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Marina Borenztein contó cómo enfrentó el cáncer: "enfermé para sanar"

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Marina Borensztein -hija del genial Tato Bores- estuvo en nuestra ciudad y conmovió y emocionó con su relato sobre cómo superó un doble cáncer de mama. La autora del libro Enfermé para sanar llegó a Olavarría acompañada por su esposo, el reconocido actor Oscar Martínez, para brindar una charla en la Casa del Bicentenario, organizada por FM Moebius y el apoyo del Gobierno Municipal. Estuvieron presentes el Intendente José Eseverri y el presidente del Concejo Deliberante, Eduardo Rodríguez, junto a Marcelo Manolio -director de la radio- y a Georgina Müller, quien tuvo a su cargo la conducción de la actividad.

“Me casé el 19 de agosto de 2011 con Oscar Martínez y el 14 de noviembre me enteré que tenía cáncer. Como yo digo, enfermé para sanar. Creo que las cosas pasaron así porque tenían que pasar así, porque me tenía que casar con él ese 19 de agosto”, comentó Marina, ante un recinto colmado de público, mayoritariamente mujeres.

Borenztein siguió: “En diciembre del 2010, estando en el Caribe, me toqué una bolita en una mama. No tenía a quién recurrir, pegué un grito y lo llamé a Oscar. Me dijo ‘tranquila, tranquila, esto no es nada, no tenés nada’. Me tranquilicé porque estábamos en el Caribe, no podía hacer nada, se venía la noche del 31 y ya volvíamos a Buenos Aires el 2 de enero. Cuando volvimos, hice todos los controles rápido. Cuando me dieron los resultados, llamé al médico, que me dio la orden, le leí todo y me dice que no era nada y que cuando volviera, mi ginecólogo de las vacaciones se los llevara. Me quedé tranquila. Las mamografías tienen una sigla que es BI-RADS junto a una graduación de números (1, 2, 3, 4, 5). Yo no las conocía, siempre me hacía los estudios, pero no sabía la importancia de esas siglas, y no le leí los números ni tampoco me los preguntó. Decía BI-RADS 4. Llamé a otro médico porque no estaba del todo tranquila y le leí todo menos eso, por lo tanto pensé que estaba todo bien porque me había dicho que no era nada, y lo guardé en el cajón. Pasé nueve meses, hasta que me diagnosticaron correctamente y me operé”.

Marina, en diálogo con Georgina Müller, fue llevando adelante una charla no exenta de humor más allá de la experiencia vivida.

En otro pasaje recordó  “en un momento dije ‘basta’. Me acuerdo que estaba en el living de mi casa recuperándome de la cirugía y viene una persona y me dice ‘ya está, te curaste, esto terminó’. Y yo dije ‘esto recién empieza. ¿De qué me curé? Si me acaban de sacar solamente la materia, el tumor, lo palpable. El médico no puede sacar qué lo originó'”.

Sobre el comienzo de su sanación, explicó: “Siempre fui una persona de hacer terapia y búsqueda personal y no necesité de mucho para darme cuenta que esto venía a decirme que tenía que cambiar de rumbo. Había que empezar todo de vuelta y ver cómo me iba a empezar a sanar. Si mi cuerpo había llegado a ese punto era porque necesitaba sanar. Mientras tenía que hacer todo el tratamiento, empecé a hacer una búsqueda de maestros espirituales. Empecé a leer mucho, a gente como Eckhart Tolle, Wayne Dyer, Louise Hay, Deepak Chopra. También se pueden leer en Internet si uno no los tiene. La cosa es que yo no tenía una herida, sino millones. Todos vamos acumulando frustraciones, peleas, situaciones y lo más importante es la falta de amor a uno mismo”.

“Había que empezar todo de vuelta y ver cómo me iba a empezar a sanar. Si mi cuerpo había llegado a ese punto era porque necesitaba sanar. Mientras tenía que hacer todo el tratamiento, empecé a hacer una búsqueda de maestros espirituales”.
Marina destacó la compañía de su marido que le sirvió para superar la enfermedad: “Oscar tuvo un rol fundamental”. Oscar Martínez presenció junto a las autoridades y el público la charla de Marina y no dejó pasar oportunidad de apuntar a su mujer en dos o tres ocasiones sobre algunos aspectos de la charla.

Tras el relato de Marina, sorprendió la participación del público, donde varias olavarrienses contaron su experiencia y contacto con la enfermedad al tiempo que ponderaron tratamientos alternativos a la medicina tradicional.

Sobre el final, el Intendente Eseverri hizo entrega a Marina de un ramo de flores en tanto Eduardo Rodríguez le entregó copia de la declaración de interés legislativo de la charla.

Fotografías: Enrique Zelaya

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Citan a declarar a los amigos de los jóvenes fallecidos en 2018 en Parque Sur

A dos años de la muerte de Alan Falatovich y Katherine Rodríguez, la Fiscal Beytía tomará declaración a los dos amigos por el delito de omisión de auxilio.

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El 4 de marzo venidero deberán presentarse ante la Fiscal Doctora Viviana Beytía, Alejo Eseberri y Loana Cabrera para sostener la temática compleja de lo acaecido aquel 2 de enero de 2018 en la intersección de Avenida Avellaneda y el puente, en pleno Parque Sur, donde se ahogaron dentro de un vehículo que cayó al Tapalqué Alan Falatovich y Katherine Rodríguez, ambos de 20 años de edad. 

Se percibe una vuelta de tuerca en esta causa, que de acuerdo a lo investigado hasta aquí, le permite conjeturar a la señora Fiscal que entiende en este luctuoso acontecer, que, al menos, hubo “omisión de auxilio”, por parte de los sobrevivientes de este episodio triste y doloroso. Según el artículo 108 del Código Penal, reiteramos, la letrada los ha imputado por considerarlos “coautores penalmente responsables del delito de omisión de auxilio”.

Recordemos brevemente que todo este calvario inició su curso en la tarde noche soleada de aquel segundo día de enero, cuando Alejo en una VW Suran, propiedad de su padre, fue a buscar a Alan a su casa, la 1.006 del barrio CECO y de allí se dirigieron a un pub céntrico. 

En ese local se encuentran con dos chicas: Loana Cabrera y Victoria Katherine Rodríguez que se movilizaban en un Ford Fiesta. Luego de un rato, se van hacia Parque Sur y allí se produce un hecho significativo: el auto del papá de Alejo se despeña y cae a las aguas con Victoria Katherine y Alan dentro. 

Esto habría ocurrido cerca de las 4:30 de la madrugada de ese dos de enero. Y tal cosa sería producto de una maniobra intempestiva llevada a cabo sin querer por el muchacho, dado que habían ingresado a este auto a tratar de solucionar un problema en el equipo de sonido. Para colmo, Alan no sabía manejar, aunque sí “era un excelente nadador”, asevera Diana, hermana del joven muerto. 

“A Alan recién me lo entregaron muy tarde, muchas horas después”, refiere una vez más a este diario,  Diana Falatovich. “Tenía golpes y moretones en diversas partes de su anatomía que no condecían con la caída”, sostiene firme como desde aquella primera oportunidad en que Diana habló para este medio. 

“La autopsia no reveló cosas que yo ví”, continúa, y añade “nada nos cuadraba en esos instantes tan dramáticos”. En este contexto de incertidumbre, “nos permanece bien adentro la pregunta si en rigor de verdad no hubo alguien más en la escena, en ese sitio sin luz ni seguridad en ese momento”. 

El punto más crucial se dio con el correr de las horas, dado que “a nosotros nos avisa la Policía. Ninguno de los dos acompañantes de Katherine o de Alan, dio aviso a nadie. Al contrario, fueron y se acostaron a dormir. Alejo estuvo en el velorio de mi hermano unos minutos y se lo advertía nervioso. Sostuvo que él trató con efusividad de abrir la trabada puerta de la Suran pero sin éxito. Él era penitenciario y sabía bien que hacer y los dejaron solos, librados a su destino a Katherine y a Alan. No hay ningún elemento que grafique con certeza que Alejo quiso auxiliarlos. Por otro lado, ¿no se les ocurrió ni siquiera llamar a Bomberos Voluntarios o la Policía?”, subraya Diana. 

Para la familia Eseberri fue un penoso accidente y avalan los dichos de su hijo. Ahora entonces, habrá que aguardar los nuevos pasos que se avecinan.

 

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Un hombre está grave tras el incendio de su vivienda

El siniestro ocurrió en la madrugada del lunes en Necochea y Mendoza de nuestra ciudad.

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Un importante incendio tuvo lugar en una vivienda durante la madrugada del lunes.

Por razones que son materia de investigación, una casa ubicada en Necochea y Mendoza se incendió y provocó heridas de gravedad a su morador, un hombre de 73 años de edad.

La víctima fue trasladada al Hospital Municipal donde se constataron la gravedad de las heridas y donde quedó internado en terapia intensiva con pronóstico reservado.

El parte médico emitido desde el Hospital indica que el paciente tiene el 40% del cuerpo con quemaduras y compromiso de vía aérea.

El incendio se produjo en la madrugada de hoy lunes y requirió el arduo trabajo de Bomberos Voluntarios, Comisaría Segunda y personal del SAME.

FOTO. Infoeme

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 Farmacias de turno en Olavarría Facultad de Derecho