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¿Es posible la creatividad en la Justicia?
¿Puede la Justicia ser creativa? Sin nos basamos en los resultados obtenidos por estos jueces podríamos decir que sí.
Michael Cicconetti es un juez de Ohio, Estados Unidos, conocido por poner en práctica una batería de sentencias que él mismo llama justicia creativa.
Su método funciona así: los condenados tienen la opción de no ir a la cárcel a cambio de cumplir con una sentencia que tiene como objetivo situar al victimario en una situación relacionada a la vivida por su víctima.
Así por ejemplo, una mujer tuvo que a pasar una noche en un bosque por abandonar a 35 gatitos en ese mismo lugar, en pleno invierno.
En otra ocasión, le ordenó a unos vecinos “ruidosos” a pasar un día en completo silencio, y escuchar música clásica en vez de rock.
Cicconetti explica su mirada de esta manera:
“Cuando logramos comprometer a las personas y reconocer sus buenas conductas, fortalecemos su autoestima. Mi filosofía judicial no es muy diferente a la de los padres, tengo cinco hijos… Podés motivarlos y castigarlos. La mayoría de la gente quiere hacer las cosas bien pero no lo logra por pequeños obstáculos o hábitos. Necesitamos cambiar esos hábitos y eliminar esos obstáculos. Ese es nuestro trabajo”.
Este tipo de sentencias se han vuelto cada vez más populares en los Estados Unidos, y Cicconetti, que en 2005 ganó la presidencia de la American Judges Association, ha sido una referencia en todos esos casos.
Otras sentencias:
- Un hombre acusado de posesión ilegal de arma de fuego fue enviado a la morgue a observar cadáveres.
- Un hombre que mató a un perro de un disparo fue sentenciado a donar 20 kgs de alimento canino todos los veranos al Refugio de Animales de Lake County.
- Un grupo de adolescentes fue sentenciado a organizar un picnic para alumnos del primario por pinchar los neumáticos del colectivo que los iba a llevar originalmente.
- Una mujer culpable de asaltar a un hombre usando gas pimienta fue condenada a trabajos de servicio en la cárcel durante 30 días, o a 3 días de tareas comunitarias y además dispararse a si misma con el spray. Luego de elegir esta última y auto rociarse descubrió que el aerosol sólo contenía agua.
Emilio Calatayud Pérez (Ciudad Real, 22 de diciembre de 1955) es un abogado, escritor y magistrado español, juez de menores de Granada conocido por sus sentencias ejemplares. Su objetivo es generar una experiencia de aprendizaje vivencial para los implicados en crímenes menores y no llevarlos a la cárcel, dónde según él, sólo se profundizar el camino del delito.
Algunos de sus sentencias:
- Impartir 1000 horas de clases de informática a estudiantes a un joven que había crackeado varias empresas granadinas provocando daños por 3000 dólares.
- 100 horas de servicio a la comunidad patrullando junto a un policía local por haber conducido temerariamente y sin licencia.
- 50 horas dibujando un cómic de 15 páginas, en el que cuenta la causa por la que le condenaban.
- Para un joven que circulaba borracho, visitar durante un día entero a parapléjicos, hablar con ellos y sus familias para elaborar más tarde una redacción.
- Trabajar en un centro de rehabilitación por haber acosado a una anciana.
- 200 horas en una tienda de juguetes por haber robado ropa.
El concepto de justicia creativa se sintetiza en una especie de “ojo por ojo” pero virtuoso, no movido por la venganza o la revancha sino por el compromiso de generar una experiencia superadora para el sentenciado.
¿Podrías aplicar este tipo de sentencias a las personas que normalmente “castigás”? ¿Podrías aplicarlo a tus propias “sentencias”?
Martín Daulerio
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