En Fassina 583, barrio “Escuela 6”, se detiene el tiempo de la modernidad y la tecnología. Y entra a jugar insolente, el frío que se cuela soberbio por las paredes húmedas de bloques de 20 centímetros, y la más absoluta carencia hogareña, en el seno de una familia humilde con tres menores, para colmo. 

Joven pareja compuesta por Guillermo Fernández y María Díaz, sobreviven diariamente en un entorno de visible pobreza. Apenitas la bulla del televisor, aporta algo de sensación de actualidad. Hasta allí llego InfoOlavarría y habló cara a cara con ambos miembros adultos de ese núcleo familiar. 

¿Cuál es la real situación de ustedes? “Estamos viviendo aquí muy mal”, sostiene el hombre en principio, para agregar: “No tengo trabajo estable, pero me la rebusco como puedo. Se nos llueve toda la casa (en rigor de verdad, es una habitación única que oficia de cocina, dormitorio y demás). Tenemos tres hijos y cuando llueve, debemos levantarnos y quedarnos parados con los tres nenes. La otra vez, con la tormenta, a las seis de la mañana, se llovía por todos lados”. 

¿Hace cuánto qué están ustedes acá? “Y más o menos, tres o cuatro semanas”

¿Dentro de todo, le han ido haciendo algunos arreglos a esta propiedad? “Sí, estamos haciendo el pozo séptico. Y levantando el baño de a poquito. Con lo que podemos, que no es mucho porque yo cirujeo, así que con esa plata compramos para comer y pañales. La Municipalidad nos entrega un bolsón de pañales por mes. Además el gasto de la garrafa”.

¿Qué servicios tienen? “La luz la tuve que enganchar. Tenemos agua, sí”. 

¿Esta propiedad se la han prestado a ustedes? ¿Cómo es el tema? “Hicimos un cambio con un muchacho que vivía acá. Él me la dio así como estaba. El también cirujeaba y tenía seis hijos. No podía seguir acá. Si alguien que lee esto, me puede dar una changa, sería otra cosa. Yo estoy dispuesto a trabajar.

¿Cómo se arreglan para el día a día? “A uno de los niños, lo mandamos al Jardín. Le solicitamos ayuda a una asistente social. Ella vino, no entró y nos mandó un contenedor. Cuando quieren el voto, se acercan a ayudarte. Si no, no. Estamos llenos de lauchas acá, por los pastizales que hay. Necesitamos chapas. ¿Qué hacemos con el conteiner? Uno de los nenes, el más chiquito, tiene retraso madurativo y en el Jardín, no lo reciben”. 

¿Se ha acercado alguien o alguna entidad? “Una señora nos trajo un acolchado, frazadas, alimentos y guardapolvos. De la ONG “Enrique Palacios” y de “Juntemos las Manos” han venido también.  

¿Cualquier colaboración, la pueden traer hasta aquí? “Sí, como no. También chapas precisaríamos para poder arreglar el techo. Ahora, cuando mi señora cobre la Asignación de los chicos, compraremos dos bolsas de cemento para amurar los tirantes y clavar bien las chapas. Hemos solicitado un terreno y, hasta ahora, no tuvimos suerte. Ojalá el señor Intendente, si lee esta nota, nos pueda dar una mano. Todo será bienvenido, desde luego”. 

Entrevista: Mario Delgado.-