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Opinión

Federación cerró el año

Con notorias ausencias y en un clima distendido, la “Federación de Sociedades de Fomento y Juntas Vecinales”, cerró el período presente recalcando las dificultades sufridas en los primeros meses del ciclo.

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En “Dámaso Arce”, 25 de Mayo 1129, este jueves 20, se repasó ante entidades afines a la conducción y algunos vecinos de varios barrios, lo actuado en diversas áreas, sobre todo poniendo énfasis en lo social y en “acompañar a los vecinos en necesidades, más allá de lo que hagan los dirigentes”. 

Esta actitud fue subrayada en reiteradas ocasiones a lo largo de las alocuciones que se repartieron entre Jorge Salías, presidente; Renzo Toranza, secretario; Martín Roldán devenido a vicepresidente luego de la masiva renuncia dirigencial que hizo preocupar el futuro federativo en los primigenios meses de este 2018 y Gastón Iraguenpagate, de la Secretaría de Seguridad. 

La asamblea era, por vez inicial en la historia del fomentismo moderno, de carácter abierta, lo que se traduce como que cualquier persona estaba habilitada a concurrir, independientemente de su condición de fomentista o no. 

Pero las especulaciones negativas de algunos referentes barriales, en torno a semejante tesitura, no se cumplimentaron por lo expuesto aquí con anterioridad: no asistió nadie que tuviese una manera de ver las cosas de forma divergente con la actual conducción federada. Ciertos dirigentes no oficialistas claro, sostenían que se podía producir un mal momento si se enfrentaban, cara a cara, vecinos y fomentistas que no concuerdan en determinados sectores de la ciudad.  

A propósito, hubo una mención a los incidentes con Laura Sequeira al abrir el año, pero “la relación con el Municipio se fue tranquilizando con el correr de los meses” y los “artículos de varios periodistas locales” sobre la conformación de una novel entidad, vista por muchos como una auténtica “Federación paralela”, apelativo que sus miembros han descartado de plano, no obstante. 

Los desafíos impuestos, pese a los obstáculos mencionados, “se pudieron concretar”, resaltaron los dirigentes, sosteniendo a su vez la bandera de los avances en los diálogos directos por el ítem de la seguridad, llegando al doctor Marcelo Sobrino, Jefe de los Fiscales del Distrito y a su Secretaria, presente en el encuentro, la doctora Guadalupe Barraza. Este gesto de análisis permanente de cuestión tan delicada, fue “motivo de entusiasmo” por parte de la Comisión y es idea seguir transitando este promisorio camino. 

Se hizo hincapié también en las facetas de los comedores y merenderos asistidos, en la Colecta Solidaria realizada hace poco y en la misión de ser un nexo ante la Municipalidad para los vecinos en general. 

La coyuntura económica y social difícil de hoy, fue puesta de manifiesto por ende, pero sin perder de vista el espíritu de continuar en la brecha “marcando una impronta dentro de la acción fomenteril”. 

Se dieron a conocer anhelos futuros y se auguró un buen 2019 para el tándem asistente. Por ahí en alguna charla, pudimos rescatar la proyectada desde antaño propuesta, y no cristalizada aún, de reformar el Estatuto de la entidad cabecera. 

Finalmente se dispuso la foto con todos los concurrentes y el brindis correspondiente. En ningún momento se habló de compaginar tratativas de acercamiento con aquellos fomentistas que no asisten ahora a las mensuales asambleas. 

Por Mario Delgado.-   

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Opinión

Lo bueno de tener prioridades

Tener prioridades es realmente óptimo: sugiere, entre otras cosas, que el individuo o los gobiernos de los tres niveles, poseen un criterio juicioso, y cuentan, además, con un proyecto de vida de largo alcance.

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Marcar las cuestiones a realizar o resolver con premura, habla bien y nos habilita a creer que hay una contemplación completa de la realidad, y, en base a tal visión, se planea un estricto núcleo de objetivos a cumplimentar. 

Marchar por la senda sin rumbo, sin norte ni guía, es mala o necia, al menos, señal. Por tal motivo se interpela siempre a cada quien, contar con una agenda al alcance de la diestra. Y activar los hilos en consecuencia, desde luego. 

A propósito, este pequeño marco introductorio pretende depositarnos, mis amigos, en un ítem crucial para la concreción individual y colectiva como ciudadanos plenos. Y, conviene por cierto mencionar, la imposibilidad de seguir guitarreando en esta temática que ofreceremos, y desprenderla lo antes posible, de fanatismos partidistas. Me refiero en concreto a la Educación nuestra, en esta nación gloriosa. 

Se ha difundido hace horas atrás un informe contundente por parte de la señora Ministra de Educación de CABA que sentencia con supina espontaneidad, los vericuetos de la niñez y adolescencia que no transitan por un camino elogiable en materia de aprendizaje, llegando a terminar la Primaria o estar en Tercer Año de la Secundaria y no saber leer y escribir sin yerros y tampoco poder comprender y explicar con palabras propias, un texto cualquiera. 

Tamaña deficiencia se ata, en cierta manera, al tiempo de parálisis escolar impreso por la pandemia y la sucesión de cuarentenas. Podríamos asimilar tal contingencia en mayor o menor talante; sin embargo las deducciones del informe van más allá del proceso frontal del Covid 19 y sus medidas aleatorias. El problema a aceptar sin disimulos ni excusas mantiene firme la idea de que, en rigor de verdad, hay un drama previo, un dilema estructural que se agudizó con el virus chino, pero no es solamente esta reciente etapa dispar, entre la virtualidad y la ausencia en las aulas. 

Aún se agrega otro condimento no menor: se ha hecho un relevamiento entre una determinada cantidad de chicos, de entre 12 y 16 años, para averiguar si logran captar los subtítulos de las películas habladas en inglés u otro idioma, en cines o dispositivos hogareños. El análisis resulta desalentador, puesto que la gran mayoría, expresa no alcanzar a leer en tiempo real los zócalos correspondientes, no por interferencias en la visión, sino por no saber leer de corrido. 

El temido abandono del noble hábito de la cotidiana lectura, es una incómoda piedra puntiaguda en el calzado. Y no se notan visos de mejoría. 

Como daño colateral, por otra parte, del virus coronado, se ha comprobado que alrededor de 600.000 alumnos en el territorio nacional y 200.000 en la Provincia de Buenos Aires, no retornaron a sus establecimientos educativos al abrirse la famosa y tardía presencialidad. 

Un escándalo, sin objeciones de ninguna naturaleza. ¿Y ahora, quién carga con semejante cruz social? Porque, ¿alguien puede aseverarnos que tales pibas y pibes, volverán raudos a sus obligaciones escolares, al ser visitados por un docente o asistente social?

Una auténtica lástima que redobla la apuesta a constatar en qué sitio hemos colocado a la educación. Obvio, que ha descendido varios peldaños de cómo supo hallarse situada otrora. 

Por Mario Delgado.-  

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Opinión

Te acostumbrás 

Un amigo, un poco mayor que yo, me graficaba ayer que, en rigor de verdad, los argentinos nos vamos acomodando, nos adaptamos, con suma ductilidad, aunque refunfuñemos, a ciertas cuestiones demenciales que debieran sacarnos de quicio y movilizarnos de otra manera. 

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“Te acostumbrás”, me pontificó, despejando incluso con tal frase, cualquier sombra de duda que pudiera subsistir aún. No hay pena ni atropello que no se nos haya puesto de manifiesto, y, sin embargo, continuamos erguidos como sociedad y metidos cada quien en lo suyo. 

La escasa atención que le brindamos a los sucesos del entorno, tal vez tenga mucho que ver con las instancias personales de cada sujeto. Las ocupaciones son cada vez más en base a que el dinero rinde menos. 

Se naturaliza la opción del mayor esfuerzo y la gente dispuesta, sale en pos de ganarse el cada día más caro, pan vital. Una pequeña gran gragea, un botoncito de muestra que nos revuelve la panza, pero, reitero, no todavía como la contingencia requiere de un pueblo auténticamente agobiado y harto. 

Los niveles de corrupción piramidal se elevan a la enésima potencia, revolean bolsos con dinero mal habido en conventos o cuentan plata afanada en sendos videos virales, y todo gira sin más que algún comentario atrevido, desafiando a la ya incorporada manía de soportar y sobrellevar el drama, las culpas de otros. 

No se hace ni siquiera un necesario gasoducto y luego llegan los “verseros” de siempre, con excusas y mensajes altisonantes. Y los robadores de vacunas contra el Covid se pasean orondos, dando cátedras seguro, de cómo fomentar el buen turismo ahora que todo mundo acató órdenes salvadoras. Hipócritas impíos, exonerados por el poder, como un tal Firmenich o un viscoso Verbitsky. Falsedades convertidas en relatos presumiblemente verídicos, para entretener a la platea boquiabierta, que no despierta.

En tal contexto de locura y terror, no escasean los heridores del campo, los que nada saben del trabajo aguerrido de los productores chicos o medianos, y demonizan al sector, olvidando que de ahí emana el 65 % de lo que consume el argentino. 

Y nos quedaría chico el espacio para ir citando con mayúsculas, si lo desean, los yerros y las tropelías de los poderosos que se apoltronan en sus sillones, bebiendo en copas de oro, el sudor de los humildes. 

Ya probaron el sabor de dominar a una población encerrada y muerta de miedo e incertidumbre y van a ir por más perversidades. Porque no les importa subsanar las necesidades básicas, ni mejorar la calidad de vida del ser humano; sólo ansían llenar sus propias arcas, permanecer y ampliar la red de mantenidos por el Estado, que son los votantes cautivos, los temerosos que no se irán del redil por no perder sus planes sociales. 

Mientras la inflación consume las billeteras y separa a familias enteras, ahorcadas y sin solución, al tiempo que la inseguridad y la droga incrementa su paso fuerte y mortal, se encienden los doble discursos, las linternitas de los jetones de ocasión, charlatanes de bar, sin programas efectivos para mutar tanta mugre. 

Te acostumbrás, es cierto y penoso, a convivir con la putrefacción y contemplar sin esperanzas el panorama difuso del país que amás. 

Por Mario Delgado.-   

  

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 Farmacias de turno en Olavarría Facultad de Derecho