La Región
Detuvieron a dos personas que intentaron estafar al Municipio de Bolívar por casi dos millones de pesos
El día 27 de diciembre de 2019, una persona se presentó en la Sucursal Bolívar del Banco de la Provincia de Buenos Aires, con la finalidad de realizar dos transferencias por $930.000 desde cuentas de la Municipalidad de Bolívar a cuentas de supuestos proveedores.
El empleado bancario que lo atendió observo irregularidades no solo en la confección de los formularios, sino también en los sellos y firmas, por lo que decidió no realizar la transferencia, y se dispuso a realizar comunicaciones al área de Tesorería y Hacienda Municipales, para consultar acerca de la situación.
En ese momento la persona que se había presentado a realizar la operación, inicia una comunicación telefónica y se retira del lugar hacia las afueras del banco, por lo que; instantes más tarde el personal del Banco Provincia constató, luego de consultar al municipio, que la documentación presentada no había sido realizada en la municipalidad, sino que sería documentación falsificada.
Ante lo ocurrido, la Secretaria de Hacienda Municipal, luego de ponerse al corriente de lo ocurrido, y junto al Tesorero Municipal se hacen presente en la Fiscalía local donde radican la denuncia correspondiente, aportando documentación y testimonios por parte de personal municipal, con lo que se da el inicio a la investigación judicial, para la que se convocó al Jefe de la SUBDDI BOLÍVAR Comisario Inspector ERNESTO TASSI y a la Jefa Distrital Bolívar Comisario LILIANA PELLE, con quienes se acordaron las respectivas pautas de trabajo, ordenándose que se haga cargo la investigación el Jefe de Operaciones de la SUBDDI Subcomisario EZEQUIEL LUNA con personal de los gabinetes investigativos.
La investigación se realizó con articulación de distintas entidades, ya que existió una gran cooperación y compromiso de la Gerencia y personal de la Sucursal Bolívar del Banco Provincia, del Área Seguridad Bancaria de la misma entidad, también se convocó al grupo de operadores del área Monitoreo de Cámaras de Seguridad de la Dirección de Protección Ciudadana Municipal, quienes trabajaron incansablemente logrando ubicar el vehículo utilizado por estas personas y el accionar en la vía pública del sujeto que se presentara en el Banco.
Por otra parte de detectó gracias a las entrevistas mantenidas con personal del Banco que habían existidos comunicaciones días previos al hecho, las que se habrían realizado con la finalidad de preparar el accionar, por lo que también se solicitaron informes a la DaJuDeCo (Dirección de Asistencia Judicial en Delitos Complejos y Crimen Organizado) y se analizaron la totalidad de las comunicaciones telefónicas existentes en la ciudad de Bolívar durante los días previos y el día del hecho en cuestión en búsqueda de información telefónica de interés para la investigación.
Las minuciosidad que requerían las tareas investigativas, hizo que la misma se prolongaran en el tiempo, y también se requirió la participación de las DDI de SAN NICOLAS y SAN MARTIN, y a la Divisiones Defraudaciones y Estafas de la Policía de la Ciudad de la Policía de Buenos Aires, por lo que el trabajo de estas fuerzas policiales y la coordinación que llevo adelante la Dra. Julia María Sebastián, logro obtener pruebas categóricas y de gran valor; de que se trataba de una organización delictiva, que venía planificando el hecho desde unos tres meses a la fecha, contando con distintos roles y funciones de cada uno de los actores de la misma, ya que habían algunos encargados de la obtención de información sobre las autoridades municipales y de los empleados bancarios encargados de las transferencias que el municipio realizaba, otras personas que confeccionaron formularios y sellos falsos, otras que cedían sus cuentas para recibir las transferencias, dispuestos a realizar extracciones inmediatas de los montos una vez acreditados, y sumado a esto las personas que se presentaron en Bolívar a concretar el hecho.
Toda la prueba colectada por los investigadores, a lo que se sumaron gran cantidad de informes Bancarios, y dictámenes periciales del Cuerpo de Peritos de la Asesoría Pericial Departamental Azul, y el planteo llevado adelante por la Fiscalía, hicieron que el Juzgado de Garantías Ordene la realización de múltiples Ordenes de Allanamientos, las que se llevaron a cabo en domicilios del Conurbano Bonaerense y en San Nicolas, contando con el apoyo de personal de la Comisaria de Bolívar, Grupos Operativos de DDI San Nicolas y DDI San Martín, y de Grupos Tácticos del G.A.D. San Martin por la alta peligrosidad de las zonas en cuestión y arrojaron la detención de dos personas mayores de edad que habrían tenido distintos roles en la organización, el secuestro de material informático y de comunicaciones que se presume se utilizan para la confección y/o falsificación de documentos y formularios, documentación vinculante a las cuentas destino de las transferencias, la camioneta utilizada para presentarse en esta ciudad el día del hecho, y armas de fuego tipo escopeta recortada y revólveres de distintos calibres con municiones para las mismas, por lo que además se dio intervención a las fiscalías jurisdiccionales correspondientes.
Los detenidos serán indagados por las respectivas fiscalías, quienes resolverán junto a los juzgados de garantías su situación. No se descartan la existencia de nuevos allanamientos y detenidos, lo que se espera que se vaya dando como resultancia de los análisis periciales de los elementos informáticos y telefónicos secuestrados.
FUENTE: FM 10 de Bolívar
La Región
Abandonaron una camioneta con cuatro cadáveres electrocutados en el hospital de Bahía Blanca
Según las primeras investigaciones, se trata de los cuerpos de cuatro personas que intentaron robar cables de una línea de media tensión en cercanías de la ciudad, y recibieron una descarga de 33.000 voltios. Además de los muertos, había un herido, que sobrevivió.
A última hora de anoche, una camioneta sorprendió al personal del Hospital Municipal de Bahía Blanca. Porque en su interior había cuatro cadáveres y un herido, y el conductor trató de huir luego de dejar el vehículo estacionado, aunque fue detenido. Los fallecidos y el herido habían sufrido una descarga eléctrica mientras intentaban robar cables.
Las primeras informaciones, según La Nueva Provincia, aseguran que todos se hallaban robando cables en un campo del kilómetro 57 de la ruta nacional 33 -pasando el paraje García del Río- y sufrieron una descarga eléctrica de 33 mil voltios. El incidente ocurrió después de las 23 del lunes.
En esas circunstancias, las víctimas fueron trasladadas por un sexto hombre a bordo de una camioneta Volkswagen Amarok, patente NUD 310, que quedó estacionada en la puerta del centro asistencial.
“Una descarga descomunal”
Si bien el conductor se dio a la fuga, horas después fue capturado tras un allanamiento en una vivienda de La Pinta 377. El detenido fue identificado como Ángel Daniel Gallardo, de 66 años.
Los fallecidos, según la Policía, eran Facundo Uribe (32), Joaquín Acosta (18), Fernando Gallardo (25) y Federico Strick (28). También ingresó con quemaduras por descarga Emanuel Chamorro Sepúlveda (20), pero se encuentra consciente.
Los ladrones recibieron una “descarga eléctrica descomunal”, señalaron desde la empresa distribuidora EDES a La Brújula 24, en referencia a los cables de medita tensión que estaban manipulando.
En el vehículo ocupado por los cuatro fallecidos, a su vez, se secuestró un handy con la frecuencia policial, elemento que ahora está siendo sometido a una investigación.
Perseguida
Al filo de la medianoche, la llegada de la camioneta provocó un revuelo en el Hospital, donde arribaron de inmediato el superintendente de la ciudad, Gonzalo Bezos, el secretario de Seguridad de la Municipalidad, Federico Montero, y el jefe policial Gonzalo Sandoval.
Se supo que la Amarok venía siendo perseguida por un móvil policial de la Patrulla Rural, que había advertido su presencia sospechosa en un campo de aquel distrito, que ya había sido blanco de delitos similares.
Los policías, al parecer, habrían perdido el rastro de la Amarok al ingresar a Bahía, pero con la ayuda del Centro Único de Monitoreo (CEUM), se pudieron determinar su llegada a la guardia del Municipal.
Para este martes se harán peritajes con el personal de EDES en la zona, ubicada a unos 30 kilómetros de Bahía Blanca. (DIB) MM
La Región
Un poco más solos
Y entonces sabíamos que iba a pasar, que algún día esa suerte de ausencia larga a la que lo había llevado la vejez y el extravío de la enfermedad se iba a convertir en un hueco definitivo. Eso al fin hace la muerte: reduce el último vestigio de lo cognoscible. Pero -y aquí el adversativo funciona a favor- queda el resto, la intensa y perenne memoria de lo que hizo, de lo que dijo (hizo mucho más de lo que dijo), de lo que fue, desde que silenciosamente llegó a la ciudad que lo abrigó.
Ha devuelto largamente esa manta que lo contuvo cuando llegó a Tandil, allá por 1988, cuando empezó a cifrar su sello en la Parroquia de Begoña y el definitivo, en la Parroquia del Santísimo Sacramento, allí donde siempre -rompiendo una tradición católica de más de un siglo- había imperado una visión católica integrista, muy lejos -o en antítesis- al Movimiento de Sacerdotes para el Tercer Mundo, del que él participó, surgido en la década del 60.
Secuestrado por la Triple A en plena dictadura militar -estuvo detenido de 1976 a 1981 en La Plata, bajo la órbita del torturador Etchecolaz- un obispo literalmente lo rescató y le salvó la vida. Fue Emilio Bianchi di Cárcano, que le dio cobijo en Azul. Su próximo paso fue Tandil y de aquí no se fue más. Si hay algo tan inobjetable como su labor pastoral fue la intuición que tuvo Raúl Troncoso para entender la matriz idiosincrática de la sociedad lugareña, y vale aquí incorporar el oxímoron ideológico del conservadorismo que hace.
El sacerdote detectó enseguida cómo funcionaba nuestra comunidad y, sobre todo, el círculo de poder. Y actuó en consecuencia: fue el hombre que durante más de treinta años supo hilar con tacto e inteligencia una malla de contención entre los más pobres y los más ricos. Ese puente sólo pudo tenderlo Raúl y está hecho de gestos mínimos, de política, de guiños y sobreentendidos.
El estallido social de 2001 encontró en su figura una suerte de liderazgo ecuménico, silencioso y eficiente para evitar males mayores a la hora de aquellos saqueos que aquí no se produjeron.
Fue el cura que menos habló políticamente en sus sermones pero que más hizo por los que peor estaban. Esta opción -que seguramente le valió algunos reproches de quienes esperaban algo más desde el púlpito- fue el acto más pragmático de su vida: en el púlpito que había sido de Actis y de Mosse, el primero un cura popular visceralmente anticomunista y el segundo un sacerdote abiertamente cerrado y aristocrático- tomó por el atajo del bajo perfil, la apertura de la Iglesia y las obras como prioridad; también de la real politik (el teléfono de Troncoso fue un ícono del poder en los más altos niveles y sus charlas a solas eran memorables) para la construcción de su gran misión a través de la Iglesia, como la labor de Cáritas, las Casas de la Esperanza, y su compromiso con el patrimonio serrano y los derechos humanos.
Por eso mismo nunca dejó de estar donde debía y si hay una imagen que revela este compromiso, fue cuando a principios de los 90 lideró la desoladora marcha de un puñado de personas que pedía justicia por el asesinato de Gilda Mansilla, una doméstica cuyo crimen aún hoy permanece impune. O en lo que tal vez sea la marcha de silencio más dolorosa y terrible que recuerde la historia de Tandil, que sucedió tras la explosión de un horno en Metalúrgica Tandil y la muerte de tres jóvenes trabajadores.
La muerte de Raúl Troncoso, justamente en estos días tan difíciles, no sólo duele por el vacío que abruma, por su pérdida irremediable, y por el largo adiós que acaba de comenzar. Nos duele también, a muchos, porque sin duda hoy estamos un poco más solos que ayer.