Opinión
Reunión fomenteril cumbre
Varios fomentistas estuvieron reunidos un buen espacio de tiempo, en el medio dìa de ayer en el Palacio San Martìn, con Laura Sequeira e Hilario Galli, funcionarios del Ejecutivo local. El tema central que los cobijò: la apuesta hacia un nuevo fomentismo y, tal vez, la ansiada unión dirigencial. Aunque la charla fue cordial y amplia, quedaron flotando empero, al menos dos grandes bloques de opinión.
Josè Calderòn oficiò según èl mismo manifestó en exclusiva a este medio, “de mediador, para acercar las diferentes partes y lograr unir de una buena vez al fomentismo”. Jorge Videla fue notificado que “la Municipalidad hoy no reconoce oficialmente la conducción ni el contenido de la Federaciòn”, de modo tal que ameritarìa entonces, un proceso de reconversión que, nos detallò Javier Frìas, “està sòlo en nuestras propias manos. O sea, depende de los fomentistas lo que surja de acà en màs”.
Mirta de Rossi, Marcelo Sequeira, Nicolàs Bruno, Oscar Lòpez y Facundo Galanti, fueron también protagonistas de tal prolongado y fructífero coloquio, que bien agradeció Claderòn al discernir que “es muy importante que tanto Laura como Hilario nos hayan recibido y atendido por màs de dos horas, sin levantarse siquiera de sus sillas. Laura siempre ha estado al lado de los dirigentes. Sin el Municipio no se puede trabajar, no es posible vivir enfrentados con la Comuna. Lo que yo querìa era un acercamiento, poder hablar màs allà de las diferencias que existen. Y eso se llevò a cavo. Estoy contento y espero que podamos conquistar la unidad entre los barrios”.
Hubo claro, a medida que se hilvanaban las frases, caras alegres o caras largas. El punto de contraste lo marca la conducción, ya que don Videla estaría dispuesto a reencausar la Comisiòn Directiva pero “quedando èl al frente. “El grupo de referentes que yo represento, nos dijo Frìas, no quiere tal cosa, sino barajar y dar otra vez. Es decir, concretar una fecha para realizar una elección con las listas que deseen y se habiliten para competir”.
Aquì surgen los dos cauces del rìo: por un sector baja la posibilidad de juntar voces y nombres, bajo el paraguas de Videla, completando asì el período hacia 2021. Y, al lado se advierte otra tesitura proclive a votar una novel Directiva.
Lo cierto es “que si la Municipalidad no avala esta Comisiòn federada, diezmada incluso con la renuncia de varios de sus miembros, solamente nos queda consensuar un camino alternativo”, nos subrayarà un fomentista que desprende la idea de la imposibilidad inmediata de armar listas y la mismísima votación, en un mal contexto de pandemia.
Hemos de considerar, pues, que “los términos de la reunión nos brindaron un panorama clarificador, esbozò Frìas, “pero es evidente que no tendríamos que olvidar lo que nos hicieron no hace tanto tiempo y còmo llegó Videla a presidir Federaciòn sin mayor apoyo, sin real aval de la mayoría de nosotros”.
Pero la rueda va girando incesante y, como ven, mis lectores, algunos enemigos de ayer, están contemplando hoy la factibilidad de encolumnarse tras don Jorge Videla. En contraposición, otra franja mantiene su independencia y no desea traspasar el pòrtico que se ofrece algo seductor.
Vale analizar, desde este minuto, la cantidad de personas e instituciones que se iràn colocando en cada una de las veredas expuestas y por supuesto, nadie asevera que no aparezca quizá una tercera vìa que se introduzca en el rodeo.
Si los que apuntalan a Videla, (¿enojados recientemente con Rivadavia y San Martìn, algunos de ellos?) aciertan a juntar màs voluntades, todo quedarìa preparado para unificar los tantos y repartir cargos. Si tal decisión no prima, y por ende sus eventuales “adversarios” u “opositores” llegan a reunir màs gente que este vèrtice, el rumbo se marcarìa sì o sì con una elección que ponga fin a una etapa y anuncie el inicio de otra.
La unidad se proclama y se cristalizarà si ambas conjunciones se pueden poner de acuerdo. A horas nomàs de la reunión cumbre de la víspera, se balancean siluetas en el cable de las llamadas, de los mensajes de WhatsApp y las charlas personales.
Videla, ¿un tanto enojado con Frìas por su ànimo de no ceder?, deberá poseer el tacto necesario para posicionar a todos o a la gran columna, detrás de sì y ser el líder de una Federaciòn reconocida desde esa novel construcción, o perderse en el callejón de la desesperanza y ver como se pone fecha de una contienda electoral federativa.
Por Mario Delgado.-
Opinión
Lo bueno de tener prioridades
Tener prioridades es realmente óptimo: sugiere, entre otras cosas, que el individuo o los gobiernos de los tres niveles, poseen un criterio juicioso, y cuentan, además, con un proyecto de vida de largo alcance.
Marcar las cuestiones a realizar o resolver con premura, habla bien y nos habilita a creer que hay una contemplación completa de la realidad, y, en base a tal visión, se planea un estricto núcleo de objetivos a cumplimentar.
Marchar por la senda sin rumbo, sin norte ni guía, es mala o necia, al menos, señal. Por tal motivo se interpela siempre a cada quien, contar con una agenda al alcance de la diestra. Y activar los hilos en consecuencia, desde luego.
A propósito, este pequeño marco introductorio pretende depositarnos, mis amigos, en un ítem crucial para la concreción individual y colectiva como ciudadanos plenos. Y, conviene por cierto mencionar, la imposibilidad de seguir guitarreando en esta temática que ofreceremos, y desprenderla lo antes posible, de fanatismos partidistas. Me refiero en concreto a la Educación nuestra, en esta nación gloriosa.
Se ha difundido hace horas atrás un informe contundente por parte de la señora Ministra de Educación de CABA que sentencia con supina espontaneidad, los vericuetos de la niñez y adolescencia que no transitan por un camino elogiable en materia de aprendizaje, llegando a terminar la Primaria o estar en Tercer Año de la Secundaria y no saber leer y escribir sin yerros y tampoco poder comprender y explicar con palabras propias, un texto cualquiera.
Tamaña deficiencia se ata, en cierta manera, al tiempo de parálisis escolar impreso por la pandemia y la sucesión de cuarentenas. Podríamos asimilar tal contingencia en mayor o menor talante; sin embargo las deducciones del informe van más allá del proceso frontal del Covid 19 y sus medidas aleatorias. El problema a aceptar sin disimulos ni excusas mantiene firme la idea de que, en rigor de verdad, hay un drama previo, un dilema estructural que se agudizó con el virus chino, pero no es solamente esta reciente etapa dispar, entre la virtualidad y la ausencia en las aulas.
Aún se agrega otro condimento no menor: se ha hecho un relevamiento entre una determinada cantidad de chicos, de entre 12 y 16 años, para averiguar si logran captar los subtítulos de las películas habladas en inglés u otro idioma, en cines o dispositivos hogareños. El análisis resulta desalentador, puesto que la gran mayoría, expresa no alcanzar a leer en tiempo real los zócalos correspondientes, no por interferencias en la visión, sino por no saber leer de corrido.
El temido abandono del noble hábito de la cotidiana lectura, es una incómoda piedra puntiaguda en el calzado. Y no se notan visos de mejoría.
Como daño colateral, por otra parte, del virus coronado, se ha comprobado que alrededor de 600.000 alumnos en el territorio nacional y 200.000 en la Provincia de Buenos Aires, no retornaron a sus establecimientos educativos al abrirse la famosa y tardía presencialidad.
Un escándalo, sin objeciones de ninguna naturaleza. ¿Y ahora, quién carga con semejante cruz social? Porque, ¿alguien puede aseverarnos que tales pibas y pibes, volverán raudos a sus obligaciones escolares, al ser visitados por un docente o asistente social?
Una auténtica lástima que redobla la apuesta a constatar en qué sitio hemos colocado a la educación. Obvio, que ha descendido varios peldaños de cómo supo hallarse situada otrora.
Por Mario Delgado.-
Opinión
Te acostumbrás
Un amigo, un poco mayor que yo, me graficaba ayer que, en rigor de verdad, los argentinos nos vamos acomodando, nos adaptamos, con suma ductilidad, aunque refunfuñemos, a ciertas cuestiones demenciales que debieran sacarnos de quicio y movilizarnos de otra manera.
“Te acostumbrás”, me pontificó, despejando incluso con tal frase, cualquier sombra de duda que pudiera subsistir aún. No hay pena ni atropello que no se nos haya puesto de manifiesto, y, sin embargo, continuamos erguidos como sociedad y metidos cada quien en lo suyo.
La escasa atención que le brindamos a los sucesos del entorno, tal vez tenga mucho que ver con las instancias personales de cada sujeto. Las ocupaciones son cada vez más en base a que el dinero rinde menos.
Se naturaliza la opción del mayor esfuerzo y la gente dispuesta, sale en pos de ganarse el cada día más caro, pan vital. Una pequeña gran gragea, un botoncito de muestra que nos revuelve la panza, pero, reitero, no todavía como la contingencia requiere de un pueblo auténticamente agobiado y harto.
Los niveles de corrupción piramidal se elevan a la enésima potencia, revolean bolsos con dinero mal habido en conventos o cuentan plata afanada en sendos videos virales, y todo gira sin más que algún comentario atrevido, desafiando a la ya incorporada manía de soportar y sobrellevar el drama, las culpas de otros.
No se hace ni siquiera un necesario gasoducto y luego llegan los “verseros” de siempre, con excusas y mensajes altisonantes. Y los robadores de vacunas contra el Covid se pasean orondos, dando cátedras seguro, de cómo fomentar el buen turismo ahora que todo mundo acató órdenes salvadoras. Hipócritas impíos, exonerados por el poder, como un tal Firmenich o un viscoso Verbitsky. Falsedades convertidas en relatos presumiblemente verídicos, para entretener a la platea boquiabierta, que no despierta.
En tal contexto de locura y terror, no escasean los heridores del campo, los que nada saben del trabajo aguerrido de los productores chicos o medianos, y demonizan al sector, olvidando que de ahí emana el 65 % de lo que consume el argentino.
Y nos quedaría chico el espacio para ir citando con mayúsculas, si lo desean, los yerros y las tropelías de los poderosos que se apoltronan en sus sillones, bebiendo en copas de oro, el sudor de los humildes.
Ya probaron el sabor de dominar a una población encerrada y muerta de miedo e incertidumbre y van a ir por más perversidades. Porque no les importa subsanar las necesidades básicas, ni mejorar la calidad de vida del ser humano; sólo ansían llenar sus propias arcas, permanecer y ampliar la red de mantenidos por el Estado, que son los votantes cautivos, los temerosos que no se irán del redil por no perder sus planes sociales.
Mientras la inflación consume las billeteras y separa a familias enteras, ahorcadas y sin solución, al tiempo que la inseguridad y la droga incrementa su paso fuerte y mortal, se encienden los doble discursos, las linternitas de los jetones de ocasión, charlatanes de bar, sin programas efectivos para mutar tanta mugre.
Te acostumbrás, es cierto y penoso, a convivir con la putrefacción y contemplar sin esperanzas el panorama difuso del país que amás.
Por Mario Delgado.-