Algo en apariencia tan frívolo, como verse linda, cobra dimensiones impactantes si se trata de una mujer con cáncer. Es que al shock del diagnóstico muchas veces le sigue la caída del cabello, el cambio de tonalidad de la piel, las uñas quebradizas… todos aspectos que en una mujer no suelen ser menores.
Y por ínfimo que parezca en comparación con la vida misma, el aspecto físico, el humor, la predisposición a no dejarse estar son tan importantes como las sesiones de quimioterapia o rayos en el proceso de curarse.
Con eso en claro, la doctora Mariana Lestelle fue en busca de algo más. De ese plus que les permita a las pacientes que trata en el Hospital de Oncología de Olavarría verse lindas para sentirse bien.
“Continuamente en el hospital se llevan a cabo propuestas para salirnos un poco de lo médico y dar la humanidad que necesita el paciente diagnosticado con cáncer, que llega con miedo al hospital”, contó la especialista a Infobae, quien detalló que “en el proceso de la enfermedad hay muchos cambios físicos, porque la quimioterapia, así como agrede a las células tumorales, a las que hay que eliminar, ataca también a células sanas del organismo como las del cuero cabelludo y la piel“.
Es que, según Lestelle, “pese a que la enfermedad es algo privado, el hecho de quedarte pelado, adelgazar, que tu piel cambie de tono hace que se vuelva pública”. “Y si bien hay muchas mujeres que quizá se bancarían quedarse peladas, tienen que afrontar de repente a los hijos o los nietos que les preguntan por qué está pelada y se ven sometidas a situaciones por ejemplo en la puerta del colegio con chiquitos que no están capacitados para entender el proceso del cáncer”, ejemplificó.
Fue así que buscó los “servicios” de Luzca bien, siéntase mejor, el programa de responsabilidad social de la Cámara Argentina de la Industria de Cosmética y Perfumería (CAPA), que implementa talleres completamente gratuitos dictados por voluntarias maquilladoras en los centros de salud donde lo soliciten.
El taller brinda técnicas de maquillaje, asesoramiento estético y sugerencias para el uso de accesorios, con el objetivo de disimular los efectos de los tratamientos. Además, cada beneficiaria recibe como obsequio un bolso con todos los productos cosméticos, donados por empresas del sector socias de la cámara, para poder realizar el taller y continuarlo en sus hogares poniendo en práctica todo lo aprendido, es por ello que los talleres se dictan de manera personalizada.
“Esto que a priori parece una cosa frívola cuenta con todo el apoyo del Ministerio de Salud bonaerense y del Instituto Provincial del Cáncer”, enfatizó Lestelle, quien ya hace dos años había armado el primer banco de pelucas en un hospital público “con la generosidad de la gente que donó pelucas y de los medios que nos ayudaron a difundir”.
La especialista contó que el 18 de mayo se realizó el primer taller en Olavarría con una gran convocatoria. “Vinieron muchas pacientes, por supuesto con el control médico de la dermatóloga del hospital, que asesoró sobre qué productos podían usarse y cuáles no, así como controló si alguna paciente hacía una reacción alérgica, cosa que no ocurrió porque los productos usados son hipoalergénicos y de primera calidad”.
“Lo maravilloso fue ver el antes y el después de cada mujer, y lo más emocionante, que al día siguiente todas vinieron maquilladas a hacerse la quimio“, contó.
Una ley, el objetivo final
“El objetivo final de todo esto es lograr la ley de derecho estético del paciente oncológico“, destacó Lestelle, quien comenzó con esta iniciativa junto a su amiga Merlina Licht, la abogada y periodista que tuvo cáncer y falleció hace casi cinco años.
“Ella siempre me decía: ‘Yo tengo el dinero para comprarme una peluca o buenas cremas y maquillajes, pero ¿cómo hacen las mujeres que no?'”, recordó la especialista.
Por eso Licht le había pedido que la ayudara a “fundamentar por qué la estética es un aspecto importante en el paciente con cáncer” y armaron el proyecto de ley.
La iniciativa abarca “no solamente los aspectos estéticos del pelo o la piel sino, por ejemplo, cuando las mujeres son sometidas a una mastectomía ya algunas prepagas u obras sociales y en algunos casos el Estado contemplan la colocación de prótesis mamarias, lo mismo en los hombres cuando son sometidos a cirugías por cáncer de testículo”.
“Se trata de lograr que la enfermedad no esté tan presente en el día a día del paciente”, finalizó.
Fuente: Infobae