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Opinión

¡Feliz día, trabajadores!

¡Feliz día a las y a los trabajadores! Felicidades también para los y las trabajadores jubilados que ya hicieron su campaña. Lo mejor para cada quien en este mar de incertidumbre y desazón. Feliz día para el personal de sanidad que se abrió camino, desde la auténtica nada prácticamente, con sólo dos respiradores que había y una notable falta de insumos. Y se la jugaron, con pasión por la vocación elegida. Y, cada jornada, tienen que hacer una ceremonia antes de abrazar a sus hijos y sentirse plenos. 

Feliz día a los empleados de los comercios de alimentos que han capeado el temporal y siguen firmes, desafiando cuitas. Feliz día los taxistas, remiseros y componentes de las empresas de transporte que llevan viva la llama de una ciudad que decayó. 

Feliz día a policías, bomberos y a quienes desde la Comuna o entidades sociales o barriales, salen a recorrer y a entregar alimentos o barbijos o a dar, como me dijo ayer una persona: “Un poco de contención en medio del caos”. 

Feliz día a los obreros de la prensa que se han atrevido desde el principio, como este humilde servidor, a resaltar la inconstitucionalidad de esta imposible medida de Aislamiento Obligatorio, que nos está consumiendo a todos en mayor o menor medida. 

Feliz día a quienes aplauden cada noche a las 21 horas, a quienes nos cuidan. Feliz de aquellos que son aplaudidos con unción. 

Feliz día a los obreros de la construcción que aguardan desesperados la voz de “aura” para empezar sus tareas. Feliz día a los bicimandados y motomandados que transitan distancias en aras de entregar ese recado tan urgente. Que son, en algunos casos, el nexo entre esa pareja que hoy no se puede ver.

Feliz día a las Niñas de la Noche que hoy se conjugan en escasas citas muy atrevidas y nerviosas. 

Feliz día a quienes hacen con sus manos e intelecto, una ciudad mejor de verdad, que no creen que los planes salvarán al mundo. Que se mueren por laburar como debe ser, que comprenden que no se puede vivir emitiendo dinero y otorgando programas paliativos sin incentivar la producción. ¿Por qué en lugar de dar un dinerillo no preguntan antes ¿qué hacés? Acaso esa alma necesite herramientas para su emprendimiento o tierra para cultivar. 

Feliz día para quienes se levantan temprano y no esperan sentados las migajas, sino que corren el velo y la pelean por ellos y por sus familias. 

Feliz día, trabajadores. A alzar la voz con júbilo por un día más de vida. Lo demás, vendrá luego. Si es que hay un luego, claro.

Por Mario Delgado.- 

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