Opinión
Ya empezó la carrera hacia las PASO
1.- SEGURIDAD EN EL HCD.- Se ganó un trecho muy grande en la puja por los sitios individuales, en la nocturnidad del jueves próximo pasado, cuando los 19 concejales presentes, dieron un categórico aval a los proyectos respectivos a un ítem encendido: la seguridad o la ausencia repetida de ella, en las arterias olavarrienses.
No es un dato para dejar solamente en los anales taquigráficos; es un hito sobrecogedor. Que todos los ediles se hayan dicho lo que piensan en sus propios rostros, transitando por chicanas, dardos, misiles y culpas, mas después se hayan dispuesto en forma unánime por el apoyo al asunto tan puntilloso, hace merecedor al Cuerpo de un aplauso.
Lo triste del caso, más allá claro de la mismísima temática que los convocaba, fue advertir casi desconcertados, que nada más que TRES FOMENTISTAS se acercaron a la 5° Sesión. Allí se los mencionó a los referentes barriales, porque ellos originaron una carta entregada al HCD, e inclusive en la última reunión de la entidad madre fomenteril, se dialogó del problema con la visita de un par de ediles: Marisel Cides y Germán Aramburu.
¡Vaya! Cabe una consulta: ¿Por qué no se visibilizó mayor acompañamiento? Es verdad que tampoco se dieron cita los vecinos, cosa que hubiese sido importante, ya que son ellos, los habitantes, los más perjudicados. Pero los fomentistas, a excepción de Petty Mapis, Ricardo Nasello y Mariano Ciancio, brillaron por su invisibilidad en el salón de calle Rivadavia 3038.
Quizá las respuestas que ensayen los ausentes sean variopintas y respetables. Sin perjuicio de tal actitud, hubiese sido loable sentarse en la barra y oír. Tal vez alguno pensó que ir era darle un espaldarazo a determinado núcleo partidario, en detrimento de otro.
Resulta curioso, empero, porque la idea de que el poder legislativo local tratase el delicado temario, había sido consensuada. Además con el agregado interesante de solicitar a las autoridades pertinentes el servicio de emergencias policiales 911 para nuestro terruño.
2.- UN PERONISMO UNIDO.- Los peronistas conscientes saben que para ganar, es imperiosa la mágica y esquiva unidad del movimiento.
Parece, al día de hoy, que habría dos posturas muy firmes y contraindicadas a la vez: a) Ir a internas. Florencio Randazzo comanda ese ideario y por el contrario, b) No saber nada de compulsas intestinas, lógica que fogonea la ex Presidente Cristina Fernández.
En tal marco de situaciones, el PJ y Renovación Peronista, han tenido sendas conversaciones y se aguarda también una posible inclusión camporista, todavía no definida.
Esto tendría como objetivo sellar pactos, cerrar filas para una probable interna contra el tándem eseverrista, anudado a José González Hueso. O, de última, posibilitaría competir en las elecciones con el sello del PJ. No olvidar que el ex Intendente José María Eseverri, posee en su arcón el baluarte del FpV.
3.- TIMBREO “CENIZIENTO”.- El oficialismo gallista emprende una misión deslumbrante y atrapante: tratar de ganar una contienda intermedia en un momento muy complejo, donde la economía se ubica en un notorio primer plano. Bruno Cenizo ya contabiliza un montón de “timbreos” en distintos barrios, con la finalidad expresa de hacerse eco de peticiones y reclamos. Una especie de “Gabinete Itinerante” súper personalizado. María González sería su inmediata en la boleta de candidatos, quedando posteriormente espacio para los aliados radicales y habrá que ver si se “cuela” algún apellido en especial.
El “poder” del timbreo es para subrayar, puesto que da una imagen de que los oficialistas no abandonan el contacto popular. Aunque también representa la factibilidad de que la gente, exprese lo que realmente cree del Gobierno en sus tres niveles.
El alejamiento “forzado” de Jorge Larreche, derribó un proyecto de éste de encolumnar tras de sí a la “pata peronista”, o sea a justicialistas que no encajasen dentro del paraguas tradicional y que se sintiesen cómodos con “Cambiemos”.
Por eso habrá que observar con atención los resultados de los diálogos con los vecinos, puerta a puerta. ¿Podrá reemplazar el procedimiento actual al plan que disponía el ex Jefe de Gabinete? Porque hay un “run run” muy fuerte, aunque sea sólo un presupuesto: la vertiente émula de Perón y Evita, no tendría cabida en la futura lista vernácula de Rivadavia 2.800. No como hubiese deseado el médico veterinario, al menos.
En este contexto, cabe expresar que por el momento, existe un descontento visceral en los dirigentes de “Unión por la Libertad” de aquí (UXLO), que responden a la Ministra Patricia Bullrich, por no haber sido ni siquiera atendidos por Rivadavia y San Martín. ¿Cómo reaccionarán electoralmente? He aquí un auténtico dilema.
Por Mario Delgado.-
Opinión
Lo bueno de tener prioridades
Tener prioridades es realmente óptimo: sugiere, entre otras cosas, que el individuo o los gobiernos de los tres niveles, poseen un criterio juicioso, y cuentan, además, con un proyecto de vida de largo alcance.
Marcar las cuestiones a realizar o resolver con premura, habla bien y nos habilita a creer que hay una contemplación completa de la realidad, y, en base a tal visión, se planea un estricto núcleo de objetivos a cumplimentar.
Marchar por la senda sin rumbo, sin norte ni guía, es mala o necia, al menos, señal. Por tal motivo se interpela siempre a cada quien, contar con una agenda al alcance de la diestra. Y activar los hilos en consecuencia, desde luego.
A propósito, este pequeño marco introductorio pretende depositarnos, mis amigos, en un ítem crucial para la concreción individual y colectiva como ciudadanos plenos. Y, conviene por cierto mencionar, la imposibilidad de seguir guitarreando en esta temática que ofreceremos, y desprenderla lo antes posible, de fanatismos partidistas. Me refiero en concreto a la Educación nuestra, en esta nación gloriosa.
Se ha difundido hace horas atrás un informe contundente por parte de la señora Ministra de Educación de CABA que sentencia con supina espontaneidad, los vericuetos de la niñez y adolescencia que no transitan por un camino elogiable en materia de aprendizaje, llegando a terminar la Primaria o estar en Tercer Año de la Secundaria y no saber leer y escribir sin yerros y tampoco poder comprender y explicar con palabras propias, un texto cualquiera.
Tamaña deficiencia se ata, en cierta manera, al tiempo de parálisis escolar impreso por la pandemia y la sucesión de cuarentenas. Podríamos asimilar tal contingencia en mayor o menor talante; sin embargo las deducciones del informe van más allá del proceso frontal del Covid 19 y sus medidas aleatorias. El problema a aceptar sin disimulos ni excusas mantiene firme la idea de que, en rigor de verdad, hay un drama previo, un dilema estructural que se agudizó con el virus chino, pero no es solamente esta reciente etapa dispar, entre la virtualidad y la ausencia en las aulas.
Aún se agrega otro condimento no menor: se ha hecho un relevamiento entre una determinada cantidad de chicos, de entre 12 y 16 años, para averiguar si logran captar los subtítulos de las películas habladas en inglés u otro idioma, en cines o dispositivos hogareños. El análisis resulta desalentador, puesto que la gran mayoría, expresa no alcanzar a leer en tiempo real los zócalos correspondientes, no por interferencias en la visión, sino por no saber leer de corrido.
El temido abandono del noble hábito de la cotidiana lectura, es una incómoda piedra puntiaguda en el calzado. Y no se notan visos de mejoría.
Como daño colateral, por otra parte, del virus coronado, se ha comprobado que alrededor de 600.000 alumnos en el territorio nacional y 200.000 en la Provincia de Buenos Aires, no retornaron a sus establecimientos educativos al abrirse la famosa y tardía presencialidad.
Un escándalo, sin objeciones de ninguna naturaleza. ¿Y ahora, quién carga con semejante cruz social? Porque, ¿alguien puede aseverarnos que tales pibas y pibes, volverán raudos a sus obligaciones escolares, al ser visitados por un docente o asistente social?
Una auténtica lástima que redobla la apuesta a constatar en qué sitio hemos colocado a la educación. Obvio, que ha descendido varios peldaños de cómo supo hallarse situada otrora.
Por Mario Delgado.-
Opinión
Te acostumbrás
Un amigo, un poco mayor que yo, me graficaba ayer que, en rigor de verdad, los argentinos nos vamos acomodando, nos adaptamos, con suma ductilidad, aunque refunfuñemos, a ciertas cuestiones demenciales que debieran sacarnos de quicio y movilizarnos de otra manera.
“Te acostumbrás”, me pontificó, despejando incluso con tal frase, cualquier sombra de duda que pudiera subsistir aún. No hay pena ni atropello que no se nos haya puesto de manifiesto, y, sin embargo, continuamos erguidos como sociedad y metidos cada quien en lo suyo.
La escasa atención que le brindamos a los sucesos del entorno, tal vez tenga mucho que ver con las instancias personales de cada sujeto. Las ocupaciones son cada vez más en base a que el dinero rinde menos.
Se naturaliza la opción del mayor esfuerzo y la gente dispuesta, sale en pos de ganarse el cada día más caro, pan vital. Una pequeña gran gragea, un botoncito de muestra que nos revuelve la panza, pero, reitero, no todavía como la contingencia requiere de un pueblo auténticamente agobiado y harto.
Los niveles de corrupción piramidal se elevan a la enésima potencia, revolean bolsos con dinero mal habido en conventos o cuentan plata afanada en sendos videos virales, y todo gira sin más que algún comentario atrevido, desafiando a la ya incorporada manía de soportar y sobrellevar el drama, las culpas de otros.
No se hace ni siquiera un necesario gasoducto y luego llegan los “verseros” de siempre, con excusas y mensajes altisonantes. Y los robadores de vacunas contra el Covid se pasean orondos, dando cátedras seguro, de cómo fomentar el buen turismo ahora que todo mundo acató órdenes salvadoras. Hipócritas impíos, exonerados por el poder, como un tal Firmenich o un viscoso Verbitsky. Falsedades convertidas en relatos presumiblemente verídicos, para entretener a la platea boquiabierta, que no despierta.
En tal contexto de locura y terror, no escasean los heridores del campo, los que nada saben del trabajo aguerrido de los productores chicos o medianos, y demonizan al sector, olvidando que de ahí emana el 65 % de lo que consume el argentino.
Y nos quedaría chico el espacio para ir citando con mayúsculas, si lo desean, los yerros y las tropelías de los poderosos que se apoltronan en sus sillones, bebiendo en copas de oro, el sudor de los humildes.
Ya probaron el sabor de dominar a una población encerrada y muerta de miedo e incertidumbre y van a ir por más perversidades. Porque no les importa subsanar las necesidades básicas, ni mejorar la calidad de vida del ser humano; sólo ansían llenar sus propias arcas, permanecer y ampliar la red de mantenidos por el Estado, que son los votantes cautivos, los temerosos que no se irán del redil por no perder sus planes sociales.
Mientras la inflación consume las billeteras y separa a familias enteras, ahorcadas y sin solución, al tiempo que la inseguridad y la droga incrementa su paso fuerte y mortal, se encienden los doble discursos, las linternitas de los jetones de ocasión, charlatanes de bar, sin programas efectivos para mutar tanta mugre.
Te acostumbrás, es cierto y penoso, a convivir con la putrefacción y contemplar sin esperanzas el panorama difuso del país que amás.
Por Mario Delgado.-