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Otra realidad
A las 10:37 horas de este sábado 9, se abrió el abanico de peticiones variadas en el Club de Santa Luisa con la presencia del Jefe Comunal, su equipo de funcionarios a pleno, su “Gabinete Itinerante”, los concejales del PRO (no estuvieron los radicales), la joven Delegada Marita Bustos y un cúmulo interesante de vecinos de la localidad y también de la aledaña Durañona.
Luego de una breve introducción a cargo de Ezequiel Galli, donde se refirió a la necesidad de contar con terrenos en la zona, para familias que anhelan quedarse allí, y mencionó la existencia inclusive de 17 lotes municipales que conformarán seguro en breve, viviendas para aquellos que no desean emigrar, le fue tocando el turno a los habitantes de ambas localidades rurales que se despacharon a gusto.
Salieron a relucir por ende, desde rencillas personales por culpa de alguien que construyó un canal en su campo, perjudicando a otros, hasta planteos muy esenciales de toda índole. Chicos y grandes hicieron uso de la palabra en una asamblea extensa y productiva.
Sin lugar a dudas, nos hallamos en otra realidad, con necesidades básicas que en la ciudad, no son ni siquiera valoradas ya. Porque las problemáticas, mis lectores, transitan por distintos carriles y afrontan, en la mayoría de los casos, un montón de años de inacción para tratar de resolver contingencias.
Por tal motivo, nada es plausible de asombro; todo entra dentro del canon de lo válido. Desde la imposibilidad de recorrer sin dramas los caminos de acceso, sobre todo cuando llueve claro, hasta el desmantelamiento acaecido en la vieja Estación de trenes de Durañona. O desde la ausencia de una combi que lleve los alumnos a la escuela, son más de 90 en total, hasta la inexistencia de un contenedor de basura a mano.
El despliegue verbal del auditorio no cesó. Porque cada quien tenía, o conocía dilemas preocupantes. Por supuesto, amigos, que en tal contexto, iría a figurar la cuestión de la seguridad. Y así fue nomás. Una señora expuso con lujo de detalles como le robaron todo en su casa, en ausencia de la familia. “Hay entregadores”, aulló un señor que se refirió a hechos puntuales en viviendas y en los campos. Alguien dijo que los móviles están destruidos. Otro pidió la Policía Comunal. El Comisario Daniel Borra aseguró que no se cerrará el Destacamento policial de Santa Luisa, como se rumoreó por ahí. Alivio general.
La Delegada tomaba nota y respondía entre actos. Habló de trabajar en conjunto ambas localidades y buscar objetivos comunes. Los minutos eran devorados por el diálogo y las aclaraciones de funcionarios.
También se rogó por señalización adecuada y se aseguró que hay cunetas tapadas. Un par de niños se ganaron los aplausos al expresar sus deseos de la construcción de una plaza y de que se limpie lo antes posible el basural porque los perros comen en tal sitio y pueden llegar a envenenarse.
La Directora de la Escuela 9 se tomó su tiempo, mientras el Intendente degustaba unas inmensas tortas fritas, para pintar un cuadro dantesco: abandonado por la Provincia, su establecimiento ha pugnado no obstante, por subsistir. Pidió actuar sobre la salud de los niños y ahí el Subsecretario de Salud, indicó que se estima profundizar una tarea de prevención casa por casa.
La bandeja de las solicitudes estaba servida entonces y se nombró lo que le falta al Hospital, una ambulancia en condiciones, por ejemplo. Un neurólogo y un endocrinólogo infantil se sumaron rápidamente a las demandas. Sin embargo, si alguien creía que eso sería todo, se equivocó de plano, porque la batería de peticiones aún contenía ítems por desandar. Es que, en rigor de verdad, mis amigos del alma, era la vez primera que tanto despliegue político se observaba y la reunión ameritaba no dejar cabos sueltos.
El tema del patrimonio cultural fue explicitado. Y ahí saltó la banca porque, al parecer, un cañón y una locomotora con un par de vagones que eran de esos pagos, brillan hoy en “campos ajenos”. ¿Se terminará creando un museo, algún día no muy lejano?
Un capítulo aparte merecen las comunicaciones celulares, deficientes las más de las veces y la Internet, hoy tan importante y útil. Sorbiendo un mate, el alcalde aseveró que se ocuparía personalmente de poner en órbita de la localidad, una Internet como la gente requiere.
Se tiró sobre la mesa la temática del deporte, para permitir la expansión de actividades recreativas y sociales. Y aquí se observó una jugosa anécdota con un buen hombre que, luciendo una gorra amarilla, despotricó ante este cronista contra el Club, afirmando entre dientes que “traen jugadores de Olavarría y a los de acá, no los ponen”.
Ya para el cierre, cerca del mediodía, una señora sugirió talleres de diversas disciplinas, tanto como para mujeres y hombres, que se dictarían en dicho Club. Luego los saludos y las charlas mano a mano, sobrevinieron en un clima de respeto y cordialidad absoluta.
Por Mario Delgado.-
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Citan a declarar a los amigos de los jóvenes fallecidos en 2018 en Parque Sur
A dos años de la muerte de Alan Falatovich y Katherine Rodríguez, la Fiscal Beytía tomará declaración a los dos amigos por el delito de omisión de auxilio.
El 4 de marzo venidero deberán presentarse ante la Fiscal Doctora Viviana Beytía, Alejo Eseberri y Loana Cabrera para sostener la temática compleja de lo acaecido aquel 2 de enero de 2018 en la intersección de Avenida Avellaneda y el puente, en pleno Parque Sur, donde se ahogaron dentro de un vehículo que cayó al Tapalqué Alan Falatovich y Katherine Rodríguez, ambos de 20 años de edad.
Se percibe una vuelta de tuerca en esta causa, que de acuerdo a lo investigado hasta aquí, le permite conjeturar a la señora Fiscal que entiende en este luctuoso acontecer, que, al menos, hubo “omisión de auxilio”, por parte de los sobrevivientes de este episodio triste y doloroso. Según el artículo 108 del Código Penal, reiteramos, la letrada los ha imputado por considerarlos “coautores penalmente responsables del delito de omisión de auxilio”.
Recordemos brevemente que todo este calvario inició su curso en la tarde noche soleada de aquel segundo día de enero, cuando Alejo en una VW Suran, propiedad de su padre, fue a buscar a Alan a su casa, la 1.006 del barrio CECO y de allí se dirigieron a un pub céntrico.
En ese local se encuentran con dos chicas: Loana Cabrera y Victoria Katherine Rodríguez que se movilizaban en un Ford Fiesta. Luego de un rato, se van hacia Parque Sur y allí se produce un hecho significativo: el auto del papá de Alejo se despeña y cae a las aguas con Victoria Katherine y Alan dentro.
Esto habría ocurrido cerca de las 4:30 de la madrugada de ese dos de enero. Y tal cosa sería producto de una maniobra intempestiva llevada a cabo sin querer por el muchacho, dado que habían ingresado a este auto a tratar de solucionar un problema en el equipo de sonido. Para colmo, Alan no sabía manejar, aunque sí “era un excelente nadador”, asevera Diana, hermana del joven muerto.
“A Alan recién me lo entregaron muy tarde, muchas horas después”, refiere una vez más a este diario, Diana Falatovich. “Tenía golpes y moretones en diversas partes de su anatomía que no condecían con la caída”, sostiene firme como desde aquella primera oportunidad en que Diana habló para este medio.
“La autopsia no reveló cosas que yo ví”, continúa, y añade “nada nos cuadraba en esos instantes tan dramáticos”. En este contexto de incertidumbre, “nos permanece bien adentro la pregunta si en rigor de verdad no hubo alguien más en la escena, en ese sitio sin luz ni seguridad en ese momento”.
El punto más crucial se dio con el correr de las horas, dado que “a nosotros nos avisa la Policía. Ninguno de los dos acompañantes de Katherine o de Alan, dio aviso a nadie. Al contrario, fueron y se acostaron a dormir. Alejo estuvo en el velorio de mi hermano unos minutos y se lo advertía nervioso. Sostuvo que él trató con efusividad de abrir la trabada puerta de la Suran pero sin éxito. Él era penitenciario y sabía bien que hacer y los dejaron solos, librados a su destino a Katherine y a Alan. No hay ningún elemento que grafique con certeza que Alejo quiso auxiliarlos. Por otro lado, ¿no se les ocurrió ni siquiera llamar a Bomberos Voluntarios o la Policía?”, subraya Diana.
Para la familia Eseberri fue un penoso accidente y avalan los dichos de su hijo. Ahora entonces, habrá que aguardar los nuevos pasos que se avecinan.
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Un hombre está grave tras el incendio de su vivienda
El siniestro ocurrió en la madrugada del lunes en Necochea y Mendoza de nuestra ciudad.
Un importante incendio tuvo lugar en una vivienda durante la madrugada del lunes.
Por razones que son materia de investigación, una casa ubicada en Necochea y Mendoza se incendió y provocó heridas de gravedad a su morador, un hombre de 73 años de edad.
La víctima fue trasladada al Hospital Municipal donde se constataron la gravedad de las heridas y donde quedó internado en terapia intensiva con pronóstico reservado.
El parte médico emitido desde el Hospital indica que el paciente tiene el 40% del cuerpo con quemaduras y compromiso de vía aérea.
El incendio se produjo en la madrugada de hoy lunes y requirió el arduo trabajo de Bomberos Voluntarios, Comisaría Segunda y personal del SAME.
FOTO. Infoeme