Coronavirus
Balbina tiene 89 años, se contagió coronavirus y ya fue dada de alta
Luego de estar internada en el Sanatorio Ramón Cerijo la mujer regresó a su residencia.

La experiencia de Balbina Susana Alvarez con el Covid-19 resulta alentadora. Con 89 años es uno de los rostros que se encuentra dentro de los 976 recuperados de coronavirus en el país. Balbina no sólo por su edad, sino también por tener Parkinson, e insuficiencia renal crónica que padece desde hace ocho años, se encuentra dentro del grupo de riesgo. Sin embargo, contra todo pronóstico, luego de contagiarse y transitar la enfermedad de manera asintomática, se curó.
Balbina, es madre de Néstor y Mabel, y abuela de cuatro nietos. A lo largo de su vida se dedicó a ser modista hasta que se jubiló. Debido al deterioro cognitivo propio de su edad, y al no poder vivir sola, desde hace un año que reside en el geriátrico Residencia Libre, ubicado en la calle Bermúdez al 2200 del barrio porteño de Monte Castro, que en los últimos días fue noticia luego que allí se confirmara un caso positivo de Covid-19 y 16 posteriores contagios.
Una vez realizado el primer hisopado con resultado positivo se dio aviso a sus familiares y fue derivada al Sanatorio Ramón Cereijo donde estuvo internada del 2 al 20 de abril cumpliendo el aislamiento correspondiente.
En declaraciones con cronica.com.ar, su hijo Néstor que es médico expresó la preocupación “lógica” que sintió cuando se enteró que su mamá se había contagiado, sumado a la imposibilidad de poder verla por las condiciones propias de la enfermedad. Incluso cuenta que hasta se le llegó a cruzar por la cabeza el peor final. “Especulaba con que a esa edad no iba a resistir una neumonía viral”, dice.
Sin embargo, luego de estar alrededor de veinte días internada, le realizaron los dos hisopados de control que establece el Instituto Malbrán, ambos con resultado negativo. De tal manera, Balbina recibió el alta médica y pudo regresar al geriátrico donde actualmente se encuentra en buen estado de salud, aunque debe recuperar la fuerza que perdió durante los días de internación y levantar el animo, según cuenta Néstor, a la vez que agrega: “Sus ganas de seguir viviendo hicieron que su sistema inmune le ganara batalla al virus”.

