un tal Firmenich o un viscoso Verbitsky. Falsedades convertidas en relatos presumiblemente verídicos, para entretener a la platea boquiabierta, que no despierta.

En tal contexto de locura y terror, no escasean los heridores del campo, los que nada saben del trabajo aguerrido de los productores chicos o medianos, y demonizan al sector, olvidando que de ahí emana el 65 % de lo que consume el argentino. 

Y nos quedaría chico el espacio para ir citando con mayúsculas, si lo desean, los yerros y las tropelías de los poderosos que se apoltronan en sus sillones, bebiendo en copas de oro, el sudor de los humildes. 

Ya probaron el sabor de dominar a una población encerrada y muerta de miedo e incertidumbre y van a ir por más perversidades. Porque no les importa subsanar las necesidades básicas, ni mejorar la calidad de vida del ser humano; sólo ansían llenar sus propias arcas, permanecer y ampliar la red de mantenidos por el Estado, que son los votantes cautivos, los temerosos que no se irán del redil por no perder sus planes sociales. 

Mientras la inflación consume las billeteras y separa a familias enteras, ahorcadas y sin solución, al tiempo que la inseguridad y la droga incrementa su paso fuerte y mortal, se encienden los doble discursos, las linternitas de los jetones de ocasión, charlatanes de bar, sin programas efectivos para mutar tanta mugre. 

Te acostumbrás, es cierto y penoso, a convivir con la putrefacción y contemplar sin esperanzas el panorama difuso del país que amás. 

Por Mario Delgado.-   

  

Continue Reading
 Farmacias de turno en Olavarría Facultad de Derecho