La Región
El verano 2020 se vive a pleno en el Balneario Municipal de Azul
Las altas temperaturas registradas en los últimos días de esta semana transformaron al Balneario Municipal de Azul en uno de los sectores más elegidos para disfrutar del verano 2020.
En el inicio de la visita realizada por Diario El Tiempo al lugar, se pudo apreciar que un número importante de vecinos repartidos entre grupos familiares, grupos de amigos y personas que concurren solas al espacio conforman el paisaje del ya clásico balneario de esta ciudad.
Por otro lado, observando el comportamiento y la rutina de quienes eligen el “Almirante Brown” para pasar el verano, encontramos personas que lo utilizan para tomar sol y descansar, para refrescarse en el amplio piletón y otros que se vuelcan a la realización de actividades físicas o recreativas.
Como viene ocurriendo a lo largo de los últimos años, la zona del balneario que se torna como la más concurrida sigue siendo la del sector de Playa Chica, donde muchos de los que la eligen, disfrutan entre otras cosas de la sombra que ofrecen los árboles que decoran y embellecen el lugar.
Un balneario más limpio
Una de las primeras impresiones que da el Balneario Municipal es que poco a poco se ha podido avanzar en la concientización de los usuarios para que mantengan limpio y en condiciones el espacio público. Y si bien se escucharon reclamos sobre la falta de cestos o de puntos específicos para depositar residuos en algunos sectores, la gran mayoría de los testimonios recolectados por este diario remarcaron que sobre todo durante el día, el balneario se mantiene limpio, situación que los fines de semana se ve alterada por los asistentes que tiene el espacio durante la noche.
Otro de los puntos a favor, que también tuvo el reconocimiento de los visitantes del balneario tiene que ver con el funcionamiento de los sanitarios públicos, tanto el que está ubicado en la zona de la ex Terraza, como el que está en Playa Chica se encuentran funcionando y con un nivel de limpieza aceptable. Siendo la excepción a estos, los servicios ubicados en la zona de Playa Grande, que no se encuentran en condiciones óptimas para su uso.
Uno de los reclamos recepcionado por este medio, apuntaba a la falta de personal municipal durante el día destinado al mantenimiento y la limpieza del lugar, a lo que se sumó en el caso de varios vecinos, el pedido de presencia de efectivos policiales que realicen sobre todo tareas de prevención.
La temporada 2020 según los usuarios
En la zona cercana a La Isla, donde desde el Gobierno Municipal se trabajó en la instalación de modernos solares, dialogamos con Claudia, que muy cómodamente y en soledad tomaba sol en su reposera, consultada sobre su relación con el balneario y sobre cómo lo veía este verano dijo: “El año pasado vine todos los días durante el verano y este año recién empecé a venir la semana pasada y después de algunos días feos que hubo retomé”.
“La verdad que lo veo mejor, este es el tercer verano que concurro porque no soy de Azul, el primer verano que vine me sorprendió para bien porque no lo conocía y después fui notando que lo van mejorando y que no lo dejan caer, este año le pusieron estos techitos que están muy bien” agregó Claudia, quien a la vez consideró que se podría trabajar más en lo que tiene que ver con la pintura y otras cuestiones.
Sobre los puntos que cree que se podrían mejorar dentro del espacio público, la mujer destacó: “Los baños se podrían mejorar y podrían tener una persona responsable que esté de manera permanente supervisando la higiene y el estado de los mismos y creo que tendrían que colocar más tachos de basura, porque si bien hay, están todos concentrados en un mismo sector y eso nos complica a quienes elegimos lugares como este, más cercano a La Isla”.
Ha mejorado un montón
Ubicado a la sombra de un inmenso árbol y sentado en una reposera junto a su esposa, su hija y su nieta, Pedro expresó que a su entender el Balneario Municipal esta temporada “ha mejorado un montón”. El hombre que reconoció que asisten bastante seguido a disfrutar de las comodidades que ofrece el lugar remarcó que: “Se podría mejorar la cuestión de los baños con más personal que los cuide para evitar que los rompan, pero en general creo que está lindo y si lo cuidamos entre todos cada año tendría que estar mejor”.
El vecino también resaltó que en algunos de los sectores del piletón el piso no está parejo y tiene muchas piedras.
“Este verano me impactó”
Sentada junto a su pequeña hija en el borde del piletón, con los pies dentro del agua, María Lujan, contó que si bien no solía asistir mucho al Balneario Municipal: “Este verano me impactó porque el lugar está bastante lindo para venir, está realmente hermoso”.
“Hubo una evolución importante y se nota, en mi caso no soy oriunda de Azul, aunque hace ya varios años que vivo acá y me parece que es súper necesario que una ciudad tenga un espacio como este” agregó.
En relación a las mejoras que podrían hacerle al balneario señaló que: “Nunca está de más que se puedan hacer mejoras y siempre va a faltar algo, eso lo tiene que proyectar el municipio, por ahí se podría pensar en mejorar la iluminación para que a la noche el lugar se pueda utilizar mejor y que sea seguro”.
Sobre el estado de los sanitario María Lujan destacó que cada vez que tuvo que utilizarlos los encontró en excelente estado y bastante higienizados: “Comparados con baños de los espacios públicos a los que hemos ido, incluido otros balnearios, el estado de lo sanitarios es aceptable, están bastante bien”,
Con respecto a los servicios que se podrían incorporar indicó que a su entender: “Faltaría que le agreguen algún atractivo más para los niños, porque a veces hay chicos a los que no les gusta tanto el agua y algunos juegos más y que estén más dispersos estaría bueno”.
Esto es un paraíso
Sentado en una reposera bajo la frondosa sombra que ofrece el corazón de Playa Chica, Carlos contó que era oriundo de Tristán Suarez, partido de Ezeiza y que estaba de visita en esta ciudad ya que su hija la eligió para vivir hace unos seis años. “La verdad que esto sinceramente es un paraíso, comparado con la vorágine que nosotros vivimos en Buenos Aires, esto es único y no tiene plata que lo pague” aseguró el hombre que estaba acompañado por sus hijos que mientras él hablaba con este medio, disfrutaban del agua del balneario y de una bebida fresca.
“Disfrutamos del agua, de las instalaciones del balneario que las ves en pocos lugares, de la cordialidad de la gente que es toda muy amable, disfrutamos de la limpieza que hay, que tampoco se ve en todos lados” agregó Carlos.
Consultado sobre los puntos que podría mejorar el espacio público, el visitante reflexionó: “El problema es que nosotros nunca estamos conformes con nada y lamentablemente a veces no somos capaces de cuidar lo poco o mucho que tenemos”.
“Acá la gente cuida todo, tiene hasta la deferencia de tirar las colillas de los cigarrillos en los cestos de basura y a lugares así siempre dan ganas de volver” finalizó diciendo el hombre.
“Está lindo porque la gente lo cuida”
Tirada sobre una lona en el piso y escuchando música junto a una amiga, Evangelina se incorpora para charlar con Diario El Tiempo y destacar que para ella este verano el balneario: “Está lindo porque la gente lo cuida y eso hace que todo esté más bueno, cuando la gente toma conciencia de que hay que cuidar estos espacios la cosa empieza a cambiar”.
La joven se lamentó que por la noche el lugar esté un poco descuidado y se terminen ocasionado roturas y hechos de vandalismo que son lamentables.
En relación al estado de los sanitarios Evangelina consideró que: “Dejan mucho que desear y estaría bueno que haya más gente cuidando al igual que mayor presencia policial para hacer aunque sea prevención”.
La vecina indicó que se enteró de algunos de los nuevos servicios anunciados por la comuna para esta temporada, pero en relación al termo público para servirse agua caliente de manera gratuita dijo: “Escuché la noticia pero al termo no lo vi, si sabemos que hay Wi-Fi aunque no sé si anda bien”.
Por último Evangelina y su amiga pidieron que se ponga más el foco en la presencia de personal que se dedique al mantenimiento, la limpieza y a la seguridad en el espacio público de esta ciudad.
Claudia, tomado sol y disfrutando del balneario en la zona cercana a La Isla.
Pedro, que se encontraba compartiendo una tarde en familia consideró que esta temporada el balneario “ha mejorado un montón”.
María Lujan disfrutaba del agua del balneario junto a su pequeña hija Felicitas cuando charló con este diario.
Deporte y recreación: una familia juega al tejo durante la tarde de sol.
Evangelina destacó que en general la gente ha tomado conciencia y trata de mantener limpio el balneario. ANGIE DIAZ JACQUOT
Fuente: Diario El Tiempo de Azul
La Región
Abandonaron una camioneta con cuatro cadáveres electrocutados en el hospital de Bahía Blanca
Según las primeras investigaciones, se trata de los cuerpos de cuatro personas que intentaron robar cables de una línea de media tensión en cercanías de la ciudad, y recibieron una descarga de 33.000 voltios. Además de los muertos, había un herido, que sobrevivió.
A última hora de anoche, una camioneta sorprendió al personal del Hospital Municipal de Bahía Blanca. Porque en su interior había cuatro cadáveres y un herido, y el conductor trató de huir luego de dejar el vehículo estacionado, aunque fue detenido. Los fallecidos y el herido habían sufrido una descarga eléctrica mientras intentaban robar cables.
Las primeras informaciones, según La Nueva Provincia, aseguran que todos se hallaban robando cables en un campo del kilómetro 57 de la ruta nacional 33 -pasando el paraje García del Río- y sufrieron una descarga eléctrica de 33 mil voltios. El incidente ocurrió después de las 23 del lunes.
En esas circunstancias, las víctimas fueron trasladadas por un sexto hombre a bordo de una camioneta Volkswagen Amarok, patente NUD 310, que quedó estacionada en la puerta del centro asistencial.
“Una descarga descomunal”
Si bien el conductor se dio a la fuga, horas después fue capturado tras un allanamiento en una vivienda de La Pinta 377. El detenido fue identificado como Ángel Daniel Gallardo, de 66 años.
Los fallecidos, según la Policía, eran Facundo Uribe (32), Joaquín Acosta (18), Fernando Gallardo (25) y Federico Strick (28). También ingresó con quemaduras por descarga Emanuel Chamorro Sepúlveda (20), pero se encuentra consciente.
Los ladrones recibieron una “descarga eléctrica descomunal”, señalaron desde la empresa distribuidora EDES a La Brújula 24, en referencia a los cables de medita tensión que estaban manipulando.
En el vehículo ocupado por los cuatro fallecidos, a su vez, se secuestró un handy con la frecuencia policial, elemento que ahora está siendo sometido a una investigación.
Perseguida
Al filo de la medianoche, la llegada de la camioneta provocó un revuelo en el Hospital, donde arribaron de inmediato el superintendente de la ciudad, Gonzalo Bezos, el secretario de Seguridad de la Municipalidad, Federico Montero, y el jefe policial Gonzalo Sandoval.
Se supo que la Amarok venía siendo perseguida por un móvil policial de la Patrulla Rural, que había advertido su presencia sospechosa en un campo de aquel distrito, que ya había sido blanco de delitos similares.
Los policías, al parecer, habrían perdido el rastro de la Amarok al ingresar a Bahía, pero con la ayuda del Centro Único de Monitoreo (CEUM), se pudieron determinar su llegada a la guardia del Municipal.
Para este martes se harán peritajes con el personal de EDES en la zona, ubicada a unos 30 kilómetros de Bahía Blanca. (DIB) MM
La Región
Un poco más solos
Y entonces sabíamos que iba a pasar, que algún día esa suerte de ausencia larga a la que lo había llevado la vejez y el extravío de la enfermedad se iba a convertir en un hueco definitivo. Eso al fin hace la muerte: reduce el último vestigio de lo cognoscible. Pero -y aquí el adversativo funciona a favor- queda el resto, la intensa y perenne memoria de lo que hizo, de lo que dijo (hizo mucho más de lo que dijo), de lo que fue, desde que silenciosamente llegó a la ciudad que lo abrigó.
Ha devuelto largamente esa manta que lo contuvo cuando llegó a Tandil, allá por 1988, cuando empezó a cifrar su sello en la Parroquia de Begoña y el definitivo, en la Parroquia del Santísimo Sacramento, allí donde siempre -rompiendo una tradición católica de más de un siglo- había imperado una visión católica integrista, muy lejos -o en antítesis- al Movimiento de Sacerdotes para el Tercer Mundo, del que él participó, surgido en la década del 60.
Secuestrado por la Triple A en plena dictadura militar -estuvo detenido de 1976 a 1981 en La Plata, bajo la órbita del torturador Etchecolaz- un obispo literalmente lo rescató y le salvó la vida. Fue Emilio Bianchi di Cárcano, que le dio cobijo en Azul. Su próximo paso fue Tandil y de aquí no se fue más. Si hay algo tan inobjetable como su labor pastoral fue la intuición que tuvo Raúl Troncoso para entender la matriz idiosincrática de la sociedad lugareña, y vale aquí incorporar el oxímoron ideológico del conservadorismo que hace.
El sacerdote detectó enseguida cómo funcionaba nuestra comunidad y, sobre todo, el círculo de poder. Y actuó en consecuencia: fue el hombre que durante más de treinta años supo hilar con tacto e inteligencia una malla de contención entre los más pobres y los más ricos. Ese puente sólo pudo tenderlo Raúl y está hecho de gestos mínimos, de política, de guiños y sobreentendidos.
El estallido social de 2001 encontró en su figura una suerte de liderazgo ecuménico, silencioso y eficiente para evitar males mayores a la hora de aquellos saqueos que aquí no se produjeron.
Fue el cura que menos habló políticamente en sus sermones pero que más hizo por los que peor estaban. Esta opción -que seguramente le valió algunos reproches de quienes esperaban algo más desde el púlpito- fue el acto más pragmático de su vida: en el púlpito que había sido de Actis y de Mosse, el primero un cura popular visceralmente anticomunista y el segundo un sacerdote abiertamente cerrado y aristocrático- tomó por el atajo del bajo perfil, la apertura de la Iglesia y las obras como prioridad; también de la real politik (el teléfono de Troncoso fue un ícono del poder en los más altos niveles y sus charlas a solas eran memorables) para la construcción de su gran misión a través de la Iglesia, como la labor de Cáritas, las Casas de la Esperanza, y su compromiso con el patrimonio serrano y los derechos humanos.
Por eso mismo nunca dejó de estar donde debía y si hay una imagen que revela este compromiso, fue cuando a principios de los 90 lideró la desoladora marcha de un puñado de personas que pedía justicia por el asesinato de Gilda Mansilla, una doméstica cuyo crimen aún hoy permanece impune. O en lo que tal vez sea la marcha de silencio más dolorosa y terrible que recuerde la historia de Tandil, que sucedió tras la explosión de un horno en Metalúrgica Tandil y la muerte de tres jóvenes trabajadores.
La muerte de Raúl Troncoso, justamente en estos días tan difíciles, no sólo duele por el vacío que abruma, por su pérdida irremediable, y por el largo adiós que acaba de comenzar. Nos duele también, a muchos, porque sin duda hoy estamos un poco más solos que ayer.